Capítulo 11

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Jon se puso su sombrero y salió de la casa hacia las caballerizas. Al fin, luego de lo que se sintió una eternidad, pudo salir junto a sus trabajadores. Era un alivio respirar aire libre y no el de su cuarto.

Estaba por entrar al cubículo de Fire cuando sintió a alguien saltando en su espalda. Sonrió, sabiendo perfectamente quien era.

—Eres un malcriado, Jon. Se supone que recién mañana podrías salir —dijo Liam en su cuello, acomodándose contra el cuerpo de Jon. Sus brazos alrededor de sus hombros y sus piernas rodeando su cintura—. Sabía que si no estabas en tu cuarto, es porque estabas aquí.

—Un día no hace la diferencia, cariño —comentó divertido. Era una suerte que tuviera el cuerpo para soportar el ataque sorpresa por su espalda—. ¿Qué haces aquí? ¿No deberías estar trabajando?

—Claro que hace la diferencia —dijo Liam, y Jon no tenía que mirar su rostro para saber que estaba haciendo un puchero—. Sí, pero Jenny me dio el día libre, sus hijos se ofrecieron a ayudarla por hoy, así que creí que podríamos pasar todo el día juntos, mimándonos… Ya sabes, esas cosas de chicas que odias y yo amo —comentó Liam divertido. Besó el cuello de Jon y luego dejó su espalda para rodearlo y pararse frente a él—. ¿Realmente te sientes bien?

—Sí, cariño —respondió Jon suavemente. Acariciando la mejilla del menor y luego inclinándose para besar suavemente sus labios—. Me encantaría pasar el día contigo, pero realmente quiero ir y ver cómo están marchando las cosas en el rancho.

—¿Acaso no confías en James? Anda, quédate conmigo, puedes dejar el rancho para mañana. Vamos a dar una vuelta… ¡Ya sé! Podemos hacer un picnic, cerca del río, vamos a caballo y pasamos el día juntos. Dime que sí, Jon. Por favor —rogó Liam, tan encantadoramente como pudo. Jon sonrió y suspiró con resignación. ¿Cómo podría resistirse a esa expresión?

—Está bien, haremos lo que quieres, pero mañana me dejarás hacer mi trabajo.

—Trato —dijo Liam elevando su mano y guiñándole un ojo. Sonrió feliz y se abalanzó hacia Jon, abrazándolo con fuerza—. Me encanta que seas así, tan… no sé. Eres mejor de lo que creí, Jon. Mucho, mucho mejor.

—Lo dices como si antes hubiera sido distinto —comentó Jon acariciando el cabello de Liam con ternura.

—No sabes cuánto… —susurró Liam en su pecho—. Bueno, entonces tú prepara a Fire y yo iré por la comida, ¿te parece bien? —Jon asintió, Liam dio media vuelta y corrió a la casa. Suspiró feliz.

Jon terminó de mimar a Fire y Liam aún no salía de la casa, estaba a punto de ir a buscarlo cuando lo vio salir radiante de la puerta de la cocina. Se había cambiado de ropa, por unos short de jeans cortos, muy cortos y una playera que era notablemente más grande que él, ya que le quedaba suelta, casi pareciendo un vestido. Jon no pudo evitar soltar una carcajada cuando se dio cuenta que se trataba de una de sus camisetas.

—Cariño, ¿estuviste husmeando mis cajones? —Liam se sonrojó e hizo un notable puchero.

—No es así, estaba preparando la comida y la salsa salpicó por todos lados, así que saqué esta de alguna parte. ¿No quieres que la use? —preguntó cuándo ya estaban frente a frente.

—Úsala cuanto quieras, te ves hermoso —susurro besándolo suavemente en los labios—. ¿Ya estás listo? —Liam demoró un poco en procesar las palabras de Jon, pero asintió de todas maneras. Estaba en el cielo. Jon era increíblemente dulce y lo enamoraba más y más cada día—. Entonces, ¿quieres que cabalguemos al río?

—Sip —contestó Liam simplemente. Jon montó a Fire y luego ayudó a Liam a montar delante y de espaldas a él—. ¿Fire no se cansará si montamos los dos?

Conquistando a Jon CarterDonde viven las historias. Descúbrelo ahora