GEMELIERS: Un dia en el camping

La llegada al camping

Me desperté a las 6:30, algo muy raro en mi ya que suelo dormir bastante. Bajé al comedor y ya estaban mi padre y mi madre esperandome con unas tostadas i mantequilla en la mesa ( como si eso me fuera a levantar el ánimo). Desayuné con bastante hambre encima, pero paciente, no tenia mucha prisa por irme la verdad... Una vez había acabado, subí las escaleras de casa i me metí al baño para ducharme, arreglarme i esas cosas que todos hacemos quando vamos a salir de casa.
Después de salir con una sonrisa del baño por el arreglo que me habia hecho en el pelo ( para seros sinceros, me planché el pelo por primera vez, y me quedó genial) subí a mi habitación a revisar que habia cojido todo. Sobre la mesa vi la foto, la foto que nos habíamos hecho Chloe i yo con Jesus y Dani en el Corte Ingles de mi ciudad, pensé: Espero poder volver a veros pronto... Cogí la maleta i bajé escaleras abajo, quizá, era la vez desde hacía días, que las bajaba con tanto entusiasmo. Salí de casa y metí la maleta en el maletero del coche, Abrí la puerta trasera, me senté y al instante conecte mis auriculares azules al movil, el qual estaba lleno de canciones pero como a todos nos pasa, solo hacía que escuchar las mismas porque las demas, estaban pasadas o no me llamaban tanto la atención en ese momento. Mamá y papá entraron al coche con una sonrisa de oreja a oreja y dijeron, a París! En ese mism instante se me aceleró todo, pegué un salto de mi asiento y dije: ¿París? Papá asintió con la cabeza, arrancó el coche y conecto la radio, la qual cosa no tubo mucha importancia dado que tenía los cascos puestos y a todo volumen. Disfruté del trayecto como nunca antes, paisajes, musica, de repente sentía cierto entusiasmo por llegar, no me lo podía creer, sería bipolar? No lo sé, de todas formas nunca estoy segura de nada... Me sumergí en mis pensamientos un buen rato, no pensé que tanto, pero... Quando abrí los ojos, ahi estaba, delante de mi, vallas de de acero negro, pilares de ladrillos rojos con un decorado dorado en la punta que le otorgaban al camping un aire moderno, y para acabar de rellenar ea fantasía, un cartel en la entrada, con forma de puente que decía: Camping Paris.
Mi padre habló con el segurata del camping para que le dejara entrar, la verdad es que me reí un poco, su frances era patético, aunque yo no soy nadie para juzgarlo, el mio seguramente era peor... Finalmente lleguamos al bungalow, era grande, tenía un bonito porche delante que le daba carácter y superioridad respecto a los demas, entré i caí rendida en mi cama, llevabamos 15 horas de trayecto, y estaba muerta...
-Mañana será otro dia...- suspiré mientras cerraba los ojos y me dormía en el acto.

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Perdonad el paron queridos lectores!! Ni me acordaba que había empezado una novela corta! Hasta que el otro día entre por casualidad y vi que 225 personas la habían le ido i algunas pedían mas! Así que dije, porque no? Espero que les guste!!
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