Misterium: "EL Comienzo"

CAPITULO 2: "BUSCANDO CARAS CONOCIDAS" parte 1

Al despertarme, tenia el cuerpo jodido, intente levantarme, me faltaba el aire, lo primero que hice fue buscar a los alumnos que reunimos en la biblioteca, ya no estaban, no sabia cuanto tiempo me quede inconsciente, mi mente recordó que Sara estaba conmigo, regrese donde me había levantado para tener la esperanza de encontrarla, pero no estaba, grite su nombre con la poca fuerza que tenía, fue en vano, me senté, para poder llegar a mi casa y buscar a mi familia.

Aprecié el obscuro momento que estaba, la escuela derrumbada, humo por todos lados, nunca creí ver todo eso, solo lo veía en mis libros de historia y fotografías, vi una sombra entre los escombros.

- ¡Ey, tu!, ¿sabes dónde se fueron todos? -, le gritaba mientras trataba de perseguirla, pero la perdí de vista.

- Bueno, ni quería saber – lo dije en un tono sarcástico, salí de la escuela rumbo para mi casa.

Al caminar por las calles se sentía un frio horrible, se escuchaba un perro ladrando, todos los coches que veía con escombros encima o sin llantas.

- Ja, quien lo diría sin llantas, eso no es nada nuevo – lo pensé para poder relajarme.

Al llegar a mi casa, vi todo un desorden.

- ¡Mamá! ¡Papá! ¡Ale! – Grite por toda la casa, pero no había rastro de ellos.

- ¿Dónde estarán?, ¿Por qué me habrán dejado? – me cuestione.

Empezó a anochecer así que decidí entrar a mi cuarto, me recosté y trate de convencerme que esto era un mal sueño y que tarde o temprano despertaría de esta pesadilla, caí en un sueño profundo y una voz dulce que tranquiliza el alma de cualquiera me dijo...

<Por favor detén esta guerra, el destino del mundo está en tus manos, hay un hombre que intentara detenerte ten cuidado, la gente está cambiando habrá obstáculos en tu camino que impedirá que sigas...>, reconocía esa voz era la misma que escuché antes de que cayera esa bomba del avión, en el momento que quise preguntar quién era, desperté.

Me levante de mi cama recordando ese sueño, me asome por la ventana, vi que estaba lloviendo, me cambie de ropa, mi cuerpo aún me dolía, pero ya era poco el dolor, me puse mis tenis favoritos, unos jeans, una playera negra con estampado de la luna y una chamarra de mezclilla azul, fui para la cocina y trate de buscar algo de comida, fue inútil, no encontré nada.

Al salir de mi casa sentí tristeza, no sabía en ese momento, pero esa fue la ultima vez que dormí esa en casa, camine por la lluvia y percate unas luces encendías, toque y pregunte si alguien estaba, digamos que no era muy bueno sobreviviendo en una ciudad en guerra en aquel tiempo, entre con cuidado y vi alguien sentado en su sillón.

-Disculpe, ¿Esta bien? – Le pregunte al acércame, toque su hombro y lo sentí frio.

Cuando vi el cuerpo por enfrente ya había fallecido, tenía la televisión puesta en las noticias, una reportera comentaba...

<La guerra está acabando con el mundo, estados unidos y Corea del sur hicieron una alianza, esto es lo que dijo el representante de la Alianza "destruiremos todo aquel que este en nuestra contra, invadiremos primero Alemania y después...>-, tuve un mareo y me faltaba el aire, la misma voz que soñé estaba enfrente mío, no la podía distinguir.

- Ese es el hombre que tienes que detener, tenía el poder de cambiar el mundo pero el poder y la avaricia lo corrompió, es un hombre poderoso con grandes recursos e influencia, te lo ruego detenlo – Me dijo la voz con gran desesperación.

- ¿Por qué me estas diciendo todo esto?, Solo soy un muchacho común y corriente. – Le respondí.

- Aun no estas listo de saberlo. – me lo dijo con una voz de inquietud e incapaz de hacer algo más.

Escuche un estallido, me asome por la ventana, solo era un edificio colapsando, voltee hacia la voz, pero ya no estaba, busque por el lugar por provisiones y solo tenia una lata de atún y unas dos botellas de agua, al fin pude desayunar en ese momento, guarde una botella para el camino.

Sali de la casa y proseguir con mi camino, aun no sabia por que rumbo tomar, solo sabía que tenía que buscar provisiones, paso el día, la lluvia empezó a ceder, me refugie en un hotel, no junte demasiadas provisiones, pero por ahora estaré bien.

Al entrar al lobby del hotel, note que estaba todo acomodado para refugiados, mochilas, sacos para dormir y algunas hojas tiradas, fui recorriendo el hotel habitación por habitación, encontré mas comida y agua, entre a la habitación 201, al entrar pise una pulsera, reconocí que era de mi hermana, era una que le regale en su 14vo cumpleaños.

-Mi familia estuvo refugiada aquí por poco tiempo- Lo susurre con un toque melancólico, - ¿Que habrá pasado? – me cuestione mientras me acomodaba para descansar y proseguir el siguiente día.

Esta vez mi sueño era uno diferente vi un mundo lleno de catástrofes, terremotos, incendios, militares tomando ciudades y una bomba con un logotipo demasiado raro algo borroso.

Amanecía, mi cuerpo ya no presentaba ningún dolor, recorre un poco mas el hotel si había mas provisiones, agarre una mochila que había en las siguientes habitaciones, agua, pan en bolsa sin abrir, frituras y latas, al salir del hotel escuche un helicóptero anunciando <Se esta evacuando la ciudad por el norte, si alguien me escucha, se esta evacuando por el norte de la ciudad>.

- Esta es mi oportunidad, mi familia debe estar digiriéndose en el norte de a la ciudad, debo dame prisa – Lo pensé con animo y esperanza de ver a mi familia después de lo sucedido.

Camine rumbo al norte de la ciudad, pase por calles, en una mas particular, donde mi padre me enseñó a conducir por primera vez, era un recuerdo chistoso ya que estaba demasiado nervioso que casi me estrello con un poste, desperté de la nostalgia cuando una bala paso rosando por el pelo, en lo que pude me escondi en un coche cercano.

- ¡PERO QUE CARAJO TE PASA!, ¿QUIÉN ERES? - le grite mientras recobraba el aliento del susto, intente revisar el sujeto quien me disparo, pero da otro disparo, sin posibilidades de sobrevivir, salgo con las manos en alto.

- De acuerdo, me rindo, ten mi mochila, solo no me mates- lo dije con seguridad mientras alzaba mi mirada, - No puede ser, eres tú...- lo dije en voz de sorpresa.