CAPITULO1
12 de Junio de 2006
Esa noche había quedado con Emily y Sandra para irnos de fiesta. Salí de la Universidad cargada de libros y apuntes, consecuencias de estar estudiando derecho- pensé. Caminé hacia mi coche que estaba aparcado fuera del recinto, había bastante gente para ser un viernes, iba concentrada en mis pensamientos cuando choque con algo, bueno más bien con alguien haciendo que se me cayesen los libros al suelo.
-Lo- lo siento, ha sido sin querer- el chico se giró dejándome ver unos ojazos negros que impactaban nada mas mirarlos, le miré de arriba abajo, observándo cada detalle de su cuerpo, alto, musculoso, muy musculoso diria yo, continué mi inspección por el abdomen, que se le marcaban los abdominales y esa camiseta no dejaba mucho a la imaginación, seguí hasta su cara topándome con una sonrisa de lado. Me encantaba que hiciesen eso los hombres- pensé, enseguida noté como mis mejillas se ruborizaban y le sonreí timidamente.
-No pasa nada, si la culpa ha sido mía por estar enmedio plantado- Y que voz, tan masculina- Por cierto soy Diego, Diego García- me tendió la mano, muy caballeroso-pensé.
-Encantada soy Martha, Martha Díaz- le estreché la mano con la mirada clavada en sus ojos, esos ojos que escndían muchas cosas. Observé la hora y me acordé que tenía que pasar por casa de mi madre para recoger unas cosas- Bueno Diego me tengo que ir, ya nos veremos. Chao- Y antes de que pudiese contestar ya me había ido corriendo.
-Después de aquella escasa conversación, se me quedó una extraña sensación en el cuerpo, no había dejado de mirar sus ojos, algo en ellos me decían que no eran buenos, pero atraían y era imposible dejar de mirarlos. Llegué hasta mi coche, dejé las cosas en el asiento trasero y me dirigí a casa de mis padres.
Llegué en unos 20 minutos más o menos, llamé y me recibió mi madre con una sonrisa.
-Cariño, que alegría me da verte, no sabes lo que te echamos de menos tu padre y yo- me abrazó con tanta efusividad que casi no podía respirar
-Hola mamá, yo también me alegro de verte y papá?
-Dentro, pasa pasa- se hizo a un lado y pasé. Esa casa me traía tantos recuerdos de mi infancia, solo llevaba viviendo en mi nueva casa casi un año y les echaba de menos. Pasé al salón y ahí estaba mi padre, sentado en su mecedora viendo una serie policíaca, sigue todo igual que siempre-pensé
-Aun sigues viendo esas series traumáticas? No cambiaras nunca eh!- Se giró hacia mi y me sonrió, me encantaba cuando mi padre sonreía, cuando lo hacía me sentía plenamente feliz.
-Hija mía, como te he echado de menos, no sabes lo dificil que es aguantar a tu madre yo solo- se escuchó de fondo un Te he oido, yo no pude evitar reirme ante aquel comentario- a que se debe tu visita?
-He venido a recoger las cosas que me dejé aquí, asi termino de instalarme del todo- no dijo nada solo sintió. Caminé por el largo pasillo, hasta llegar a mi habitación, cuando entré una montaña de recuerdos me vinieron a la mente y los ojos se me pusieron brillantes. Inspeccioné la habitación hasta que vi en una esquina dos cajas de carton, las cogí como pude ya que pesaban y sali de ahi cerrando la puerta tras de mi.
Estube un largo rato con mis padres, hablando de como me iba en la Universidad, con los chicos y cuando me quise dar cuenta eran las 21:30 y yo había quedado a las 23hrs, mierda llegaría tarde como siempre- pensé me despedí de mis padres y salí rumbo a mi casa.
Entré corriendo en mi apartamento, dejé las cajas por enmedio y fui directa a la ducha, tardé unos 10 minutos en ducharme, raro en mí pero si no mis amigas me mataban. me pinté el Eyerline, rimel un poco de colorete y brillo en los labios. Cuándo me pinté fui a vestirme, opté por un vestido blanco de tirantes que tenían al descubierto ambos lados de mi cintura, me alisé mi pelo castaño claro, me gustaba lucirlo y por último me puse mis tacones, bueno mas bien taconazos negros, con el bolso a conjunto.
