Dar sin esperar recibir.

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En esta vida todo lo que haces regresa de alguna manera, tarde o temprano. Es por esto que debemos dar sin esperar recibir, amar con todas nuestras fuerzas, sonreír más a menudo, ayudar al prójimo y tratar de ser felices nosotros mismos porque, a veces, no todo es acerca de los demás.

Y todo esto no sólo por lo que vendrá después, si no por el hecho de sentirnos satisfechos con nuestras acciones, porque si hay algo que he aprendido en mi hasta ahora corta vida es que sentirnos conformes y orgullosos de nosotros mismos es el primer paso para aprender a complacer a los demás.

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