{Capitulo 1: ¿Llegando tarde?.} Parte 1/2

87 2 0
                                    

- Te amo, ¿sabías? –dijo tiernamente.

- Igual yo –sonreí, mientras él

acercaba sus labios a los míos y…

Tomé el despertador molesta y le di

un pequeño golpe para que dejara de

sonar.

- ¿Sabes que acabas de arruinar un

gran sueño? –miré la hora que éste

marcaba y entré en pánico- ¡Dios

mío! ¡las 6:45! ¡¡llegaré tarde!!.

Me levanté corriendo a la ducha, me

di un rápido baño, incluso aproveché

y me cepillé los dientes ahí dentro, al

salir comencé a vestirme a la

velocidad de la luz, a éste paso

podría llamarme Rayo McQueen, me

puse la falda con rapidez y en un

movimiento torpe, mi pie chocó con

el closet, para ser específica, me

golpee el dedo meñique.

- ¡Maldición!.

- ¿Así empiezas las mañanas, _______?

–dijo mi madre, riéndose por el golpe

que me había dado en el dedo

meñique, pero claro, cómo ella no

está sintiendo mi dolor se ríe.

- No dirías lo mismo si fuera tu dedo

–La fulminé con la mirada.

- Claro, claro –Se burló- Yo siendo tú,

me vestiría rápido que vas tarde.

- Eso hago, pero éste closet me ha

dado la bendición del día y pues –

miré el closet, cómo si éste pudiera

sentir que lo estaba matando con la

mirada.

- Cómo sea –me interrumpió-,

apúrate, te empacaré el desayuno…

¿Sabes qué? mejor te daré dinero

para que desayunes en la escuela.

- Vale –terminé de abrocharme la

Camisa.

Al cabo de 3 minutos ya me había

vestido, metido mis libros, celular, mi

ticket para el metro y dinero para el

almuerzo en mi bolso, cómo no tenía

que maquillarme, bajé rápidamente

las escaleras y ésta también quiso

darme una bendición, puesto tropecé,

por suerte no me caí.

- ¿Ya te vas? –preguntó mi padre,

mientras leía el periódico

tranquilamente en el sofá.

- Sí papá, voy tarde, hasta el

almuerzo –Me despedí, mientras salía

por la puerta- O, espera, _______ ¡Las

llaves!, que inteligente eres, ¿cómo

ibas a entrar?, ¿por la ventana? –me

volteé y vi a mi mamá parada en la

puerta, riéndose, con mis llaves entre

sus dedos-

- Eres muy predecible, ¿sabías? –besó

mi mejilla y me entregó las llaves.

Una vez con la llaves en mis manos,

Caminé rápido hasta la entrada de la

residencia, ó, ¿mencioné que vivo en

una linda residencia?, pues lo hago,

no es inmensa, tiene en total seis

casas y un lindo parque.

Llegando a la entrada de la

residencia saludé sonriente al

vigilante el cual me devolvió la

sonrisa.

- ¿Vas tarde, no? –Me abrió la reja.

- Sí, y mucho, hasta luego Señor Pérez

–Me despedí sonriendo.

Una vez afuera de la residencia,

comencé a acelerar el paso, de

repente recordé algo.

- La ceremonia –Dije en voz baja.

¿Cómo pude olvidarme de ella? y es

que a las alturas de ir en 10mo año,

la ceremonia no es algo importante,

quiero decir ¿para qué escuchar el

típico discurso del director? “Buenos

días alumnos, bla bla bla, espero que

tengan un buen año con buenas

calificaciones, bla bla bla, no dañen

las mesas, bla bla bla, retírense a

sus salones”. Ya llevo 2 años

escuchando lo mismo, ¿para qué un

tercero?.

What Is This Feeling?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora