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Todas las calles del centro de la ciudad pasan muy rápido por la ventanilla: Moon Ground, Front Avenue, Maine Sprout y por último, la última avenida para llegar al Instituto Internacional Clarion Truly, Pourt Avenue. Frente a nosotros un gran edificio blanco crece; es tan blanco que la luz del sol se refleja en él y hace que te piquen los ojos. Es el Instituto. Donde nos agruparan en grupos según nuestra escuela, seremos llevados a una sala designada para nuestra escuela St.Lauren, nos aplicaran el examen; la primera parte será de mediodía a una de la tarde, tendremos un receso y después terminaremos nuestro examen para antes de las dos, al terminarlo nos iremos de nuevo a nuestros hogares donde esperaremos nuestro cumpleaños número dieciocho y tengamos que tomar una elección o bueno eso decía el folleto que nos dieron el ultimo día de escuela.

Cuando todos bajamos del auto un mar de gente esta frente a nosotros; grupos de chicos y chicas con uniformes de diferentes colores se mueven lentamente en una fila para cada escuela, las chicas están en la izquierda y los chicos a la derecha. Reconozco a las chicas de St.Lauren, y comienzo a caminar hacia la fila de chicas que llega hasta mitad de Pourt Avenue; pero antes de llegar a la fila una voz familiar me detiene:

-¡Caitlin! ¡Caitlin!-escucho la voz por todos lados y cada vez se hace más clara y se escucha más cerca de mí, y entonces mi mejor amigo Charlie aparece frente a mí; sus ojos azules parecen casi blancos cuando el resplandor del sol choca contra la estructura del Instituto. Su piel pálida parece demasiado bronceada y su cabello azabache parece castaño claro. A decir verdad siempre he deseado que me emparejen con Charlie; no porque me guste ni nada por el estilo, pero sería diferente estar con tu amigo, que te protegería, que con un extraño que podría golpearte sin razón alguna.

Charlie parece estar aquí desde hace horas; unas cuantas gotas se resbalan por sus sienes. Charlie es de los únicos chicos que pertenece a una familia con auto; en Estados Unidos casi nadie tiene autos, excepto pocas familias con dinero, y como dispone de un auto pueden llevar a sus hijos a la hora que les plazca, claro mientras lleguen antes de mediodía. Supongo que Charlie esta aquí tal vez desde las diez de la mañana.

-¿Desde cuándo estás aquí? Tienes pinta de correr un maratón-digo en tono de burla, y después suelto una pequeña risita, siempre he sido demasiado suelta con Charlie, pero ponme frente a un chico o chica nueva, me quedare congelada y sin habla, así de simple.

-Mi papá me trajo desde las nueve; me tuve que levantar a las cinco y para las ocho tener que haber desayunado, duchado y estar listo para el estúpido examen-lo dice en un tono frustrado. A Charlie jamás le ha gustado despertarse temprano, por eso siempre en la preparatoria llegaba tarde, y no me imagino que estuvo toda la mañana de hoy.-pero bueno, dejemos de lado mi hermosa mañana y vayamos a lo importante: este examencito de mierda-trato de evitar una risa, pero aun así no lo logro y me comienzo a reír, pero después recuerdo que si las Alimañas escuchan a Charlie le darían un tiro o lo llevarían a prisión; entonces interrumpo mi risa y le hablo a Charlie seriamente:

-Sabes que si las Alimañas te escuchan diciendo eso, te asesinaran o te llevarían a prisión y   no creo que quieras quedarte prisión, estar ahí encerrado no sería bueno para ti-Charlie pone los ojos en blanco, ahora piensa que estoy siendo aburrida-porque tiene mucho glamour para ti-esbozo una sonrisa y él me la corresponde.

Después de una palabras más cada uno se va a su fila designada: el a la de los chicos y yo a la de las chicas. La mayoría de los chicas y chicas ya están registrados y esperan al resto de los chicos para comenzar su examen. Mi turno llega y hay un hombre canoso con una hoja y una pluma, tiene una camiseta naranja y tiene bordado en la parte del hombro derecho un par de letras en manuscrita que son “SL” es el supervisor McGregor, en el lado de los chicos esta la señorita Grace, con la misma camiseta que el supervisor.

-Nombre-dice muy serio McGregor; aunque el ya me conoce, estuve en detención con él al menos cuatro veces.-y lo quiero completo, Jones.

-Caitlin Elizabeth Jones Drew-digo mientras pongo los ojos en blanco.

-Tipo de sangre.

-O negativo-por un momento McGregor no dice nada, después mueve unos garabatos en su hoja y después saca un par de jeringas.

-Necesitamos sacarte un poco de sangre-de la puerta del instituto sale una enfermera con su traje blanco y con una cebolla en el cabello-Ve con ella, Jones; tendrás que ir a la sala B Norte, segundo piso primera puerta a la izquierda, ahí se te aplicara el examen-el supervisor McGregor me da una hoja y me hace una señal para que siga a la enfermera; la enfermera toma las jeringas y comienza a caminar. Yo la sigo con pies de plomo, nunca me ha gustado que me saquen sangre ni que me inyecten, esa es una de mis fobias y casi creo que me desmayare en cuanto la jeringa entre en mi brazo. Llegamos a una sala completamente blanca, con estanterías repletas de medicinas, jeringas, jugos y algunos folletos; hay un escritorio y varios anuncios pegados por la pared; en el centro de la sala hay una silla reclinable, la enfermera me indica que me siente, ella va por otra cosa y después vuelve.

-Te pondré primero una anestesia, para cuando despiertes beberás un jugo y te irás a tu examen-asiento levemente y me estremezco cuando pone la jeringa en mi brazo derecho, y entonces después de unos segundos, todo se vuelve oscuro.

Cuando despierto la enfermera está revisando unos expedientes médicos, al verme despertar se encamina a una estantería y toma un jugo y un popote, después me lo entrega y lo bebo en silencio. Al terminarlo la enfermera lo toma y lo tira en un contenedor de basura.

-Disculpe. ¿Cómo llego al segundo piso y a la sala B Norte?-digo con un tono amable.

-Saldrás de la enfermería y avanzaras unas cuantas puertas; abordaras el elevador que está a un lado de la sala roja o bueno en la puerta dirá “Laboratorios de Sangre”, subirás pondrás en los números dos, subirás y llegas, después solo buscas tu aula.

-Gracias-logro decir, después me levanto y salgo al corredor, comienzo a caminar derecho, entonces veo los “Laboratorios de Sangre” y veo las puertas de metal a un lado, me acerco a ella y oprimo el botón para que suba, las puertas se abren y entro; oprimo el botón que tiene el numero “2” las puertas se cierran y el elevador comienza a subir. Entonces las puertas se vuelven a abrir y salgo a un corredor con paredes de madera y piso alfombrado; camino hasta que distingo la puerta que tiene escrito con letras carmesí “Aula B” y me doy cuenta que estoy a punto de hacer la primera parte de mi elección, y me doy cuenta que tengo miedo, mucho miedo.

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