- Hola Hogwarts, yo soy la última Malfoy, mi nombre es Lyra Malfoy, no voy a decir mi segundo nombre, ni me voy a quitar la capucha, el nombre de mi madre sería muy evidente...- a Scorpius esa voz le recordó a la de su amiga, a la que amaba en secreto, pero no podía ser- tengo 15 años, soy una leona al igual que mi madre. Mis padrinos son Hugo Weasley y Dominique Weasley. Juego a quidditcth como buscadora al igual que mi abuelo Draco. Mi asignatura preferida es Runas Antiguas, y la que más odio es Adivinación al igual que Alioth. Mis mejores amigas son mis primas Leire, Alexandra y Katherine. Mi patronus es un lobo, al igual que mi abuela y como mi madre yo saco muy buenas notas. Alioth es muy sobreprotector conmigo ya que soy la pequeña, y papá, tengo novio.
- No, ya es suficiente que lo tenga Cassiopeia, no voy a dejar que mi princesita lo tenga.
- ¿Te cuesta mucho entender que ya no soy tu princesita papá?- preguntó una exasperada Lyra.
- Siempre serás mi princesita Lyra.
Lyra bufó, incluso cuando era joven su padre era el mismo.
- Bueno, menos mal que no soy hija del tío Teddy...
- Mamá y yo nos pasamos 1 mes sin hablarte- le dijo Seline a su padre.
- Llegó el momento de descubrir el nombre de la señora Malfoy, el nombre de mi madre... ¡El nombre de mi madre es...!
- ¡Dilo ya!- gritó exasperado Scorpius.
- Rosebud Jean Malfoy, de soltera Weasley- dijo Lyra mientras se desencapuchaba, era igual a su madre- mi nombre completo es Lyra Hermione Malfoy. Todo el mundo puede pagar sus apuestas.
Miles de galeones y objetos rodaban por la sala, chicas que extendían sus manos con una sonrisa de autosuficiencia en la cara, incluso el profesor Logbottom le pasó diez galeones a una victoriosa directora Mcganogall...Albus sonrió, que sus mejores amigos se casasen no le pillaba por sorpresa, de hecho muchos de los profesores habían dicho que era como tener a Ron y Hermione.
- Vosotros dos no perdisteis el tiempo- comentó Albus mientras reía. Scorpius y Rose se sonrojaron al estilo Weasley.
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La Cuarta Generación
FantasyHe leído muchas historias de la tercera generación, pero, ¿qué pasó después?