Hasta que llegaste tu ... (H.S)

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Harry:

Se quedó dormida al fin, no me gustaría dejarla en este lugar, siempre estuve aquí desde que por desgracia ella vino aquí, pero ella me lo pidió y para aceptarlo necesito asearme y descansar un poco, huelo a mierda y mis ojos amenazan con cerrarse. Me paro con cuidado para no despertarla y me encamino a mi casa o la ''casa de fraternidad''

Me doy un baño relajante antes de meterme a la cama y sumirme en el sueño, mis parpados están pesados, necesitan cerrarse y lo hago, me siento en calma y el alivio invade todo mi cuerpo.

Pensamientos invaden mi cabeza, mañana por la tarde mis ''suegros'' llegan a la ciudad para ver el estado de su hija, aun no los conozco y la idea me causa nauseas, jamás creí conocer a los padres mi novia para ser sincero, casi siempre fueron para el rato, pero con Gabriela es diferente y si quiero quedarme con ella necesito darles una buena impresión a sus padres. Metido en mis pensamientos y sueños consigo quedarme dormido al fin.

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Por alguna inexplicable razón me hecho colonia al cuerpo y me peino un poco el pelo, agarro un plátano y salgo hacia el hospital. Me dirijo hacia la habitación de Gabriela no sin antes pasar por la de Mariel, siento un escalofrío cuando lo hago, la última noticia que me dieron de ella, fue que sus signos vitales se están recuperando y espero que lo hagan rápido, ya contactaron a sus padres y ya vinieron a verla, no tuve valor de hablarles pero lucían derrotados y tristes, me imagino como se pondrán los padres de Gabriela al verla.

Veo a Louis sentado en la sala de espera y frunzo el ceño de la sorpresa, el dirige sus azules ojos a los míos y se para en mi dirección.

-N-no me quieren dar información sobre Mariel, que le paso? –Me mira asustado y ansioso-

-Y a ti que te importa cómo se encuentre ella? –le espeto recordando lo que le hizo meses pasados en aquella fiesta, no me afecto mucho, pero siendo la mejor amiga de Gabriela pues-.

-Que si me importa –baja su tono de voz y mira el suelo- Solo dime por favor

Un suspiro brota de mis labios dándome por vencido, vino hasta aquí para saber cómo esta ella y creo que eso es bueno –Se está recuperando, recibió un disparo y entro en estado de coma, pero supongo que estará mejor... supongo que el doctor te dará más información -Las palabras empalidecen su rostro, y puedo ver una chispa de coraje en sus facciones, asiente con flaqueza

-Y Gabriela? –Pregunta- Ella está mejor, le esta yendo bien y... justo voy a verla, adiós- salgo de ese lugar y lo dejo ahí.

Entro en la habitación, y la veo allí, a mi ángel caído del cielo, con una gran sonrisa al verme, lo que hace que yo también tenga una más grande aun, sigue teniendo esa tediosa venda en su rubio pelo, la piel pálida y con una cuantas heridas en ella, pero eso no le quita la hermosura que por naturaleza tiene. Me acerco a ella, y ella me acerca, me planta un dulce beso en los labios, si... eso era lo que necesitaba!

Le sigo el beso y dejo que nuestros labios hablen por si solos, sus labios son como medicina para mí y me gustaría que los míos fueran eso para ella, la amo más que a nada y quiero que lo sepa en cada momento. Rompo la conexión y miro sus ojos color miel que me hipnotizan -¿Cómo amaneciste, amor? –Le digo-

-Bien creo -duda- ansiosa por ver a mis padres, ya sabes hace tiempo no los veo –frunce los labios y yo le trato de dar una sonrisa-

-Imagina como estoy yo –suelto en un susurro que no quería que ella escuchara. Rompe en una carcajada-

-Lo se Harry... no los conoces aun y ellos tampoco a ti, pero ya veré como los presento yo –trata de consolarme y yo sonrió- Bueno será de esperarlos, no? –Ella asiente. Tomo su mano y la guio hacia mis labios para dejar un beso en el torso de esta, ella sonríe y se sonroja ante mi acción-

Gabriela:

Le pidieron a Harry salir de la habitación pues el doctor tenía que venir a hacerme unos exámenes, después de que se fueron Harry no ha vuelto y me pregunto porque. Una enfermera entra en la habitación –Señorita warton sus padres han llegado- La alegría me embarga y una sonrisa se forma en mis labios al recibir la noticia, estoy tan contenta de que hayan venido hasta aquí para verme. La enfermera sale de la habitación y deja entrar a mis padres, noto angustia y aun poco de alegría en sus rostros, los dos se acercan a mis y me envuelven en sus brazos, yo hago lo mismo con la poca fuerza que tengo, puedo ver que a mi mama se le escapa una lagrima, y siento un dolor en mi pecho –Hija perdónanos por no venir antes, princesa- Me dice mi papa dándome un corto beso en la frente y mi mama asiente limpiándose la lagrima que acaba de salir, yo niego –N-no se preocupen, lo entiendo, gracias por venir- les regalo una sonrisa-.

-De eso nada, Gabriela, no sabes cuánto nos preocupamos cuando nos llamaron diciendo que estabas en el hospital por un asalto, no lo podíamos creer –se le quiebra la voz a mi madre- Eres nuestra única hija y no nos gusta que te pase algo malo, cariño, te amamos y siempre vamos a estar allí para ti, mírate –me señala con su mano- verte así, nos quiebra, felizmente nos dijeron que te estas recuperando y espero que sea lo más pronto- sonríe y yo le devuelvo la sonrisa- Los accidentes le ocurren a cualquier y esta vez me ocurrió a mí –digo con tristeza- y no saben cuánto me alegra verlos aquí –

-¿Cómo paso todo hija? Tenemos que poner una denuncia, esto no puede quedar impune – Entonces comienzo a relatarles como ocurrió todo, les digo lo poco que acuerdo y todo lo que me dijeron los médicos acerca de este hecho, cuando la puerta se abre lentamente y veo la mano de un hombre, imagino que es Harry y me preparo mentalmente para presentarlos y saber qué es lo que voy a decir, cuando frunzo el ceño como por instinto cuando no lo veo y reconozco quien es... Drake, El vino hasta aquí con mis padres?! Que?! Esta con una casaca de cuero y sus típicos lentes, mis labios se entreabren por la sorpresa, mis papas sonríen al verlo y él lo hace al verme, corre por así decir hacia mí y me abraza cuidadosamente –Gabriela –sonríe- Como estas pequeña? – Dice con la voz enronquecida, me aleja y me mira con sus intensos ojos –D-Drake? –consigo decir y el ríe levemente

-Ese mismo –me abraza de nuevo- no sabes cuánto me alegra verte supongo que mejor –dice y puedo ver preocupación en sus facciones- ¿Cómo te sientes?

-Se ofreció a venir con nosotros en cuento le dijimos lo que te paso, estaba realmente preocupado- Dice mi mama y yo miro a Drake, le regalo una sonrisa – Gracias, Drake- digo y el coge mi mano y besa el torso de ella, lo mismo que hizo Harry hace un rato, y hablando de Harry, él entra a la habitación y se lleva una gran sorpresa al ver a todos aquí, su piel palidece y sus ojos se oscurecen varios tonos, puedo ver sorpresa, vergüenza e incomodidad en sus facciones, mira a mis padres y en eso sus ojos se encuentran con los de Drake quien está cogiendo mi mano dulcemente. Entre abre los labios y su ceño se frunce fuertemente, Oh no...

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