Adiós

I

Pasé dos días enteros pensando, si, solo pensando en que escribirte y como la iluminación nunca llegó, porque sigo sin saber que escribirte, decidí dejarme llevar.

La pregunta es ¿como te dejas llevar con algo que sientes pero a la vez no quieres?¿ como te dejas llevar con algo que no puedes decir de manera directa? No tengo una respuesta aún y espero afanosamente encontrar una.

Aunque pensándolo bien, quizás no tengo una respuesta porque no quiero una respuesta, amo el misterio, el misterio de tu sonrisa, el enigma de conocerte.

Quien lo diría, te conocí de la manera mas estúpida y te hiciste importante para mi rápidamente, pero hoy, hoy te pierdo, te he perdido y te homenajeo.

Rindo homenaje a centenares de preguntas de ask no respondidas adrede, a cientos de mensajes internos de facebook, largas carcajadas y cortas separaciones.

Te rindo homenaje ahora mujer, antes de que una de las dos abandone a la vida o las ganas de vivir nos abandonen a ambas. Te homenajeo porque te admiro.

Admiro de ti todo lo que nadie admira, tu falta de pudor, tu pasado indecente, tu cabello descolorido, tu alma roída, tu gentileza y la facilidad con la que puedes llegar a sentir compasión.

Te admiro también por las sonrisas regaladas, los minutos compartidos y admiro aún más tu sonora carcajada, aquella que penetra los tímpanos y llega al alma, la que es capás de alojarse en el subconsciente de alguien y contagiarle tu alegría.

No quisiera nunca dejar de admirarte mujer pero si hoy te escribo esto es para redimirme de mis errores y despedirme de la manera mas apropiada en la que podría despedirse un escritor de otro.

Hoy te convierto en escritos llenos de la sangre de mi alma, que fluye por la falta de tu sonora carcajada.

"La noche se tornó taciturna
Cada minuto me recalca tu ausencia
¿porque callas?
Dime ¿donde estas?
Mirame, circunspecta ante el vacío de ti
¿cuando volverás a hacerme compañía en la penumbra de la noche?
Mi alma se duerme
Esperándote
En el umbral de la esperanza
Por si decides volver"

Son estos los infinitos pensamientos que me inundan y poseen, pesarosos, nostálgicos, tristes y desesperanzados.

Que mas puedo decirte mujer, hemos pasado de la vida a la muerte en un milisegundo, nos hemos olvidado a la velocidad de la luz pero aun queda en mi polvillo, polvillo con el que se forman las estrellas de tus infinitas e intensas constelaciones.

Y por ultimo te agradezco, por enseñarme a ser, por guardar silencio, por quererme como me quisiste y por permitirme ver esas hermosas constelaciones que guardare por siempre en la profundidad de mi con el recelo que merecen...

Adiós.