Cuando iba a bajar del vehículo mi madre se despidió como siempre diciéndome, <hasta esta tarde si dios quiere> pero esta vez agregó un <feliz cumpleaños mi amor>. Pase un día normal en el instituto, con alguna que otra felicitación. En clase de lengua, vino el portero del instituto a mi clase, y con un tono frío me dijo que saliera del aula. Yo, confundida me levanté y salí con el, que me dio un teléfono, el cual puse mi oído para poder escuchar la voz del otro lado. Una voz dulce captó mi atención - Sra Mia, somos del hospital San Pedro, le queremos comunicar que sentimos mucho su pérdida -. Me quedé confusa y mis latidos se volvían cada vez más fuertes y el sudor comenzaba a correr por mi frente. Con voz aguda y temblorosa contesté -¿Que me está queriendo decir? - Hubo una pausa de silencio hasta que la joven del otro lado respondió- lo lamentamos, sus padres han fallecido esta mañana en un accidente de tráfico - El golpe que me dio en el pecho fue tan fuerte que notaba que todo mi mundo se puso en 'pausa'. Pequeñas lágrimas comenzaban a salir de mis ojos al saber aquello. Mi cerebro se descontrolo y comence a gritar que eso no podía ser, que era mentira. Mis gritos captaron la atención de las otras clases que hicieron que saliesen de sus aulas para ver lo que sucedía. Yo no paraba de gritar, mis ojos azules ya no veían por causa de las lágrimas. Seguía llorando hasta que mi propio cuerpo cogió y se fue en dirección del balcón del pasillo, cual trepé y quede al borde de la gran caída pero los profesores me sacaron de allí. Terminó el día y yo seguía llorando, pero lo primero que hice fue ir en dirección del accidente. Estaba oscuro, no había nadie, solo yo y mi mente que controlaba lo que yo hacia pero yo a ella no. Subí el puente que cruzaba de un lado de la carretera al otro, y quedé en el centro. Subí la pequeña vaya de metal de seguridad , y quedé como la anterior vez, situada al borde de la muerte. Un mar de lágrimas seguía saliendo de mis ojos. Ellos eran todo para mi, no tenía a nadie, y lo más valioso de mi vida ahora lo había perdido. Comencé a recordar las últimas palabras de mi madre después de que yo bajase del coche y susurré en voz baja un -yo también os quiero-. La suave brisa medio secaba mis lágrimas y un último suspiro salió de mi antes de caer al vacío, y lo último en pasar por mi mente fue la imagen de mis padres, a los cuales en poco los volvería a ver.
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Mi Novela Corta
NouvellesEs una "novela corta" que hice en un concurso de literatura la cual me siento orgullosa y por ello me gustaria compartirla, al terminar de leerla me gustaría que la comentasen, gracias.