Capitulo 24

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como el que había sentido otras veces, pero esta vez ere diferente, de alguna manera.
De pronto, estaba sentada, recostada contra algo, mi cara estaba escondida detrás de mis rodillas mientras las abrazaba con mis brazos. Levanté mi cabeza, vi mi habitación, la examiné de arriba abajo, de un lado a otro, estaba como siempre... excepto por algo.
En la pared de mi habitación habían un motón de fotos, fotos como las que había en el cuarto de mamá, era su estilo ¡Cumplió su sueño!. Pero en estas estábamos mi madre y yo, ¡En Hawái! Esperen, esperen ¿Quién es ese hombre que está con nosotros? ¡ASÍ ES! ¡Es papá! ¡Oh Dios! Y en Nueva York, estamos los tres en Central Park y ¡En Paris! Los tres... como una familia.
Sentí como mis lágrimas salían, no podía contenerlas, sin embargo, no recordaba nada aún.
-¿Por qué no...? -Antes de que terminara la frase un fuerte dolor de cabeza vino a mí, me tiré al suelo tratando de no gritar. Imágenes pasaron por mi cabeza como una película, iba demasiado rápido. Y luego... lo recordaba todo, mi nueva vida; las vacaciones, los viajes a casa de la abuela ¡La abuela seguía viva! La boda del tío Nico y la tía Euge, salidas con mis amigas, ¡Tengo amigas! Salidas con mi novio ¡OMG! ¡TENGO NOVIO! me levanté.

Me puse a ver todas las fotos y en la esquina, en un lugar especial estaba, estaban las de él; en los bolos, la pizzería, el parque, la fiesta de Hallowen. Y lo más curioso, era su nombre.
-Jerome Amadeo... -Pronuncié su hermoso nombre. ¡Dios! ¡El hijo de Benjamin!- Así que... eres mi novio. -Miré bien nuestra foto en el Starbucks, cabello rubio, alto, musculoso, ojos azules, labios besables... labios que ya había besado, millones de veces. Suspiré. Si tan solo papá pudiera oírme pensar.

¡PAPÁ! Pensé y corrí fuera de mi cuarto, bajé las escaleras de dos en dos, pasé hasta la cocina pero ahí no estaban, volví a correr hacia arriba pero me devolví a la sala.
-¿Mamá? -Pregunté. Ella estaba sobre papá a ahorcadas en el sofá mientras lo besaba y el pasaba sus manos por su espaldas. Cuando me oyeron se separaron, mamá saltó y se puse de pie mientras que papá se puso un cojín en el regazo ocultando... ustedes ya saben que.
-Allegra, estás despierta. -Habló mamá con asombro y luego miró a papá- Te dije que estaba despierta. -Papá solo se encogió de hombros inocentemente.
-¿Cómo te sientes princesa? -Preguntó mamá acercándose para pasar una mano por mi cabello y poner un mechón detrás de mi oreja. Cerré los ojos antes su tacto y sonreí.
-Mejor. -Recordé que hace unos minutos -En la nueva realidad- le había dicho que me sentía un poco mal- Muchísimo mejor. -Le dije. La abrasé, la abrasé fuerte, papá se había levantado. Nos envolvió, en sus grandes y fuertes brazos. Este era un abrazo familiar, un abrazo que había querido desde que tengo uso de razón.

Rompí el abrazo separándome para verlos, eran felices y podía verlo en sus ojos, yo era feliz y era gracias a ellos.
-Los amo, los amo más que a nada. -Dije con lágrimas en los ojos. Mamá y papá se miraron entre sí y sonrieron.
-Y yo a ti mi pequeña. -Mamá tomó mi cara y besó mi frente.
-Y yo las amo a ambas -Papá pasó sus brazos por mis hombros y por los de mamá- A mi princesa -Besó mi mejilla- Y a mi reina. -Me soltó y se dedicó a besar a mi mamá apasionadamente.
-Peter, Allegra está aquí. -Murmuró mamá, como pudo. Papá se separó.
-Tranquilos, tengo una cita con Jerome. -Dije. Papá rodó los ojos y mamá rió.
-Ese Jerome... no confío en él. -Mamá soltó una carcajada.
-¿Pero en quién confías tú, Peter?
-No en los Amadeo... eso es seguro. -Murmuró.
-eso fue hace mucho. -Replicó mamá- Está casado. -Papá se cruzó de brazos.
-Lo sé. -Dijo entre dientes. Yo reí y los volví a abrazar.
-Los quiero. -Dije. En ese momento el timbre sonó. Di un salto y arreglé mi cabello- Es Jerome. -Suspiré su nombre y corrí hasta la puerta.

Estaba nerviosa, como nunca. Abrí la puerta y ahí estaba él, con su gran sonrisa y los mismos hoyuelos de su padre; solo que en él, era mucho más hermoso.
-Hola Allegra. -Dijo.
-Hola... Jerome. -Suspiré.
-Te ves hermosa. -Comentó.
-Como siempre. -Soltó papá que estaba parado detrás de mí. Rodé los ojos.
-¿Cómo está señor Lanzani? -Preguntó Jerome con cierto nerviosismo.
-Pues bien, bien, muy bien. -Pasó su brazo por mis hombros. Estaba tratando de ser intimidante.
-Peter... -Oí a mamá acusarlo. Ella salió a la puerta.
-Hola Jerome, cariño ¿Cómo has estado? -Preguntó mamá con una sonrisa.
-Bien señora Lanzani ¿Y usted?
-Bien... controlando a Peter. -Mamá pasó una mano por su cabello y besó su mejilla. Todos reímos. Papá miró a Jerome desafiante.
-No creo que sea gracioso. -Espetó. Jerome dejó de reír.
-Lo siento señor Lanzani. -Bajó la cabeza.
-No importa cariño. -Dijo mamá- Peter eres un maleducado. -Le reprendió. Papá levantó una ceja.
-¿Ya nos vamos a cenar? -Pregunté.
-Claro. -sintió Jerome- Señor, la traeré a las diez, como siempre.
-Claro, claro, ve antes de que me arrepienta. -Oí como mamá le pegaba un manotazo, no muy fuerte en su brazo derecho. Me despedí con la mano. Me giré y tomé la mano de Jerome. Los oí reír y me giré, él daba pequeños besos en su cara y ella reía. Luego oí lo que tanto esperaba.
-Te amo.
-Yo te amo más.
Jerome me sonrió.
-Tus padres son perfectos juntos. -Me dijo. Yo reí, me acerqué y puse mis manos alrededor se su cuello.
-Esa, novio mío, es la historia de mis padres.

Se termino esta bella historia😢💜
Llegamos al final👏💜
Ojala le halla gustado tanto como a mi 💘

La Historia De Mis Padres Laliter Donde viven las historias. Descúbrelo ahora