Capítulo 10

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Maggi observaba a su hijo dormir.

Estaba tan preocupada por lo que había pasado, que no tenía cabeza para pensar en la mentira que había ideado antes. Sobre Liam siendo novio de Jon.

Al menos Jon recordaba su nombre, su edad y parte de su infancia, eso le había dicho el medico un par de horas atrás luego de revisarlo, “lo que indicaba que sólo se trata de una pérdida temporal de memoria, seguramente debido al traumatismo causado esa noche”, fueron las palabras textuales del doctor Hunter. Habían sacado a Jon de la habitación y le habían hecho exámenes de todo tipo para saber la gravedad de su lesión e investigar por qué la pérdida de memoria. Los resultados no estarían hasta después de tres días, lo que significaba que tendrían que estar al menos cuatro días más allí. Aunque Maggi no entendía bien todo eso, lo único que quería era que su hijo estuviera bien. Lo conocía lo suficiente como para saber que estar en un hospital lo agotaba y estresaba más que no recordar.

Un par de los amigos de Jon habían llegado a saludar y a saber cómo seguía, estaban bastantes sorprendidos y preocupados por las noticias de la pérdida de memoria, pero aceptaron ayudar en cualquier cosa, en caso de que el médico los citara para trabajar con Jon sobre sus recuerdos perdidos, que al parecer se trataba de los últimos dos años.

Suspiró y continuó su tejido esperando a que Liam llegara.

En el último par de días el chico había pasado todo su tiempo libre en el hospital, al cuidado de Jon y dándole a Maggi tiempo para ir a su casa y descansar, ya que realmente era algo que necesitaba hacer a su edad. Ese chico realmente era su bendición en ese momento, solo esperaba que cuando Jon supiera que le habían mentido no lo sacara completamente de sus vidas. Aunque conociendo a Jon Carter, sabía que eso era casi imposible, a menos que Liam lograra ganarse su corazón al cien por ciento, algo que, también sabia, no era completamente imposible.

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—¡Ya me voy, Jenny! Dejé todos los arreglos listos, con el nombre y dirección para las entregas. Mi celular estará encendido si quieres preguntarme algo.

—Está bien, Liam, ve con cuidado. Dale mis saludos a Maggi y a Jon, avísame si ocurre algo. —Liam asintió y corrió a su auto y, tratando de no sobrepasar el límite de velocidad, condujo hasta el hospital.

Sus pensamientos estaban revueltos. Por un lado, la preocupación por Jon y sus recuerdos lo tenía al límite, no deseaba para nada que él viviera de esa forma toda su vida. Es decir, ¿cómo de malo sería vivir con dos años borrados de tu mente? Lo otro, y no menos importante, era su mentira. Sabía que estaba mal, pero era la única forma de poder seguir acompañando a Jon en el hospital cuando Maggi no estuviera.

Le había comentado a Sam sobre eso, y él estaba en desacuerdo total. Pero todos entendían que si le decían a Jon la verdad en ese minuto lo confundirían aún más, y con todos, solo se refería a Maggi, Sam, Dominic y él mismo.

Cuando llegó, caminó dentro, por los pasillos que ya conocía de memoria hacia la habitación de Jon. Tocó suavemente la puerta, atento al “adelante” de Maggi para entrar. Cuando escucho ruidos, abrió suavemente la puerta y vio a la madre de su amor acomodando la ropa de cama de su hijo.

—Buenas tardes, Maggi —dijo suavemente, miró a Jon que tenía una mirada algo perdida, seguramente acababa de despertar—. Hey, Jon. Te ves mucho mejor que ayer —dijo sonriendo. Y era la verdad. Se acercó hasta ellos, beso la mejilla de Maggi y la mejilla de Jon.

—¿Cómo estás, querido? ¿Mucho trabajo?

—Sí, mucho, hubieron muchos pedidos, por eso me tardé un poco más hoy.

—¿En qué trabajas? —preguntó Jon, sonriendo. Liam lo miro unos segundos, mudo. Jon nunca le había sonreído de esa forma, tan sinceramente.

Conquistando a Jon CarterDonde viven las historias. Descúbrelo ahora