«Es instintivo. Sencillo. Excepto cuando no lo es »
-Broken Juliet
No sé lo que él piensa de mí. Aún cuando el no sabe nada de las fotos en mi teléfono o las llamadas a escondidas.
No tengo la menor idea de lo que corre por su mente cuando sus labios tocan los míos suavemente para luego buscar algo desesperado. ¿Sentirá todas las mentiras?, ¿Las saboreará?, ¿Llegará a una conclusión de todas las cosas que nunca llegaré a decirle?
¿Lo sabrá?, ¿Lo sabrá?
No puedo creer que si lo descubrió su actitud no haya cambiado en lo absoluto, que siga sintiéndose tan bien con él, como si nunca le hubiese ocultado nada.
Sus manos tocan todo de mí, todavía arde con cada caricia, ¿Eso significa que lo sigo amando? , ¿Podré superar todo lo que pasó hace tan sólo unas horas?
- ¿Por qué estás tan distraída? -preguntó deteniéndose como si nada-, ¿pasa algo?
Más preguntas sin respuestas sinceras. Entonces me pongo a rezar un momento:
« Dios ayúdame, no lo quiero dejar ir, no quiero perder lo que hemos construido, pero ¿por qué se siente tan bien seguir manteniendo la farsa? »
-Para nada -susurro agarrando sus manos para que sigan haciendo su trabajo en mi cuerpo-, esto es solo tú y yo. Mis pensamientos no están en la ecuación.
El sonríe y me besa. No de una manera dulce, sino desesperada por más, como hace un segundo. Igual dejo que tome todo mí, porque nada de lo que anteriormente dije sobre mis pensamientos se va a cumplir, y el movimiento me distrae.
Cada beso. Cada caricia. Cada suspiro. Todo es una especie de mentira fraccionada en pedazos que gritan infidelidad. Me presiona contra la pared, ahora se siente aún más irreal que en el mueble, pues en este punto también había alguien haciendo un trabajo mejor hace cinco horas. ¿Por qué no puedo resistir un poco más?, ¿Por qué la mentira pesa más que la cruel verdad?
Empieza a pasar su lengua por mi cuello, empezando a bajar. ¿Descubrirá que tengo otro sabor?, ¿Uno parecido a la mentira?
-Eres hermosa -susurra una y otra vez contra mi piel.
« No quiero dejarlo ir. No quiero dejarlo ir » susurro para mí.
Entonces ya no sé hacer cuando empieza a besar partes que jamás había sido capaz de explorar antes. ¿Cómo reaccionar a algo así cuando tu mente está colapsada en ambivalencias incoherentes?
-Tan hermosa, tan dulce -murmura para hacerme sonrojar o para recibir alguna expresión, ruido, etc. No le doy nada de eso porque mi mente sigue peleándose entre los besos y caricias de alguien más.
Todo se siente como una mala idea, como una de esas que involucran pasión loca, de la que te hace llamar al mejor amigo de tu novio para tener una aventura justo después que tu perfecto amor te propusiera matrimonio. Pero se sentía tan bien, era tan genial pertenecer a alguien que no fuera esta misma rutina de auto-placer. De todos modos terminé con él viéndome en sus ojos claros tan lejanos a mi prometido. Soy tan estúpida en enamorarme de la persona equivocada, que también resulta ser un impostor de primera.
Mi novio sube su boca hasta la mía. Sediento de nuevo de cosas que ya no puedo dar con el mismo fervor. Estoy vacía. Consumida por recuerdos de otros ojos. Ninguna oración puede salvarme de lo que venga. Estoy condenada a una vida de pedir demasiado y dar mentiras a cambio.
« Tal vez algunas mujeres no están hechas para ser domadas. Tal vez solo tienen que correr libremente hasta que encuentran a alguien tan salvaje para correr con ellas.»
-Sex in the city.
Juego previo. Todo esto es tan solo un juego previo, y eso me está matando. Así que me pongo en marcha para no perderle, para que siga pensando que hay partes de mí que vale la pena salvar; aunque nunca deje de sentir otra boca, otros suspiros, otras manos, otra voz y otros ojos llenos de deseo.
Condenada. Condenada. Condenada.
Volvemos al sofá.
-Miénteme si quieres -dice después de terminar-, ya sé que no puedes soportarlo más. Estoy esperando la confesión.
Me congelo ante sus palabras.
¡Él lo sabía todo este tiempo!, por eso era diferente, por eso la delicadeza se quedó olvidada en un noviazgo arreglado por altos mandos.
-Miénteme si quieres -repitió por si no lo había entendido, pero esta vez añadió: -. Piérdete en una miseria de remordimiento. Arde siéndome infiel.
«Quiero que seas tú quién me ame. Quiero ser yo quién te ame»
-A de Amor
Y entonces vuelvo en mi justo cuando suena el timbre de la casa.
Nada de lo anterior era real. Estaba sola en el sofá.
« ¿Una especia de sueño? » medito mientras voy a abrir la puerta; lo hago y me encuentro con el mejor amigo de mi prometido.
-Recibí tu mensaje-anunció enseguida. Su sonrisa es la octava maravilla-. Querías verme ¿no?
Condenada. Estoy condenada.
-Miénteme si quieres -le susurro dejándolo pasar.
Yo no amo a mi novio, yo no siento aprecio por algo planeado por padres caprichosos. Estoy enamorada de lo prohibido, de la manera en que el bien se siente mal y que el mal se sienta bien.
Y esto. Esto es todo lo que necesito para no ahogarme en hacer lo correcto.
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Miénteme si quieres ©
Short StoryONE-SHOT -GANADOR DE PREMIOS DEL CIELO 2016- Hacer lo correcto siempre se sentirá mal si estás acostumbrado a estar condenado. Una aventura siempre se sentirá bien si estás con los pies en el infierno. ¿Qué pensarías si ya tienes un limite de...