Prólogo

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La oscuridad cubría el valle y el viento ondeaba el pasto que tenía varios centímetros de altura y estaba mojado, pues el día anterior había llovido. Arriba, en el cielo, una enorme y solitaria luna llena iluminaba el cielo, sin embargo, el valle era oscuro.

Eran tiempos oscuros y tenebrosos, ni siquiera el hombre había sido creado, aun quedaban siglos para que el hombre pusiera sus pies en aquel valle. Pero, en aquellos tiempos, habitaban otras criaturas, criaturas de una apariencia indescriptible y cada uno era diferente, sus verdaderos nombres son imposibles de pronunciar para nosotros los humanos, es por eso que siglos después, alguien opto por la palabra "demonio" para referirse a ellos. Deambulaban por todo el extenso valle rodeado de mar sin nada más que hacer que matarse entre ellos y causar destrozos e incendios, muchos arboles habían muerto o habían sido quemados por estas criaturas. Siempre estaban vigorosos y llenos de energía, por lo que nunca se cansaban, a veces, se organizaban y se separaban creando dos bandos, para luego correr contra el otro grupo, chocar y empezar a pelear, algunos llamaban a esa práctica el "Wall of death", otros dicen que había demonios que se posicionaban entre ambos bandos recibiendo el doble de impacto y golpes, jamás era suficiente para ellos.

En aquella época, la gran mayoría de los dioses habían huido o se habían escondido del error que cometieron al crear mal a sus primeros hijos, los demonios. Crearon un infinito mar alrededor de ese valle, pues así se asegurarían de que sus hijos se quedarían esas tierras malditas y se matarían entre ellos, después de eso, huyeron y jamás se les volvió a ver. Pero un dios los vio diferente, un dios que tomó forma de animal, el gran Dios Zorro. Sabía que esas criaturas tenían sus defectos, pero él vio en ellos algo que los sus otros dioses hermanos no vieron, un propósito.

Esa noche, cuando la oscuridad inundaba el valle y el suelo estaba húmedo, el Dios Zorro bajó corriendo de su nube negra alzada en el cielo nocturno, las pisadas que iba dejando en el cielo estaban marcadas por fuego. Varios demonios lo vieron mientras bajaba, su pelaje era más blanco que la luna, parecía que sus colas se ondeaban con el aire pero era él quien las movía con tanta delicadeza y suavidad, sus ojos eran dorados y resplandecían mil veces más que la luna, su hocico era particularmente enorme y mostraba el doble de colmillos que un zorro normal. Cuando bajó al suelo, el pasto no se quemó, pero se secó. Los demonios se le quedaron viendo, indecisos, no sabían si atacar o no. Y de repente, el Dios Zorro abrió su mandíbula produciendo un sonido tan grave que ningún demonio podía hacer y cuando termino de abrirla, produjo un sonido excesivamente agudo que los demonios tuvieron que cubrirse los oídos con ambas manos. Los demonios quedaron paralizados, no podían moverse, así lo había querido el Dios Zorro. Hizo una reverencia hacia los demonios y cuando la terminó, la hierba bajo sus pies se incendio.

Corrió sobre el pasto secó hasta formar un enorme circulo de fuego, después, comenzó a correr entre el circulo formando varias líneas de fuego perpendiculares. En ese momento, los demonios notaron un resplandor rojo en sus cuerpos y en su cara, subieron ligeramente sus ojos y la vieron, la luna estaba cubierta de un filtro rojo sangre. El Dios Zorro se sentó en medio de lo que había formado, era la primera estrella que se había hecho en la tierra y en el universo, mas demonios habían llegado al ver un gran círculo de fuego, pensaban que un pleito se había formado. El Dios Zorro dejó libres a los demonios que había paralizado y los vio a todos a los ojos. Hizo otra reverencia y cuando la terminó, se dividió en tres. El primero avanzó hacia delante mientras que los otros dos caminaron hacia los lados formando un triangulo en la estrella, después, los tres se enroscaron por completo y se convirtieron en tres luces rojas que levitaban en el aire. Los demonios no decían palabra alguna, todos estaban mudos e impresionados por lo que estaban contemplando. Las tres luces se oscurecieron hasta formar tres esferas completamente negras y poco a poco tomaban una forma similar a la de ellos, pero más esbeltas y pequeñas. Tres figuras humanoides negras se formaron dentro del circulo de fuego," sombras rodeadas de fuego", murmuró uno de los demonios. Poco a poco, la negrura que cubría las tres siluetas se fue desvaneciendo dejando al descubierto tres seres que los demonios jamás habían visto, llevaban un atuendo muy extraño que los humanos intentaron imitar siglos después y llamaron "kimono", eran negros con líneas y encajes rojos, combinaban con sus ojos. Su piel era blanca como lo era el pelaje del Dios Zorro, pero el cabello de estos seres era negro como la noche.

