La venganza se sirve siempre fría

4.5K 261 10
                                    

La de ojos verdes ya había llamado a sus amigas, y las estaba esperando en su habitación. Keana había sido la única en poner pegas a impropia sed de venganza de su amiga. Nerviosa, ésta siempre intentaba hacer entrar en razón a las demás, pero sin conseguir mucho terminó aceptando ir a la reunión.

De repente Chris entró en la habitación con cara de preocupación. Lauren y su hermano siempre se habían llevado bien para ser hermanos. Sus peleillas tenían, pero el apoyo y la confianza que uno tenía sobre el otro era infinita. Si alguno estaba en problemas, sabía a quién acudir.

-Hola hermanita, ¿Qué tal? ¿mejor?

-Eso de hermanita... soy mayor que tú.-dijo Lauren con una expresión de burla, pero sin brillo ninguno en sus ojos.

Chris se dio cuenta de que su hermana estaba intentando aparentar algo mejor de lo que estaba, e inmediatamente supo qué necesitaría para animarla. Lauren parecía ser una chica tranquila, pero todo lo contrario, amaba ir de fiesta con su amiga Alexa y las demás. Ser popular tiene sus privilegios, ya que estaba invitada a la mayoría de fiestas que se celebraran en los alrededores. Chris había sido invitado a la fiesta de Dinah Jane Hansen, una de las animadoras de la escuela. Él no la conocía muy bien, solo sabía que tenía un año menos que su hermana y que sin duda era guapísima, ¿cómo decir no a una invitación a su casa? Además, todos sabían que Dinah era millonaria, sus padres tenían una red de hoteles en L.A., así que fácilmente ella se quedaba sola en casa, organizando las mejores fiestas de la ciudad de Miami.

-Aunque seas mayor que yo, yo siempre seré más maduro.- dijo sacando la lengua, haciendo de nuevo el intento de animarla- Hey, este finde habrá una mega fiesta en casa de Hansen, ¿os apuntáis las chicas y tú?

Lauren alzo su mirada hacia su hermano, con un destello travieso en sus ojos dónde destacaba una pincelada de maldad. Chris ignoró esa mirada cuando emocionada, Lauren se levantó y lo abrazó, saltando de alegría y bailando ridículamente mientras cantaba rimas tontas que tenían que ver con pizza, fiesta y alcohol.

Ambos bajaron riendo, y se dedicaron a charlar sobre el pesado día que habían tenido. Lauren evitaba el tema de Brad y Chris tampoco lo tocaba, cuando abruptamente la chica preguntó:

-Y...¿Brad estará en la fiesta de Dinah?

Chris la miró confuso, pero sin rechistar se limitó a contestar.

-Supongo, aún no habéis hablado ¿no?

-No, no podría mirarle a la cara, pero créeme que cuando pueda hablaré con él, y le dejaré las cosas claras, tomarme por tonta no es algo que le aconsejaría hacer.

El timbre de la casa sonó avisando a la chica de que sus amigas habían llegado. Fue a abrir la puerta, y ni siquiera había saludado cuando Alexa entró echando humo y gritando maldiciones. Chris decidió quitarse de en medio, así que sonrió a las chicas y desapareció en segundos. En cuanto a Lauren, no paraba de reír amargamente, diciendo que ya lo tenía todo planeado. Salieron al jardín, y se sentaron con un refresco cada una.

-Menos mal que Alexa ya se ha calmado, si no, la habría calmado a tortazos.- dijo Vero irritada por el mal humor de su amiga.

-¡Hey! Te quejas demasiado, sabes que te encanto.- le dijo guiñándole un ojo, a lo que Vero respondió con un resoplido al aire.

-Bueno, hemos venido para lo que todas sabemos, hay que darle su merecido a cierto estúpido.- dijo Lucy intentando centrarse e ignorar las caras pervertidas que Alexa le estaba haciendo a Vero.

-Oh sí, tengo ya un plan chicas, y os necesito a todas bien guapas.-Lauren dijo con una emoción fingida.

-Yo... no estoy de acuerdo con hacerle nada a Brad.- dijo Keana sin mirarle a los ojos- a lo mejor simplemente se cansó de vuestra relación...

