Canción 2.- El demonio del trueno

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Después de robar los artefactos de aquel esqueleto de demonio maldito, Raijin se escondió en los cielos de las tres diosas que exterminaron a los de su raza. Raijin juró que tomaría venganza, derrotaría a las diosas y acabaría con los humanos utilizando los objetos que robó de las diosas. Colocó cada uno de los círculos a su alrededor, cada uno de ellos tenía en el centro tres marcas en forma de "6", tomó dos varas de su bolsillo y recordó lo que aquel esqueleto hacia con ellas. Levantó el brazo lo más alto que pudo y golpeó el circulo con la vara, un sonido duro y profundo se escucho en todo el cielo y juraría que en la tierra también se escucho, un rayo salió del circulo y salió disparada hacia delante, Raijin se quedó mudo. Golpeó otro circulo a su izquierda y un rayo salió disparado, golpeó otro circulo a su derecha y otro rayo salió disparado, tomó aire y suspiro, luego comenzó a golpear frenéticamente todos los círculos a su alrededor creando decenas de rayos que salían disparados en todas las direcciones. Entendió que le había robado a las diosas un arma perfecta para acabar con ellas y la raza humana en cuestión de segundos y algo le pasó por la mente, si estos círculos juntos eran un solo artefacto de las diosas, que es lo que podían hacer los otros artefactos juntos, la idea de tener esas armas en su poder le fascinaba, pero sabía que no sería sencillo.

Raijin bajó del cielo milenios después de que toda su raza fuera eliminada. Esta vez los humanos eran más civilizados y mas organizados. Raijin sabía que los humanos habían conservado las herramientas que las diosas les habían dado y las habían escondido lejos de cualquier demonio, pero el tenia algo que ningún otro demonio tenia, el poder de las diosas.

En una noche de luna llena, Raijin irrumpió en un templo hecho para venerar al Dios Zorro, buscó por todo el templo pero no encontró nada, hasta que se encontró con un monje que iba a rezar al Dios Zorro. Raijin lo tomó por el cuello y lo levanto un metro sobre el suelo.

-¿Donde están, donde están los objetos de las diosas?- pregunto mientras estrangulaba al pobre monje. El monje no abrió la boca, primero muerto a entregar a su dios a un demonio- ¿No vas a decir nada, eh?, bueno, esta vez tus diosas no salvaran a los humanos- Y cuando estaba a punto de romperle el cuello al monje, Raijin escupió sangre.

Giro a su izquierda y allí estaba, Yuimetal le había sestado un golpe en el costado izquierdo, volvió a escupir sangre, esta vez giro su cabeza a la derecha y allí estaba, Moametal le había asestado un golpe en su costado derecho. Soltó al monje y este se arrastro lejos del demonio, pero sin quitar la vista de las dos mujeres que estaban allí.

-Lo que buscas no lo encontraras aquí Raijin- dijo Su-metal mientras caminaba hacia él. Raijin se estaba protegiendo ambos costados con sus brazos, el dolor era tan insoportable que lo hizo arquear hacia delante-. Y jamás lo encontraras. Ahora devuélvenos los tambores que robaste hace milenios.

"¿tambores?" pensó Raijin, ¿era así como se llamaban aquellos círculos?, a Raijin no le importaba como se llamaban, eran un arma muy poderosa, un arma que usaría contra las diosas. Raijin tomó las dos varas de madera y golpeó los tambores que estaban a sus lados. Dos rayos salieron disparados, uno a la derecha y otro a la izquierda, en dirección a las diosas Yuimetal y Moametal. Ambas diosas cruzaron los brazos formando una "X" mientras hacían la señal del Dios Zorro, inmediatamente, los rayos desaparecieron y el cuerpo de Raijin se paralizo.

-A todos tus hermanos los dejamos vivir bajo este sello- dijo Su-metal mientras se posicionaba a pocos centímetros de Raijin-, pero tú no correrás el mismo destino- Su-metal levantó su rodilla y estiro toda su pierna hacia el cuerpo de Raijin asestándole una patada directo en el corazón.

Los tambores cayeron al suelo y el cuerpo de Raijin se convirtió en polvo y se desmoronó. Las tres diosas estiraron sus manos e hicieron la señal de Dios Zorro en dirección a los tambores, estos se convirtieron en varias esferas de luz que volaron en diferentes direcciones del mundo.

-Ahora, los humanos de todas las tierras crearan tambores y crearan mas música- dijo Su-metal.

-Que así sea- dijeron Yuimetal y Moametal.

-¡Diosas!- el monje se aproximo de rodillas y agachado- Por favor, tómenme como su aprendiz o sirviente- decía mientras que tocaba el piso de madera con su frente.

Moametal se aproximo al joven monje, lo tomó de los hombros y lo levantó- Lo que hemos hecho se llama "Karate"- Moametal tocó la frente del monje con la señal del Dios Zorro y en ese instante, el monje se iluminó y empezó a llorar- Y tu ya lo sabes Miyamoto Mushashi.

Esa fue la ultima vez que un mortal vio a las diosas Su-metal, Yuimetal y Moametal... hasta ahora.

 hasta ahora

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BABYMETAL (El origen).Donde viven las historias. Descúbrelo ahora