Terror Tornquist

Sentimientos Extraños

Me encontraba con mis dos Hermanos jugando en mi habitación mientras mis papas habían salido a cenar y volverían muy tarde, es por eso que aprovechamos ese tiempo en el que nunca nos dejaban quedarnos despiertos hasta altas horas para poder divertirnos lo máximo posible.

Mi hermano y yo estábamos jugando con la computadora, mientras que el más chico estaba jugando con una pelota que le regalaron mis tíos dentro de la habitacion, lo que era demasiado molesto gracias al dichoso ruido que provocaba la misma al rebotar contra la pared y esta de más decir las cosas que tiro y gracias a dios no rompió, es por eso que muchas veces que dije que se ponga a jugar con otra cosa, pero, como siempre, no me hizo caso, eh incluso que dije que iba a contar un cuento de miedo corto para que de esa manera se atemorice, pero otra vez no me hizo caso.

En un momento en que mi estrés estaba ya en lo último, su dichosa pelota se calló debajo de la cama, y nos pidió que se la saquemos porque tenía miedo, pero nosotros no le hicimos caso e incluso le dijimos que la busque es mismo si tanto la quería.

Después de pasar mucho tiempo jugando a unos juegos de mi computadora, le pregunte a mi hermano donde se había metido el más chico de todos, debido a que hace mucho tiempo que no lo escuchaba, y no supo responderme ya que tampoco sabía. Le dije a mi hermano que valla a buscarlo en la cocina y yo lo iba a buscar afuera de la casa, pero al bajar de la silla en donde estaba sentada, pensé que capaz que estaba escondido en algún lugar, por lo que me acerque a la cama donde había caído la pelota y sentí un ruido por lo que supuse que era él.

Por lo que al pararme al lado de la cama sentí como me agarraba el tobillo del pie izquierdo con su mano, ¡JA! Pobre ingenuo pensó que me iba a asustar, ya que siempre lo hacía asustar con mis cuentos de terror. Algo que no le preste atención, hasta el momento en el que escuche a mi otro lado que mi hermano gritaba: “Acá esta, en la cocina viendo la televisión”, Cuando de repente me di cuenta que no había nadie más en la casa que nosotros tres…