Colors » Rick Grimes [Terminada]

Capítulo cinco; frustration

Apreté la linterna entre mis manos y resoplé.

—No hagas eso —espetó Summer llamando mi atención—; me pones más nerviosa que éstos errantes.

Formé de mis labios una línea y negué.

—No estoy haciendo nada malo. —susurré centrando mi vista en el oscuro camino frente a nosotros.

—Claro, señor que no puede despertarme.

Inevitablemente elevé la mirada blanqueando los ojos y suspiré incrustando mi cuchillo en un caminante que apareció a través del pasillo.

—No creo que sea un buen momento para esas tonterías. —comenté inexpresivo.

—¿Escucharon eso? —Daryl, quien se mantenía a unos metros de nosotros preguntó luego de que los gruñidos comenzaran.

—¡Vuelvan!

Maldecí para mis adentros y cogí una bocanada de aire para echarme a correr junto al grupo. No sabía con exactitud cuantos caminantes nos seguían, sin embargo podía asegurar que fácilmente más de una docena.

—¡Regresen, Regresen! —Glenn exclama deteniendo el amago que realizamos de girar a través de un pasillo.

Me reincorporé con rapidez, a tiempo para poder coger el cuerpo de Summer antes de que esta diera con el suelo, y cogiendo aire aparté mis manos de su cuerpo y, otorgándole un pequeño empujón volvimos a correr a través de los oscuros pasillos.

—Por aquí. —indiqué jadeante enseñando un pasillo a lo lejos.

No supe en que momento nos separamos, por lo que simplemente lo noté al ser expectante del reencuentro de Hershel y Maggie al final del pasillo, otorgándome cierta tranquilidad.

Secando el sudor de mi frente respiré hondo intentando recuperar la compostura.

—¿Ahora qué? —interroga Glenn.

Negué llevando mis manos a mis caderas.

—No podemos seguir, no sabemos que hay. Lo de hace rato estuvo demasiado cerca —espeta T-Dog—; no quiero morir hoy viejo.

—Podemos encontrar las duchas, eso serviría de mucho.

—No deben estar muy lejos de aquí —comenté regulando la respiración—, si quieren ustedes vuelvan —hablé señalando a ambos Greene junto a Summer y T-Dog.

Estos se observaron unos segundos antes de asentir.

—Regresen todos, sanos y salvos —pide Summer—, ¿vale?

—Estaremos bien. —aseguré retirando mi cuchillo de mi cinturón.

Cuando el grupo desapareció al final del pasillo comenzamos a avanzar a través del oscuro lugar.

Agité la lata de aerosol en mi mano y realicé la flecha en la pared para poder guiarnos cuando viniéramos de regreso, y guardándola una vez más en mi cinturón seguí a Daryl y Glenn, quienes a unos metros trotaban acabando con los caminantes que se interpusieran en su camino.

Tiré de la puerta de la primera celda, y al cerrarla por completo continué.

El chocar del metal contra el frío concreto de las paredes al ser cada celda cerrada era lo único que se oía además de nuestros pasos, y aquello era de cierta forma tranquilizante.

Refunfuñando cogí con fuerza el cuchillo y lo incrusté en el cráneo del molesto caminante que nos gruñía, estirando sus putrefactas manos entre los barrotes con la intención de alcanzarnos.