A algunos demonios les pasó por la mente avanzar hacia los extraños seres, pero antes que de pudieran hacer cualquier movimiento, las tres figuras alzaron sus brazos al mismo tiempo y el pedazo de tierra bajo ellas empezó a moverse. Cuatro esqueletos de demonios, que llevaban mucho tiempo muertos, emergieron de la tierra con unos extraños objetos. Tres de ellos llevaban objetos alargados con hilos hechos de un material muy extraño y brillante, el otro tenía a su alrededor varios objetos igual de redondos que la luna. Hay varias historias que dicen que esos mismos objetos circulares los robó tiempo después un demonio llamado Raijin y los moldeo a su antojo.

Los tres esqueletos se alzaban atrás de "Las tres diosas", así las llamó un demonio parecido a un toro pero sin pelo, y con sus extraños objetos mágicos, empezaron a producir un sonido magistral y único. La sangre de los demonios empezó a correr por todo su cuerpo, sus pupilas se dilataron, los músculos de sus cuellos empezaron a moverse de arriba a abajo y los demás músculos de sus cuerpos exigían moverse enérgicamente. Era un sonido único, duro y potente que le daba fuerza a sus músculos y a sus espíritus, lo llamaron música. Los cuatro esqueletos blancos se cubrieron en llamas y comenzaron a cantar utilizando una voz gutural y grave, repetían la misma palabra muchas veces, pero aun así, a todos les gustaba la palabra "DEATH", y fue ahí cuando todo cambio.

-Su-metal des- dijo la diosa más cercana a los demonios.

-Death, death, death, death, death, death- gritaban todos euforicos.

-Yuimetal des- dijo una de las diosas posicionadas a los lados.

-Death, death, death, death, death, death- gritaron todos extasiados.

-Moametal des- dijo la otra diosa posicionada a los lados.

Ese fue el primer concierto que se llevo a cabo en la tierra. En cierta canción, un demonio enloqueció y empezó a golpear a todos a su alrededor, varios lo siguieron y se formó el "Mosh". A algunos no les bastó y formaron tradicional Wall of death. Cada vez iban llegando mas y mas demonios al concierto hasta que todos los demonios del valle estaban disfrutando de la música, Raijin entre ellos.

Un demonio, enloquecido y eufórico mató a varios otros demonios y estaba destrozando el buen ambiente que habían creado las tres diosas. Molesta, la diosa Yuimetal voló hasta aquel demonio, se posó frente a él y con dos golpes y una patada lo convirtió en polvo, después de esa escena, la diosa Yuimetal volvió al círculo de fuego y el concierto siguió.

Los demonios ya estaban cansados y satisfechos de tanto bailar y golpearse entre ellos, estaba felices y exhaustos. El concierto ya estaba acabando, algunos demonios ya se habían ido a sus cuevas a dormir por los próximos cien años o más.

Y cuando los demonios pensaron que ya se había acabado la diversión, una canción mas mística y mágica empezó a sonar. Al escuchar la letra con mucha atención, algunos demonios se pusieron de acuerdo y llamaron a la canción "The One". Fue allí, en esa canción, donde se percataron del mensaje del Dios Zorro, ellos tenían un propósito además de destruir, crear. Ser los padres y madres de una raza única y poderosa que existiría por siempre, crear a los herederos del milagro que había sucedido esa noche de luna roja, los hijos de la música.

-BabyMetal des- gritaron todos a una sola voz, juntos, eran el elegido, el Dios Zorro estaba en cada uno de ellos.

-BabyMetal des- gritaron todos a una sola voz, juntos, eran el elegido, el Dios Zorro estaba en cada uno de ellos

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