Cuándo estaba echándome colonia, llamaron al timbre eran mis amigas, cogí mi bolso y salí de casa. Cuando las vi, me quedé alucinada, Y estas dos guarras son mis amigas? Esta noche arrasamos- pensé, me acerqué a ellas dandoles un beso en la mejilla a cada una. Emily la guiri del grupo llevaba una falta alta con un top de estampado etnico y Sandra la pelirroja llevaba unos leggins con una camisa blanca y sus super tacones negros. Ibamos divinas, pedimos un taxi que nos acercó a un restaurante chino.
El camarero nos indicó la mesa que teniamos reservada y nos dirigimos hacia ella, nos dejó la carta y se marchó
-Bueno Martha como te ha ido el día?- Me preguntó Emily sonriente- A Sandra no hace falta que le pregunte ya que la tengo todo el día pegada a mi culo- Sandra le dió con la carta en el brazo y yo no pude mas que reir
-Pues me ha ido bien, pero me ha pasado una cosa un tanto extraña con un chico- se lo iba a contar cuándo Sandra me interrumpió muy normal en ella- pensé
-Chicas chicas mirad aquel chico que esta sentado en la mesa de la ventana, el de la camisa gris ajustada- me giré hacia donde decía mi amiga, viendo a un Diego muy sexy que me miraba sonriente, seguro que no me sonrie a mi, no seas creida anda- pensé
-Morena, ese buenorro parece que te está mirándo- la voz de Emily hizo que saliera de mis pensamientos, miré a mi amiga que me miraba con una sonrisa pícara.
-A mi? Que va loca que dices, seguro que os miraba a alguna de las dos- me hice la loca como si no fuese conmigo, miré una vez más a Diego pero ya no me miraba, así que decidí dejar el tema y centrarme en la cena. Continuamos hablando de cosas sin sentido, planeamos hace un viaje en invierno a Londres mi ciudad favorita. Al terminar llamamos al camarero para pedir la cuenta, el vino sonriente.
-Lo siento señoritas pero aquel caballero de la mesa de la ventana ya ha pagado por ustedes, y me ha dicho que una tal Martha va muy guapa esta noche- Pero que coño estaba pasando aqui? No solo paga la cuenta si no que encima hace que el camarero me diga guapa haciendo que muera de verguenza- pensé, esto ya me empezaba a mosquear, miré a mis amigas y ellas sonreian y me miraban divertidas
-Oye y a ti que te ha pasado con el sex simbol? Y a estas tardando en contarnos- una emocionada Emily se levantó haciendo que le siguiesemos a la salida. Pedimos otro taxi que nos llevaría al nuevo pub que han abierto hace nada en el centro, Nou Habana. Durante el trayecto les expliqué todo lo que había sucedido con Diego, mis amigas me echaban miraditas y gritaban como locas haciendo que el conductor se riera de nosotras.
Llegamos al pub y le enseñamos los DNI al portero, me gustaba que con 23 años aun me lo pidiesen. Nada más entrar la música de Danni Romero inundó mis oidos, fuimos a la barra y me nos pedimos un Vodka con limón, nos pareciamos hasta en eso-pensé. Cogí mi vaso y me dirigí al centro de la pista, había demasiada gente y no se podía bailar con facilidad. Mis amigas me siguieron e hicimos con un circulo entre nosotras tres, bailamos lo mas provocativas que podíamos, atrayendo a muchos chicos.
Me lo estaba pasando genial, bailando con mis amigas y con chicos, miré a mi alrededor para ver como de lleno estaba cuando le vi, apoyado en la barra mirándome sonriente. Joder que bueno que está, Dios!! Ese pensamiento me hizo ruborizar sin saber que no sería la última vez que lo viese.
HOLA A TODOS Y A TODAS!! BUENO ESTE ES EL PRIMER CAPITULO DE MI NUEVA OBRA, ESPERO QUE OS GUSTE TANTO COMO LO QUE NUNCA ME IMAGINÉ, YA SABEIS VOTAD Y COMENTAD. UN BESO, EVELIN
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Ciega de amor
Romance¿Que pasa cuándo el amor se convierte en obsesión? ¿Cuando lo que creias conocido se convierte totalmente en desconocido?