A decir verdad, ella, tan única, linda, y extraordínaria niña, lo merecía, merecía todo, y si ella me lo hubiera permitido, yo se lo habría dado.
Yo le hubiera entregado todo mi cariño, y no sólo eso, mi alma, mi corazón, mi vida incluso hubiera dado por ella.
Si ella me lo hubiera permitido, yo le hubiera dado lo mejor de mi.
Si ella no se hubiera rendido conmigo, yo hubiera luchado por su amor, por quedarme a su lado toda mi vida.
Jamás había conocido a una chica como ella,
Tan engreída y humilde.
Tan infantil y madura.
Tan extraña y común
Con tanto odio y muchisímo amor
Tan libte pero sin libertad alguna.
Tan descarada y tímida.
Tan perfecta y llena de defectos.
Tan poco atractiva. Pero jodidamente hermosa.
Tan insensible y amorosa.
Suena ilogíco ¿Verdad?
Bueno, es que, así es ella, una mezcla extraña entre lo mejor y lo peor
"Quizá la amé de más.
Quizá ella no merece la pena.
Quizá ella no era lo que necesitaba en mi vida"
Son las palabras que me repito día con día.
Y me río.
Me río por las estúpidas mentiras.
Me río por el absurdo intento de sacarla de mi mente.
Me río de mi mismo ante mi ridículo intento de olvidarla.
Me burlo de mi, por qué, debo verme patetíco, escribiendo de ella.
@Alondralvarez0
