Capitulo 43: [Oroka, las llamas infernales] {Relleno}

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Shin:—¡Itsuke!— tomó a Itsuke en el aire y cayó de pie al otro lado de la serpiente en el momento que esta cerró la boca.

El pequeño lloraba sin control y se aferraba con fuerza a las ropas de Shin, mientras el mayor respiraba agitado...más por el susto que por cualquier otra cosa...no por nada era llamado: Shin del cuerpo parpadeante.

Vados:—¡Agh!— fue estampada contra un árbol por las serpientes que ahora comenzaban a enrollarse en su cuerpo cada vez más fuerte, la chica tosió con fuerza por falta de aire, sus cabellos cubrieron su rostro, sin embargo al levantar su rostro un ojo quedó al descubierto, con el ojo perspicaz activo.

Las serpientes fueron partidos por el filo de un sable, Orochi abrió los ojos de golpe, olvidó al otro...de repente sintió un puñetazo en el rostro que casi desmonta su quijada, retrocedió unos pasos y recibió una fuerte patada en el estómago que lo hizo escupir sangre y doblarse un poco, lentamente levantó la mirada y se encontró con un furioso Itske, con sus ojos azules inyectados de ira y con su sable empuñado con fuerza.

Sin dar tiempo de nada, Itske soltó su arma y comenzó a realizar varios sellos consecutivos, hasta que pronunció:

Itske:—¡Oroka!—el ogata escupió una exorbitante cantidad de fuego negro hacia Orochi, que poco a poco fue formando un torbellino al rededor de el hombre, Orochi abrió bastante los ojos.

Orochi:—Mierda...—estaba encerrado el torbellino crecía cada vez más mientras se hacía cada vez más angosto, sus largos cabellos negros se movían hacia todas direcciones con violencia, mientras veía como aquel infierno de color negro se acercaba cada vez más a él, cada vez sintió más cerca aquel insoportable calor, hasta que inevitablemente llegó hasta su piel.

Pronto los gritos comenzaron a desgarrar el ambiente, acompañados de un inquietante olor a carne quemada. Shin tapó los oídos de Itsuke e hizo que ocultara el rostro en su brazo.

Vados, aún de pie frente al árbol al que fue estampada por las serpientes miró a Itske, su furia se sentía incluso en el aire...

Vados:—Itske...—murmuró

Itsuke:—Hermano...—susurró, no le gustaba ver a Itske de esa manera y sin importarle nada dejó de cubrirse los ojos y se levantó del suelo—¡Basta Itske!—gritó desesperado.

El Ogata de cabello largo se detuvo y se mantuvo estático por un instante; mirando en el lugar donde estaba Orochi solo una mancha de color negro y como de inmediato una serpiente de color blanco escapaba por el bosque, parpadeó un par de veces y juntó un poco las cejas...su respiración volvía a ser la misma, una delgada capa de lágrimas cubrió su ojos y miró de reojo hacia el lugar donde estaba Itsuke; el pequeño comenzó a llorar, mientras Itske lo miraba con una expresión de amargura.

Vados cayó de rodillas al suelo, Itske la miró preocupado, corrió hacia ella y la tomó en sus brazos antes de que terminara de desplomarse en el suelo.

Itske:—Todo está bien...—susurró con suavidad mientras la abrazaba con fuerza y ocultaba el rostro en el cabello de Vados. La chica cerró los ojos mientras las lágrimas escapaban sin control de sus ojos; Shin se acercó a ellos junto a Itasuke.

Itsuke:—Hermano..—dijo el pequeño.

Itske se dio la vuelta y le sonrió cuando lo vio con tan solo un rasguño en la mejilla. El alivio permanecía dentro de los corazones de todos...por ahora todo había regresado a la calma.

Shin:—Vamos a casa— cerrando los ojos.

Por ahora todo estaba bien...todos estaban bien.

Sin embargo...

Todo cambiaría cuando regresaran a la aldea.

Continuara...

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El sol apenas comenzaba a asomarse por la fila de montañas azuladas y el cielo era pintado por los exquisitos tonos violáceos y naranjas y estos eran sutilmente acompañados por el frescor de la mañana.

Dos personas se acercaban a paso lento a la entrada de la aldea..

Los dos vigilantes de la entrada del clan Ogata se vieron atraídos por las siluetas de aquellos chicos. Uno de los vigilantes se incorporó un poco de su asiento y enfocó más la vista para poder distinguir de quienes eran las siluetas que se acercaban con lentitud.

Vigilante 1:—¿Qué aquellos no son Itske y Shin Ogata?—su compañero también se enderezó y forzó la vista para ver mejor.

Vigilante 2:—Si pero...¡Espera!—el guarda se puso totalmente de pie y miró con ansiedad en aquella dirección—Al parecer vienen con heridos.

Itske:—No se preocupen—interrumpió —Recibirán atención cuando lleguemos al clan

(Itske Narrando) : en el prximo capitulo de Tokyo Ogata "Amanecer"--- {Relleno}

๑Tokyo √∅-ogata๑ (PAUSADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora