Taylor ha entrenado toda su vida para ser guardaespaldas, pero nunca imaginó serlo de un hombre lobo
- no lo entiendo por que de un lobo, no se supone que son mas fuertes que nosotros
- así es, pero necesita protección de los humanos durante el t...
Cuando el jet aterrizo, no podía creer lo que vi, el "señor" Occonel, no era más que un joven un par de años más grande que yo, alto, de ojos grises, cabello oscuro, cuerpo trabajado, justo como decía su informe.
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Su compañero era igual de alto que el, rubio, de ojos azules y cuerpo trabajado.
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En cuanto bajaron del jet y se acercaron a nosotros, Tomas nos presentó y subimos a la camioneta en silencio, una vez arriba, arranque la camioneta y el joven Nathaniel me pidió llevarlos al centro de convenciones, asentí sin decir nada y durante todo el camino nos mantuvimos en silencio.
Al llegar al centro, me estacione frente a este, baje y abrí la puerta de mi lado, para que el señor Occonel saliera, del otro lado, Tomas hizo lo mismo con el joven Nathaniel y ambos salieron, cerramos las puertas y los seguimos al interior del centro de convenciones.
Durante toda la conferencia nos mantuvimos tras ellos vigilando y prohibiendo que se acercaran de más a ellos, al terminar abrimos paso entre la gente que se juntó fuera del centro de convenciones, hasta llegar a la camioneta
-vaya y eso que es el primer día – dijo Nathaniel una vez dentro de la camioneta, viendo como la gente intentaba acercarse a la camioneta
-lo sé – le contesto Aarón y empezaron a platicar entre ellos, de vez en cuando podía sentir como el me observaba, pero no dije nada
-Tomas – lo llame viendo el auto tras nosotros
- ya los vi, me comunicare con los demás – dijo, asentí
-sucede algo? –pregunto Aarón, lo observe por el retrovisor sin decir nada
- hay un auto siguiéndonos, no se preocupe señor – le contesto Tomas – Taylor ya les avise, nos esperan más adelante, trata de perderlos
Asentí y acelere poniéndome frente a un tráiler ocultándome, frente a nosotros se encontraba otra camioneta idéntica a la nuestra, en un desvió salí del camino y la otra camioneta tomo nuestro lugar, frene y espere a que el auto pasara para poder salir.
-genial, ni veinticuatro horas han pasado y ya nos siguen – susurre recargando mi cabeza en el volante
-hey, eso es lo emocionante de nuestro trabajo – dijo tomas dándome pequeñas palmaditas en la espalda, negué con una sonrisa y escuchamos un gruñido, no le di importancia y me acomode en mi lugar.
- bien, vamos o llegaran tarde – dije arrancando la camioneta y retomando el camino a el restaurante
Al llegar, hicimos lo mismo que en la conferencia, solo que esta vez nos sentamos en una mesa cercana a la de ellos y pudimos comer algo.
Cuando termino la comida, se despidieron del presidente y salimos del restaurante con dirección a la mansión donde vivirán, en cuanto llegamos nos explicaron donde estarían nuestras habitaciones y las partes de las casa, como la cocina, la sala, el comedor, el salón de juegos, el bar, la piscina, etc.
Una vez instalado, salí con dirección a la cocina y tome un vaso con agua, después salí a la piscina, me recargue en la puerta corrediza y prendí un cigarrillo
Aarón
Después de llegar a la casa y decirles donde estarían sus cuartos, me cambie y baje a la cocina por algo de tomar, tome una cerveza del refrigerador y voltee a la piscina, donde se encontraba Taylor apoyado en una de las puertas fumando, con su misma expresión seria, me negaba a que el fuera mi mate, pero en cuanto vi como su compañero lo trataba y esa sonrisa que le provocó no pude evitar gruñir enojado al no ser yo quien causo esa sonrisa.
Pero no, no podía ser mi mate, a mí me atraen las mujeres, un hombre no puede ser mi alma gemela, no, me niego a creerlo
-señor – hablo Taylor, sacándome de mis pensamientos – se le ofrece algo?
- que, o no, no yo solo vine por un trago – dije señalando la cerveza – gustas una?
- se lo agradezco, pero estoy en horas de trabajo
-claro, disculpa que lo pregunte, pero tienes hermanas??– pregunte con la esperanza de que ese aroma no fuera suyo
- no, soy hijo único señor – dijo después de un momento en silencio observándome - sucede algo?
- no descuida, solo es curiosidad – no podía ser él, pero de ser así no podía rechazarlo, al menos no por ahora – esta noche saldremos a un club
- bien preparare el auto – dijo y salió de la cocina