Todas callaron, y miraron a la castaña clara, boquiabiertas. Alexa ya iba a levantarse y a gritar de nuevo cuando Lucy la calló.

-Keana, si no estás de acuerdo con defender a tu amiga de un sucio infiel, deberías irte ya.- dijo duramente.

-No... no es eso, yo quiero mucho a Laur, pero ¿qué pasa si a lo mejor él se cansó? Han durado mucho tiempo y simplemente hay mucha más gente en el mundo.- dijo nerviosa.

Lauren se situó al lado de Lucy, y ya estaba colorada de la ira, pero aún mantenía su autocontrol.

-Keana, no es eso. El maldito problema no es el que se cansara de mí, el problema es que me engañó, y decidió hacer como que me quería aún saliendo a mis espaldas con otra, y eso es de ser un sucio asqueroso.- escupió- A mi me duele que después de tanto tiempo no hubiera tenido la confianza en mi como para decirme lo que le ocurría. Como rata que es, eligió el camino fácil, pero ¿sabes lo que te digo? Cada decisión que se toma tiene sus consecuencias. Yo lo amaba, le di todo, le iba a regalar mi virginidad, ¡joder! Y él me las pagó con mentiras...

En ese momento, toda la fortaleza que Lauren había construido alrededor y que le había durado por el día entero, se había derrumbado, y las lágrimas amenazaban con salir.

-Y me niego a echarme las culpas a mí misma de que él sea un inmaduro y no sepa enfrentar sus problemas. Me niego. Si tu estas de su parte, largo de mi casa. No te tendré rencor, porque eres muy buena amiga, pero pienso que deberíamos entonces alejarnos un poco, hasta que todo se calme.

Keana desvió su mirada hacia un punto en mitad de la nada. Claramente incómoda, se revolvió en su asiento, hasta que bajo la atenta mirada de las demás, se levantó y a paso apresurado abandonó el domicilio Jauregui.

Lauren se sentó en el césped, inmediatamente siendo abrazada por sus amigas. Vero le besó la mejilla y le susurró palabras de aliento en el oído. Lauren se recompuso, y sonrió.

-Chicas, ¿conocéis a Dinah Jane?

-¿No es esa la millonaria que está en mi clase de Ciencias?.- preguntó Vero.

-La misma.

-¿Qué pasa con ella?

-Pues que nuestra, ahora gran amiga, hace fiesta este finde, y el gilipollas de mi ex va.

-Todavía no es tu ex Laur.- dijo Lucy molesta porque Lauren no había aceptado hablar con él aún.

-Pronto lo será, ¿Qué tal este fin de semana?

-Perfecto.- rio Alexa.

Se despidieron, y cada una se marchó a su casa, todas deseosas porque llegase ya el Sábado.

MAÑANA DEL SÁBADO

Lauren se levantó sin energías. No se podía mentir a ella misma, lo de Brad le había dolido, y poco a poco le estaba convirtiendo en otra persona. Su móvil sonó por enésima vez esa semana, ésta vez por un mensaje de texto, pero éste si lo abrió.

-Bebé, te echo de menos, dime por favor ¿qué hice? Te lo recompensaré, no quiero perderte, por favor, Lauren. Yo... te amo... 💖

Brad.

Con rabia en sus ojos, su tristeza se fue enseguida. Las ganas que por un segundo, había tenido para perdonarle se esfumaron, y apretó el móvil en sus manos con fuerza. Luego escribió una respuesta breve.

-Hablamos en la casa de Hansen. Ya no soy más tonta, ya no más Brad. Mucho me has engañado ya.

Después de eso, el móvil empezó a vibrar el doble que antes, sin cesar. Lauren lo apagó y con un suspiro lo dejó en la mesita de noche. Se levantó con ganas, y bajó a desayunar, dispuesta a pasarlo bien en aquella fiesta, iba a vestirse como nunca, iba a ser más mala que nunca, por una noche no iba a ser la Lauren Jauregui que todos conocían.

Lo que Lauren no sabía es que esa fiesta no solo haría que su camino diera un giro de ciento ochenta grados, marcaría su vida cómo nada ni nadie lo había hecho. Porque una equivocación no fue tan relevante para nadie nunca.

X Factor (Camren Gip)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora