SKIPE (ChicaxChica)

Capítulo 8

Me fui al instituto en skate, así es. Me gustaba andar en skate aunque lo uso mas de transporte que para hacer trucos y esas cosas.
Llegue a mi instituto y lo primero que vi fue la curiosa mochila de mi amiga América. Fui hacia ella y le mordí una mejilla suya

-¡Auch! ¿Que te sucede?.-

-Sabes que te quiero ¿No?.-

-Si, ¿Te digo algo?.-

-Yep.-

-Nunca pensé que me perdonarías.-

-Sabes que mis enojos no duran tanto.-

-Lo se.- Les diré algo mis enojos no duran mucho. Simplemente por que no puedo hacerlo con ella, la quiero demasiado y no puedo enojarme tanto con ella.

-¿Crees que vengan Leonardo y Belén?.-

-Ni idea, oye prometeme algo.-

-Si ¿Que Pasa?.-

-No debemos que un estúpido como ese.- y señale a Bruno que estaba a unos metros -Haga que nos enojemos tu y yo ¿Vale?.-

-Va, te quiero amiga.-

-Yo igual.- y nos finos un tierno y verdadero abrazo.
Pero no, tenía que ser él quien arruinara ese momento de amigas.

-Hola América Bebé.- dijo el y les juro por dios que le voltee la cara a ese chico.

-Hola Bruno.- dijo dándome un codazo.

-Ehm... Yo mejor me voy.-

-No no no, Bruno me tengo que ir, hablamos luego.-

-Si, pero primero podrías...- y tocó 3 veces sus labios.

-No, ya me tengo que ir, hasta luego.-
Nos fuimos caminando hacia nuestra clase de español.

-Me impresionas América.-

-¿Por?.-

-¿Como que por que? Por lo que acabas de hacer. Bateaste un beso, escuchame bien. BATEASTE UN BESO DE BRUNO.-
-¿Y?.-

-Eso es mejor que ver a... No se, ¡Lo que sea!.-

-Hahaha, Alex, calma no es para tanto.-

-Es tan Increíble.-
Me impresionaba lo dedicada que estaba América en esos momentos, se veía que no quiere perder nuestra amistad, pero quien sabe la de Bruno.
Pasaron varias clases, hasta que teníamos que ir a nuestro taller. Nuestro taller es algo así como una carrera por si ya no estudias la universidad. América y yo estábamos en cocina, y hoy estábamos haciendo un pastel de chocolates vob moras.

-¿Crees que nos quede?.-

-¿Con quien piensas que hablas?.-

-Con Alex ¿No?.-

-Exacto, soy Alex a la que siempre le salen los pasteles de chocolates con moras.-

-¿Sabes? Me siento en una competencia de pasteles.-

-Hahaha.- y tome una cuchara batidora -El equipo Amexa esta haciendo batiendo la mezcla para él delicioso pastel de moras, ya solo quedando 40 minutos para hornear y decorar se huele a temor y desesperacion.- y América y yo nos empezamos a reír a carcajadas.

-¿Me puede contar él chiste a mi también?.-
Dijo la maestra de cocina, Silvia. Una mujer ya de unos 40 o quizás 50 años, cabello café oscuro y canoso, chaparra y tez morena.

-No, ya no tendria nada de gracia, lo siento.-

-Bueno señorita América, entonces le pido por favor que siga con su proyecto y quiero evidencia.-
La evidencia eran fotos que estaban en tu registro para que tus padres vieran lo que haces a fin de año.

-Claro señorita Silvia, con muchísimo gusto le hago su hermoso postre.-
La maestra se fue y nosotras hacíamos él postre entre risas. Al final, si nos quedo, tanto que lo guardamos y no dejamos que nadie comiera.

-¿Puedo?.-

-Por quinta vez... No Leonardo.-

-¿Por que no?.-

-¡Porque no y ya!.-

-Eso no es justo.-

-Calla cara de pizza.- Leonardo al final se quedo callado y Belén y yo moríamos de la risa.

-¿Al menos lo podremos comer?.-

-Quizá, ¿Vamos hoy a la casa de alguno de nosotros.- dijo América

-La de Alex no, ya fuimos ayer.- dijo Belén

-Vamos a la mía.- dijo Leonardo
Y así fui, al terminar las clases nos fuimos directamente a la casa de Leonardo y lo mejor fue que no hubo ni un rastro de Bruno.
Pasamos toda la tarde juntos, riendo, jugando y comiendo pastel.
Según esos dos chicos nos había quedado riquisimo, aunque no lo creo.

Después de la grandiosa tarde que tuve con mís mejores amigos.
En la noche, fue algo tranquilo, solamente cené algo ligero y me fui a dormir, lo mas seguro es que mi padre ya estaría aquí en la mañana.

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