Indignación y Lujuria

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Cuando me paré de la cama, revisé el reloj que tenía en la mesita de noche al lado de mi cama, marcaba que ya eran las 10:19.
Como se me hacía tarde para la escuela, me bañé rápido, sequé mi cabello con la secadora y me puse lo primero que encontré: un vestido un poco suelto de flores y unas sandalias que eran demasiado bonitas ya que eran de color arena con unos "paliacates" azules que era de donde se sujetaban los dedos.
Agarré mi mochila y mi celular para mandarle mensaje a Nash y decirle que si podía pasar por mi.

Selina: G-lou guapo ¿podrías pasar por mi? ;D
Nash: Claro, nada más dame 5 minutos y nos vamos.

Pasaron 5 minutos y el ya estaba tocando la puerta, es lo bueno de que seamos vecinos. <3

Nash: ¿lista para irnos?
Selina: Sip.

Caminamos al auto y él me abrió la puerta, me sonrió al hacerlo a lo que le devolví la sonrisa, es un chico demasiado gentil y eso que nos acabamos de conocer. :0
En todo el camino a la escuela no podía evitar sonreír por el sueño que tuve, fue demasiado raro que ya en el primer día ya fuera a comer con el profesor y que tuviera un sueño húmedo con el.
Llegamos a la escuela y me bajé del carro de Nash mientras veía la escuela, era demasiado bonita, sobre todo porque había muchos jardines y plantas hermosas, además de los gatos tengo una gran fascinación por las plantas.
Me despedí de Nash y fui a mi salón de clases, sabía que tenía que contarle del sueño a Elizabeth, ella era una persona que me daba la impresión de ser la persona más confiable del mundo, es ese tipo de persona que de solo verla ya te cae bien.

Elizabeth: ¿A parte de verlo mojado ayer tuviste un sueño húmedo con el? tú sí que me sorprendes. ;D
Selina: Cállate que hasta me da pena decírtelo, no es algo que le cuentas a una persona.
Elizabeth: Pues no, pero sabes que puedes confiar en mí.
Selina: Lo sé, por eso te lo tenía que contar.

Se me había olvidado que la primera hora de hoy era Historia de la Medicina, me daba pena simplemente de pensar en el sueño y saber que lo vería dando la clase.
Cuando entró, me dedicó una sonrisa demasiado sexy a lo que simplemente pude responder con un guiño.
Cuando Elizabeth se dio cuenta, solo se rió.

Elizabeth: Tu sí que vas rápido con el Profe, eh.
Selina: ¿crees que voy muy rápido?
Elizabeth: Nooo ¿como crees? Se ve que van paso por paso, mínimo ya se hicieron amigos, hicieron su drama para ser novios y ya se lo estás presentando a tus padres, vas demasiado bien.
Selina: Ja ja, tu sarcasmo es música para mis oídos.

Cuando volteo a ver a Samuel, veo que le está dedicando miradas a otras chicas mientras explica su clase. Así que no soy la única a la que le hace ojitos...
Toda la clase me la pasé molesta aunque no sé bien el motivo, un profesor como Samuel era obvio que sería un fácil que le coquetea a todas las chicas. Cuando se acabó la clase, salí indignada del salón, entonces cuando trato de irme, una mano me agarra el brazo.

Samuel: ¿Por qué tan enfadada, Selina?
Selina: Ni se te ocurra volver a tocarme, si no, te doy una cachetada ¿crees que no me di cuenta como miras a la otras chicas?
Samuel: ¿A caso creíste que eras la única?

Fue entonces cuando le solté una bofetada tan fuerte que le dejé marca en el cachete. Me zafé de su agarre y me fui corriendo al baño.
Solo podía llorar y sentirme como una estúpida, ¿cómo pude creer que un profesor tan apuesto se fijaría en mi?
Me limpié la cara y retoqué mi maquillaje, cuando salí del baño estaban Tobías y Elizabeth esperando.

Elizabeth: ¿Qué te ha pasado? ¿Por qué tienes esos ojos de rana fea?
Tobías: Dudo que haya ranas bonitas pero bueno... :P
Selina: No es nada...
Elizabeth: Me khieres ber la kra de stupida??
Tobías: Vamos chica, suelta la sopa.
Selina: Es solo que fui algo ingenua respecto al profesor Samuel, creí que le gustaba o yo qué sé.
Tobías: ¿A caso hay algo de lo que no me haya enterado?
Elizabeth: Pues que aquí esta chica, ayer comió con el profesor.
Tobías: Oh ¿pero no lo acabamos de conocer? Es nuestro primer día de clases ¿no se te hizo raro?
Selina: Un poco, pero me gusta y por eso accedí...
Elizabeth: Pues yo digo que vayamos por tacos y nos pongamos súper japi's de la vida. ;Y

Fuimos por unos tacos a una calle de la escuela que tiene un nombre raro, se llama el callejón de la Salmonela. 0.o
Los tacos son lo más rico que he comido en toda mi vida, sobre todo los de pastor, los sirven en una tortilla con un poco de frijoles refritos, el pastor (obviamente), cilantro, cebolla y si quieres le pones salsa y limón, yo obviamente le puse limón y una salsa de cacahuate que parece hecha por los mismos dioses. <3
Después de eso fuimos por un licuado de plátano a un local donde te los sirven en un tarro de cerveza, costaban $20 y eran súper buenos.
Aunque nos saltamos una clase, valió la pena.
Después de eso, decidimos ir a un jardín que parece una zona escondida de la escuela, porque para acceder necesitas mover unos arbustos que hay al lado de los baños, caminar por un callejón y brincar un muro.
La zona era silenciosa y tranquila, nos recostamos mientras la brisa nos llegaba, el sol se filtraba por unas hojas de unos árboles que había en el jardín.
Era un lugar de fantasía, además había una orquídea en el centro del jardín, era demasiado hermosa porque era blanca con violeta.
Nos pasamos ahí 2 horas hablando y descansando, decidimos llamarlo "Wonderland" porque parece de fantasía, después decidimos ir a clase.
La clase que nos tocaba era una rara, era creo sobre principios de virología o algo así.
Cuando llegamos, la profesora "Genevieve" estaba explicando cómo íbamos a trabajar, lo que íbamos a ver y unas frases típicas que dicen los profesores "Empiezan todos con 10, es su decisión si lo mantienen trabajando o no" "Ya estamos en universidad, agarren la onda".
La clase acabó y sentía que me aburría, supongo que fue por el buen momento que pasamos en las horas anteriores.
Cuando salimos a la última clase, vi a Samuel que iba caminando a su moto, en eso llegó la subdirectora de la escuela con él y empezó a tocarle el pecho, eso solo hizo que me enojara más y cuando ya iba a ir con ellos, Elizabeth me jala y dice algo que no puedo escuchar por tratar de hacer que me soltara.
Cuando se da cuenta Samuel de que estoy a lo lejos, me señala y la subdirectora solo hace un gesto de asco y se va.
Samuel solo me saluda con la mano a lo que yo respondo con una sonrisa entre asco y enojo.
Lo demás del día no lo recuerdo, y no lo quiero recordar ya que fue algo bueno y malo.
Me acosté en la cama y cuando me di cuenta, ya estaba dormida...

TwistedDonde viven las historias. Descúbrelo ahora