Capitulo 2

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Al llegar a España a pesar de que era media noche sentí una brisa muy cálida, sería porque llegué en pleno verano. Sigo a la gente que va en busca de un taxi, cuando lo encuentro me subo en él y pido que me acercara al hotel Plaza donde había reservado una habitación mientras encontraba un apartamento que pudiera arrendar para quedarme.

Al día siguiente me despierto a las 5 de la mañana ya que el cambio de horario me hace levantarme muy temprano, aprovecho que en el vuelo había descansado mucho y me alisto para salir a buscar algún apartamento barato mientras busco un trabajo para poder mantenerme.

Le pregunto al botones del hotel si sabe donde hay una inmobiliaria cercana por acá. Me dirijo a la dirección que él me dio. Al entrar noto un aroma mentolado muy agradable, pero no logro reconocer de dónde proviene, si es de un ambientador como fuera lo quiero comprar, donde sea que me fuera a vivir quiero sin duda tener ese aroma impregnado en mí. Wauw primera vez que tengo algo tan claro, ahora el problema es descubrir de donde viene el aroma.

-Buenos días, en qué le puedo ayudar-una voz me saca de mis libres pensamientos.

-Buenos días, quería saber si tenían algún catálogo de apartamentos que pudiera arrendar

-Claro, dígame cuál es más o menos su presupuesto

-Pues creo que por ahí unos 600 o 700 euros

-Muy bien, mire aquí tengo unos catálogos con toda la información que necesite pero al igual si tiene cualquier pregunta aquí está el número de la inmobiliaria por cualquier cosa. Si quiere lléveselos y mírelos con calma y cuando tenga algo claro puede volver y nos dice que decidió.

-Muchísimas gracias, hasta luego.

-Adiós, que tenga buena tarde.

Al salir, me doy cuenta que me muero del hambre así que decido ir a buscar algún restaurante para desayunar. Un camarero alto, con una cara casi perfecta, ojos azules y cabello castaño me toma el pedido. Mientras espero mi desayuno me pongo a ver los catálogos, hay muchos apartamentos muy hermosos pero como raro en mí no sé por cuál decidirme. A los 10 minutos estoy deleitándome con el desayuno que tengo delante mío, jamás lo he probado pero el aroma es más que delicioso.

Después de desayunar regreso al hotel, necesito un descanso, estar en la capital de España puede resultar un poco agotador, pero no tanto como vivir en Bogotá por lo menos aquí es más seguro. Al subir una joven morena se topa conmigo y accidentalmente me derrama el café encima.

-Mierda, disculpa, lo siento mucho, que pena contigo

-No te preocupes, fue un accidente, a cualquiera le puede pasar-digo disculpándola.

-Pero me da mucha pena contigo, si quieres dame tu número para estar en contacto contigo y poder llevar tu ropa a la lavandería

-No, de verdad no hay problema

-Por favor déjame hacer esto, me siento realmente culpable-dice casi suplicando.

-Está bien pero solo para que te sientas mejor.

-Muchas gracias, ahora dime cómo te llamas- me pregunta sacando su celular del bolso que lleva

-Mmm Sofía y mi número es,es...Diablos aún no tengo un número aquí en España.

Ella me mira confundida.

-Lo que pasa es que esta mañana llegue de Colombia, la verdad es la primera vez que vengo a España y hasta ahora me estoy instalando-explico.

-Ah no te preocupes, dime cuál es tu número de tu suite y yo esta tarde paso por tu ropa.

-Ok, mira mi habitación es la 205

-Vale, te parece bien si la recojo a las 5 p.m

-Claro, voy a estar todo el día acá

-Muy bien, a por cierto mi nombre es Ashley

-Bien, Ashley entonces no te entretengas y ve rápido donde tenías que ir.

-Mierda, verdad, no me acordaba, te veo luego, adiós Sofía.

-Hasta luego- me despido con la mano

Esa muchacha me cae bien a pesar de lo poco que la conozco, me encanta su forma de hablar. No lo sé pero tengo una buena impresión de ella. Al llegar a mi habitación me doy una ducha de agua tibia y me recuesto en la cama pero en menos de un minuto ya me había quedado dormida.



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