Me desperté con los rayos del sol que entraban por mi ventana, me dolía la cabeza a rabiar, no debía haber bebido tanto la noche anterior. me acerqué a mi mesita de noche y cogí el móvil, aun veía borroso, me restregué los ojos y fue cuando me di cuenta de todas las llamadas que tenía de Emily, de Sandra y un mensage de un numero desconocido, pasé del mensage y llamé a Emily aun tumbada en la cama
-Neeena, que haces? Te hemos llamado mas de mil veces!!- me aparté el teléfono de la oreja por el grito que pegó mi amiga- ¿Que pasó anoche?
-Cabrona no me chilles!!- escuché una carcajada por su parte
-Que, mucha resaca no? Venga levantate y vamonos a comer, que tienes que contarnos cosas
Estaba tumbada en la cama casi durmiendome cuando un grito me despertó de golpe otra vez
-Maaartha!! Venga a la ducha- esta vez era Sandra, le puse mala cara al teléfono
-Que si, que voy donde quedamos?- me levanté de la cama, dirigiendome al baño.
-En media hora pasamos a por ti, venga a arreglarte. Te queremos- y antes de que pudiese contestar, me colgaron
Dejé el móvil en el lavabo y me quité la ropa, me fijé en mi brazo y tenía una marca morada, me la toqué y apenas dolia. Me metí en la ducha dejándo que el agua callese tranquilamente
Oh no, hoy he quedado con Diego, ni me acordaba!!- pensé. Salí de la ducha y fui a mi armario, me decanté por un pantalón pitillo, unos botines de tacón marrones y una camisa marrón, me sequé el pelo dejándolo suelto, me cogí una chaqueta vaquera y mi bolso marrón y cuándo estaba a punto de salir, pitó un coche, me asome corriendo al balcon y vi a mis amigas en su Mini Cooper rosa, le encantaba el rosa
Salí de casa, cerrándo tras de mi, esperé al ascensor y vi que salía de la puerta de al lado un chico guapisimo, castaño con los ojos verdes tirándo a azul era bastante musculoso, no tanto como Diego se puso a mi lado y me sonrió, tenía unos dientes perfectos.
-Hola, me llamo Carlos, soy nuevo me acabo de mudar aquí y bueno me parece que somos vecinos- me mostró de nuevo su sonrisa, me quedé embelesada en el y reaccioné cuándo las puertas se abrieron, me cedió el paso y él se puso a mi lado.
-Hola encantada yo soy Martha, no sabía que Gastón y Encarni habían vendido el piso- nos giramos mirándonos a los ojos.
-Bueno, no lo han vendido, soy su nieto- vaya no tenía ni idea de que tubiesen nietos, parece que leyó mis pensamientos- Mi madre, su hija se mudó a Francia cuando yo era un niño, me he criado allí, pero cuando mis abuelos se fueron a vivir con mis tios me vine aqui a estudiar
-Y que estudias? Si no es molestia preguntar- Porque le preguntaba todo eso?? Se estaría quedándo flipándo conmigo
-No para nada, pues voy a estudiar Derecho en la Universidad de aquí- en ese momento los ojos se me abrieron como platos
-En serio? Yo también estoy estudiando eso- en ese momento se abrió las puertas, que lento se me habían pasado los 6 pisos, me dejó salir regalándome una sonrisa preciosa, se la devolví
-Bueno pues me encantaría verte más veces, aunque llendo a la misma Universidad seguro que si- se despidió guiñándome un ojo. Me quedé pasmada, no se que tenía ese chico que me atraía pero no tanto como Diego, él era una atracción mucho más fuerte e intensa.
Me había quedado plantada en la puerta del ascensor y cuando me di cuenta de unas pocas personas que habían me miraban salí rápidamente de mi edificio. Busqué el coche de mis amigas y las vi, cantando como locas una canción de Rihanna, Put it up- mi favorita- me acerqué a ellas riendome a más no poder hasta que me vieron y bajaron la música
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Ciega de amor
Romance¿Que pasa cuándo el amor se convierte en obsesión? ¿Cuando lo que creias conocido se convierte totalmente en desconocido?