¿Qué pasa cuando no sabes qué decisión tomar o hacia donde ir? Cuando Nicoll Sofía decide cambiar de rumbo e irse a otro país para centrarse más en su vida conocerá a Louis un chico de una banda que la enredará más de lo que estaba antes. Acompañala...
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Ya es miercoles, estoy entre despierta y dormida, siento los carros y motos pasar por la calle pero unas leves imágenes se me aparecen en mi mente de Louis, no sé si son sueños o son recuerdos, todo va bien hasta que el sonido de mi celular empieza a sonar:
-¿Hola?
-¡Hola Sofi! Disculpa por llamarte a estas horas pero necesito que me hagas un favor
-Debe de ser muy importante para llamarme casi a las 5 de la mañana-dije casi en un gruñido
-Lo sé, disculpa pero es que anoche Eric tuvo un altercado y está en urgencias, no me he podido separar de él pero la cafetería necesita abrirse en unos 20 minutos, sabes que la mayoría de los clientes van ahora para su primer café de la mañana y no hay nada hecho, de verdad quisiera ir en un momentico, atenderlos y después volver a cerrar la tienda pero es que no me puedo separar de Eric, me podrías hacer ese favor de ir por mí a la cafetería, sé que hoy era tu día libre pero por eso no te preocupes ya me las arreglaré mañana yo sola ¿si?
-Claro Mireia, no te preocupes ya mismo salgo para la cafetería, pero ¿Eric está bien?
-Pues..-se quedó en silencio, apenas escucho unos sollozos-aún sigue inconsciente pero ya te contaré bien después, oye más tarde hablamos porque el doctor me está llamando-con eso cuelga la llamada y yo me levanto de mi cama dispuesta a hacer mi rutina diaria y a dirigirme a trabajar.
Al llegar a la cafetería levanto las rejillas y desactivo la alarma de seguridad, entro y empiezo a preparar el café mientras espero a que los clientes empiecen a llegar poco a poco por su café matutino, la verdad no sé cómo pueden levantarse a las 5 de la mañana sólo por venir acá a por un café, nunca lo he probado recién hecho, pero dicen que el de aquí tiene un toque especial así que cuando ya esté listo me serviré una taza ya que necesitaré tener mucha energía para el día que me espera, desde ya sé que va a ser agotador.
Empiezan a llegar los clientes y yo empiezo a servir los cafés en sus respectivos recipientes para que ellos empiecen un buen día, sin darme cuenta son las 8 de la mañana y los clientes poco a poco han desaparecido dejándome sola otra vez y empiezo a preparar el desayuno del día de hoy.
Cuando vuelvo a mirar mi reloj son las 9, ya están por llegar los demás clientes que pasan por aquí para desayunar, pero me tiene preocupada que no me haya llamado Mireia, no sé cómo estará, si tendrá hambre o como está Eric. Estoy en un tremendo ajetreo sirviendo desayunos por todo lado y llevándolo a sus respectivas mesas cuando escucho mi celular sonar, estoy muy ocupada para contestar pero a lo mejor puede ser Mireia así que me dirijo hacia mi celular a contestar
-¿Hola?
-Hey Sofi, ¿Cómo estás?
-Ah, Ashley, pues bien y tú
-Bien, pero ¿de verdad estás bien? Suenas cansada, hace tiempo no hablamos ¿por qué no nos encontramos hoy? ya que es tu día libre en el trabajo y estudias hasta por la tarde
