I Don't Care If You Are The Darkness

Capítulo 4

Desperté por una mano que frágil y delicadamente sacudía mi hombro. Entre protestas y gruñidos, decidí abrir los ojos para encontrarme con un Christopher más sonriente que aquel que me visitó ayer.

- Buenos días Ad- sonrió- ¿Cómo dormiste anoche enana?

En ése momento me llené de pánico pensando en que Tate estaría junto a mí, aún dormido; y que Christopher solamente quería ser sarcástico para después sentirse satisfecho al poder darme un sermón de todo lo que él cree que puede estar mal. Giré un poco para mirar sobre mi hombro y ver una cama revuelta y un espacio vacío.

- Bien Chris- solté aliviada- ¿Qué hora es?- toqué mis vendajes un poco molesta de que siguieran allí.

- Las 10:45- dijo tranquilo- ¿Algo que hacer?

- Maldición- dije apretando mis ojos- Chris ayúdame a levantarme.

Christopher me extendió su mano e hizo un poco de fuerza para ayudarme a ponerme sobre mis pies. Caminé hacia el armario y busqué un Jean, una camisa blanca y unas Vans grises. Fui al baño y con un gran esfuerzo pude lograr vestirme sola. Bajé las escaleras con la constante mirada de Christopher a mi andar. Una vez en la cocina cogí las llaves del auto y me dispuse a salir.

Llegué sola a la preparatoria Westfield; aunque Christopher me pidió un millar de veces que lo dejara venir.

Vi a mucha gente así que decidí esperar a las tres chicas, junto a un árbol. Estaba tan inmersa en todo lo que había en mi cabeza que apenas noté que allí se encontraban todas juntas paradas frente a mí.

- Bellamy- captó mi atención una de ellas.

- Liss nos dijo que quieres saber que pasó el otro día.- dijo la chica de cabello negro.

- ¿Tan fuerte te caíste?- me miró divertida la castaña.

- La verdad, según el doctor no debería tener esas lagunas- miré frunciendo el ceño debido a la cantidad de luz- ¿Podrían recordarme sus nombres?

- Yo soy Lissette- dijo la pelirroja- hablamos ayer.

- Martina- dijo la castaña que era un poco más baja que yo.

- Isabella- finalizó la de tez blanca y cabello oscuro.

Mientras ellas se presentaban, noté que mucha gente giraba en nuestra dirección. Al ver eso, Martina indicó con su cabeza que era hora de irnos.

- ¿Ése auto es tuyo?- preguntó Isabella.

Asentí con la cabeza y ellas se miraron entre sí.

- Vamos a un lugar más calmado para poder hablar- dijo Liss- Martina, lleva la moto de Bellamy- le indicó- Nosotras vamos contigo- me señaló- nos vemos en Jack's.

Dicho eso Martina se dirigió a la parte del estacionamiento donde se encontraba la moto y nosotras nos adentramos en el auto. Con indicaciones de Liss e Isabella llegamos a un pequeño café bar donde ya se encontraba Martina. Después de pedir algo nos dispusimos a hablar de lo sucedido.

- Creo que es hora de empezar a hablar- con prisa inicié la conversión.

- Bueno, nosotras nos encargamos de algunas carreras ilícitas en la zona donde nos encontraste- inició Martina.

- Así es- siguió Isabella- Yo estoy me encargo de las finanzas, Liss de las inscripciones y Martina corre- dio un sorbo a su café.

- Lo que ocurrió contigo fue algo inusual- dijo Liss- llegaste muy apagada y seria- sacó su teléfono de su bolso- pediste entrar y preguntaste por la cantidad que estaba en juego- dijo sin apartar la vista de su celular- cuando llegó la hora de correr seguías inexpresiva- me miró serena- pensamos que simplemente eras fría, cuando tú y una corredora más se acercaban a la recta final- se detuvo con su boca ligeramente abierta- bueno pues...- Martina intervino.