Capítulo 2: Estilo mariposa.

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Esa misma tarde, de regreso a casa, compré varios libros sobre este deporte, la mayoría trataban sobre el relevo y la organización del equipo en esta competición. A la noche me tumbé en la cama y empecé a leerme un libro de los que había comprado hasta quedarme profundamente dormido.

Al día siguiente, al acabar las clases, hice mi primer entrenamiento en la piscina. Había años y años que no me metía en una, y en mi vida había nadado 'seriamente', simplemente para refrescarme en verano.

– Cuando quieras. - Dice Makoto con una sonrisa.

Makoto y Nagisa me miran fijamente mientras me preparo pegado a la pared y empiezo a hacer cálculos matemáticos en mi cabeza; me decido a impulsarme y nado con todas mis fuerzas al estilo crol, ya que como leí en el libro de anoche, es el estilo más fácil. En pocos segundos siento que me estoy hundiendo, cada vez más, y más... Hasta que estoy en el suelo de la piscina...

...

Salgo a la superficie, indignado, ¿qué hice mal? ¿Quizás hay una teoría exacta que me tengo que aprender de memoria? No, seguro que no es eso. Es como si el agua me 'expulsara'.

– Tal vez tengamos que añadirte un poco de soporte. - Añade Nagisa.

Mientras Nagisa y Makoto están ayudándome con mi primer entrenamiento, Haru está a su aire. Eso sí, sin dejar de entrenar: Va de un lado para otro en un ajeno carril, dejándome completamente fascinado. 

A continuación, mi amiguito rubio sale de la piscina y a la vuelta trae varios objetos: Una tabla, un flotador e incluiso unos MANGUITOS para la cintura. Nagisa tiene mucha fe si cree que me voy a poner eso. Despues de un largo tiempo intentando convencerme, mi gran orgullo se fue al traste. Parecía una especie de niño en un cuerpo de un casi adulto. 

De nuevo, intento nadar a crol, pero siento cómo otra vez voy hacia abajo, menos la cintura. Cuando me doy cuenta, ya estaba hundido. Intento ponerme completamente recto, pero el manguito de la cintura no me deja ponerme de pie, y parezco una tortuga sacando torpemente la cabeza del agua. Los otros no aguantas más y se echan a reír. Esto es realmente vergonzoso.

A continuación, cojo la tabla y la agarro con los brazos extendidos. Empiezo a avanzar y nuavamente siento cómo me hundo, pero esta vez la cabeza está en la superficie, pataleo con más fuerza y comienzo a avanzar más rápido.

Poco a poco, voy consiguiendo buenos resultados.  

Después de un rato nadando, ya era la hora de marcharse, así que me dirijo a las duchas y me paso un buen rato dentro. A  los pocos minutos salgo y voy de camino a casa.

– ¡Rei-chan! - Alguien me llama con una voz chillona, no hace falta girarse para saber que era Nagisa.- ¿Tú también vas a la estación de tren? - Asiento y empieza a andar al lado mía.- ¿Adónde vas?

– A mi casa, tengo que hacer la tarea de matemáticas y lengua.- Desvío la mirada. No sé si me acostumbraré a la confianza que tiene Nagisa conmigo, tampoco es que sea un chico con demasiada vida social.

– Vaya, es cierto, hay tarea... - Bosteza y se estira.- Yo también tendría que hacerla.

– DEBERÍAS hacerla, es tu obligación.- Suspiro.

– Bueno bueno, es una expresión. - Echa una carcajada, pero yo no le sigo la risa. No le veo ninguna gracia, se juega su futuro.

Llegamos a la estación y compramos los tickets, él se baja una estación antes que yo, así que técnicamente vamos a estar todo el trayecto juntos.

Entramos al tren y cogimos unos asientos libres al lado de la ventana con un asiento de deferencia entre nosotros dos. Mientras el tren avanza por las vías del tren, observo cómo el Sol se desvanece y se refleja en el cristalino Mar de Japón. Después de unos minutos, el tren llega a la parada de Nagisa, se despide y se baja del tren. En la siguiente estación, me bajo y empiezo a andar hacia mi casa. Al llegar a ella, tiro la mochila al lado de la puerta y yo a la cama. No tengo que preocuparme de decir 'Ya estoy en casa', ya que vivo solo; ellos son de pueblo y como no hay escuelas por allí, me pagan el alquiler de un pequeño apartamento dónde vivo. No me tengo que quejar, ya que se está bastante bien, y no tengo que preocuparme de la comida, ya que sé cocinar y puedo ser bastante independiente.

Acabo las tareas rápidamente y decido ver un vídeo que alquilé junto con la compra de los libros de natación, es un pequeño documental de la competición de relevo de las olimpiadas del año pasado. Me siento en el sofá y espero a que empiece. 

Los nadadores de espalda se preparan y empieza la competición, su turno no duró ni dos minutos. A continuación, le sigue los de braza; los legendarios australianos van en cabeza. Luego, toca los de mariposa, observo cómo mueven los brazos hacia alante y atrás continuamente y a toda velocidad; nunca vi este tipo de estilo antes, y me parece realmente bello, tanto como el nado de Haru. Estoy muy atraído con este estilo, como un 'amor a primera vista'. Por último, se lanzan los de estilo libre. Noto cómo un nadador del carril del medio adelanta a casi todos sus rivales hasta hacer a su equipo ganador: Japón. Vaya, es cierto, lo vi en las noticias el año pasado varias semanas de lo increíble que fue su remontada. Los segundos fueron los australianos y el bronce se lo llevó Estados Unidos. Al acabar el documental, quito el disco y me voy directamente a la cama sin dejar de pensar en practicar el estilo mariposa nada más entrar a la piscina.

Y así fue, a la mañana siguiente, después de las clases, llego a la piscina y me encuentro un corrillo de los nadadores y la mánager.

– Rei, te estábamos esperando; tengo algo importante que decir - Dice la chica pelirroja. - Me han informado de que habrá una competición amistosa de natación de nuestra ciudad, como comienzo de curso, y estamos pensando en qué estilos apuntarnos. Makoto se apuntará a la de 200 metros espalda, Nagisa 100 metros braza, Haru aún se lo está pensando y... Bueno... Sabemos que aún no querrás apuntarte a ningún estilo, pero los chicos han pensado que...

– ¡Nos apuntemos a la de relevos! - Interrumpe Nagisa con ilusión.

– ¡Déjame acabar a mí! - Suspira la mánager, desesperada.- En fin, eso.

Debo aclararlo todo esto en mi mente, ¿quieren que participe con ellos? 

– ¿Cuándo es la competición? - Pregunto.

– En una semana y media, pero tengo que entregar la hoja mañana.

– Pero... Si ni siquiera sé nadar. - Miro a los chicos, confuso.

– Aún hay mucho tiempo para entrenar, además, es amistoso, no perdemos nada.- Responde Nagisa.

– Sabemos que te estás esforzando mucho.- Dice Makoto, con una de sus sonrisas de ángel.

– Lo harás bien.- Concluye Haru.

Noto cómo me miran todos con confianza e ilusión, bueno, a Haru más o menos. Sé que tienen muchas ganas de participar, y yo no quiero quitarle las ganas, es más... Quiero participar. 

– Está bien, participemos. -Les respondo con una pequeña sonrisa.

Las caras de Nagisa, Makoto y Gou se iluminan y me abrazan con fuerza, mientras Haru se limita a sonreír levemente.

Estoy deseando empezar a entrenar.

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⏰ Última actualización: Oct 11, 2013 ⏰

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