Cap. 2: Lluvia de escarcha

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He despertado otra vez y si ayer tenía miedo de ser cazada, hoy tengo miedo de ser castigada, claramente los arboles de Los Secos no mienten y Anne volvería a la "tierra" en cuanto pagara por su error, pero hasta donde yo sabía, era pseudomortal (por lo tanto tenía habilidades sobrenaturales basicas y los pueblerinos podrían llegar a pagarle muy bien a los pseudomortales si los ayudaban con sus vidas cotidianas), así que Anne no se salvaba de la muerte y no creo que le alcance la vida para pagar su fianza ante los arboles. De por si la muerte de Anne era segura y nunca había asesinado a alguien, aunque yo solo le pedi a los arboles una venganza justa para ella. Pero... ¿Que me pasaría ahora?

Decidí ir al lugar que contenía el orificio en la parte superior de la cueva (ya había bautizado el lugar como El Canal), necesitaba hablar con los arboles.

- ¿Que deseas Eliza?

- Hola

- Sueltalo niñita

- ¿Que me pasará ahora? ¿Cual será mi castigo por lo que le hice a Anne?

- ¡No seas tan tonta niña! No hiciste nada, es mas, nosotros sabíamos muy bien de los planes de esa mujer. Desde que esa tal Anne llegó a Los Secos, todos los arboles empezamos a ejecutar nuestra emboscada. Sabiamos que serías bastante ingenua como para recibir a esa pseudomortal en la cueva, pero eres lista niña, solo te faltan aprender algunas pocas cosas. Ningun departamento de cámaras en Stallway te llenará del conocimiento suficiente para que te valgas por ti misma en la vida, mucho menos cuando tu eres como eres Eliza, pero ya estas aprendiendo. No tendrás ningun castigo.

- Gracias por ayudar querido arbol. Los individuos menores deberian dejar de ser preparados en las cámaras, he aprendido más aqui en cuatro años con ustedes, que en ocho años en Rusellford.

- Lo sé, yo todo lo sé.

- Lo sé

- Lo sé

_Me reí_ Adios arbol

- Adios niña Eliza

Los arboles siempre saben que decir y a pesar de que sean el unico ser con el cual puedo hablar, es grato poder conversar durante horas con ellos, nunca me sentí tan libre de soltar mi lengua con algun otro viviente, ellos me animaban haciendome sentir torpe. Simplemente ellos apartaban mi mente de todo lo que me estaba matando cada día mas.

                                                                                *

Desperté con bastantes ganas de continuar, con ganas de correr, de saltar, de bailar, de cantar, de gritar y de seguir viva.

Hoy era la lluvia de escarcha que se presentaba cada 965 años en Los Secos. Los arboles siempre hablaban de esto y decían que era algo deslumbrante, así que me hacía felíz poder verla por primera vez. Claramente vería la lluvia a través de El Canal, así que podría recolectar un poco de escarcha si corria con la suerte de que cayera encima de la cueva y lograra atravesar el orificio. Así podría conservar algun recuerdo de la lluvia de escarcha hasta los proximos 965 años (si es que los cazadores del Supreme no venian por mi).

La lluvia empezó y la podía ver gracias a El Canal. El cielo se torno aun mas bello de lo que ya era, el cielo galactico se volvio plateado ya que se llenó de estrellas que comenzaron a caer como escarcha. Era tan bello, aun más cuando se podía ver que caían fragmentos de nebulosa. Desgraciadamente nada caia en la cueva y me resigne a quedarme sin un maravilloso recuerdo de la lluvia de escarcha. Cuando de repente escuché que un arbol me habló

- ¡Eliza! ¿Pero que haces niña?

- ¿Que? ¿De que hablas?

- ¡Sal de esa cueva! ¡Disfruta de esta bella lluvia de escarcha!

- No puedo, estoy en peligro de ser cazada

- Los arboles te garantizamos la mejor seguridad

- Gracias, pero no puedo

Una rama de arbol entró por El Canal y me empujó hasta la salida de la cueva, no había salido de allí en cuatro años y la belleza del momento me hizo sentir aun mas segura que en la cueva. La escarcha cubrió toda mi capa negra y comencé a levitar sintiendome orgullosa de ser completamente yo. Todo era tan bello y perfecto, sentí que el cielo me pedía a gritos elevarme mas y mas, entonces comencé a volar sin necesidad de escobas o hechizos como lo aseguraria cualquier libro lleno brujería. YO NO ERA BRUJA, NI UNA HECHICERA, NI UNA ENVIADA DEL MAS ALLÁ, YO ERA YO, ESO ERA MUCHO MEJOR.

Me refugié en la rama de un arbol y me sentí mejor que nunca, nada podría igualar mi felicidad de ser tan libre como cualquier otro pueblerino de Stallway, incluso más. Le pregunté al arbol cuanto duraria la lluvia

- La lluvia caerá hasta que haya hecho su trabajo

- ¿Que trabajo?

- Todo depende mi niña

- ¿¡Que!?

Escuché como se quebró una rama de arbol, de seguro era un cazador, la sangre se me heló, mi cuerpo estaba frío y casí morí tan solo con la presion del momento.

-¿Hola? _Alguien gritó_

No era un cazador, porque los cazadores tienen un saludo especial que permite su distinción, no era un pueblerino, puesto que los pueblerinos no gritan nunca, no era el Supreme, ya que el Supreme no se rebaja nunca a esperar a ser saludado. Segun lo que aprendí en las cámaras, lo que hablaba era... Un muchacho terrenal (Stallway ha bautizado a los terricolas como seres terrenales)

-¿Hola? _El muchacho volvio a gritar_

Comencé a murmurar con el arbol

-¿Que haré ahora?

- Yo tengo una idea niña

El arbol movió fuertemente su rama y caí al suelo, me percaté tarde de ello así que mis poderes no pudieron amortiguar mi caida.

- ¿Oye? ¿Estás bien? _El muchacho corrió hacia mi y me ayudó a levantarme_

 - Si estoy bien, gracias

 - Ven, debes estar debil _Me llevó hasta la cueva_

 _Nos miramos_

- ¿Cual es tu nombre?

- Soy Eliza

- Soy Joseph

Sea cual sea, la escarcha cumplió con su trabajo, pues dejo de llover.


















Despertar MágicoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora