capítulo 45

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Harry:

Ya son las 9:34pm y Gabriela no me contesta el puto teléfono, le dije que me contestara, acaso no escucho lo que le dije?, se lo dije en serio, y ahora ve las consecuencias, me tiene que aquí desesperado por saber dónde está, no está en su habitación ni en ningún lugar, y para colmo Mariel tiene el teléfono apagado, ¿Qué acaso se fueron de parranda?, dónde están? Me preocupa esta situación, ya pasaron más de tres horas desde que se fue a recoger a Mariel y no hay señales de vida de ninguna de las dos, no puedo dejar de dar vueltas en su habitación, la ansiedad me carcome ¿Qué estará haciendo?, necesito saber dónde así estos nervios se calmaran, tan solo contéstame el teléfono.

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El vibrado de mi celular me despierta de los sueños en los que ya me había sumido, lo cojo con desesperación de la mesita de noche de Mariel, confiando de que sea ella quien está al otro lado del teléfono...

-Usted es el señor Harry? –la voz de una adulta señora resuena en el parlante, me pone nervioso, una señora llamándome a las 10 de la noche no es nada normal –S-si soy yo –digo con un hilo de voz, la preocupación llega a mi torrente sanguíneo, que significa todo esto. – Familiar de la señorita Gabriela? –pregunta nuevamente esa voz y me paro con exasperación, que le paso? –si! Si joder... Dígame por favor que paso? –la desesperación por saber que está pasando se filtra en mi tono de voz, y solo me imagino lo peor

Un suspiro resuena en el parlante –La señorita Gabriela y su acompañante sufrieron un grave accidente, las trasladamos al hospital central, de donde lo llamamos, y desearíamos que venga lo más antes posible –Entonces pasa, mi corazón se salta un latido al escuchar lo que esta señora me está diciendo, no, no, no, no, no... , me siento mal, siento un malestar inexplicable y fuerte en todo el cuerpo, esto no puede estar pasando, Gabriela en el hospital, es la peor noticia que me pudieron dar, jamás se me paso por la cabeza, no sé qué hacer ni que decir, mi respiración es entrecortada y me falta el aire, tan solo cuelgo el teléfono, agarro la casaca más cercana que tenía y salgo del campus lo más rápido que puedo, me subo en el auto y comienzo a manejar rápido hacia ese lugar, me salto varios semáforos, y voy a una velocidad intolerable en esta ciudad, pero eso es lo que menos cuenta, no sé qué le paso a mi novia, solo sé que está en un hospital y eso me rompe el corazón, ¿estará bien? ¿Cómo se encuentra? debí de acompañarla, debí de ir con ella, debí de...

Llego al gran hospital y me dirijo hacia la entrada del hospital, todo esto está vacío, por la hora que es, no hay mucha gente, así que no hay impedimentos, llego a la recepción –dónde está?¡ -grito sin que me importe a quien, solo necesito saber dónde está y si está bien, la señora que me atiende me pide que me calme, pero se me es imposible en este momento, no puedo controlar mi respiración, todo es un caos, solo quiero verla.

Camino con exasperación hacia donde me indicaron, entro a ese pabellón del hospital y busco el nombre de la habitación indicada, una enfermera se mete en mi camino y me detiene, frunzo el ceño –Señor Harry, debe calmarse- le quito la mano de mi brazo y la miro con determinación –Donde cojones esta Gabriela! –le espeto y ella se pone al frente mío, esta calmada y eso me saca de mi casillas- necesita calmarse, necesitamos explicarle todo lo que les paso, no puede entrar, ella está en cuidados intensivos –murmura y mi cuerpo comienza a temblar, ¿Qué le paso? ¿Por qué esta allí?

Un suspiro entrecortado brota de mi garganta, necesito saber, me siento en una silla de espera, más calmado, esperando saber toda la verdad- ¿Qué le paso? –digo con la voz quebrada, la enfermera suspira y me mira –parece que sufrieron un asalto, La señorita Gabriela recibió golpes múltiples en todo el cuerpo, pero sobre todo en el cráneo, los doctores le están haciendo muchos exámenes para ver la magnitud de ellos, ella esta inconsciente en este momento su situación es delicada –me echo el pelo hacia atrás, tratado de controlar la millonada de emociones que siento en este momento, no me la puedo imaginar así, jamás creía que pasaría, porque a ella? -¿Qué hay de la otra chica que estaba con Gabriela? –pregunto esperando saber de su estado, la enfermera emite un gesto de preocupación que me pone los pelos de punta.

-Su situación, es más delicada aun, recibió un disparo por la parte de la clavícula, perdió mucha sangre y tememos por su salud, está en la sala de operaciones, pues parece que la bala se instaló en ese lugar – No creía escuchar eso, Mariel está peor que Gabriela, le dispararon, y eso empeora la situación, ¿Por qué tuvo que pasar toda esta desgracia?

-Necesitamos saber los datos completos de las dos señoritas y los números de sus parientes más cercanos- dice el señor que esta atrás de la recepción, la enfermera me explico que me contactaron porque en el pantalón de Gabriela había un papel con mi número y nombre, agradezco a dios por eso, de lo contrario no habría sido el primero en saber lo que estaba pasando. Le doy el número de los papas de Gabriela, ya que me pidió que lo anotase en caso hubiera una emergencia, sin embargo, no sé nada de Mariel, no pude brindarles la información que querían.

Esto ha sido demasiado por hoy, jamás debió de pasar, Gabriela y Mariel en el hospital es una pesadilla, jamás debí dejarla ir sola, ahora me siento culpable por todo esto que les está pasando, ella no puede estar mal, tiene que recuperarse, sé que ella es fuerte lo sé, esto... solo es una prueba, ella saldrá bien de todo esto, no me permiten verla aun, ya que está en un muy grave estado, pero estaré esperando y me quedare aquí hasta haberla visto, hasta saber que va a salir bien de esta.

Hasta que llegaste tu ... (H.S) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora