Hoy te vi, no fueron tus ojos brillantes, tu aroma ni la manera nerviosa con la que caminas cuando me ves, las que me hicieron saber que eras tu, tampoco fue tu perfecta sonrisa o tu pelo tan hermosamente desarreglado, Fue mi corazón quien te reconoció de inmediato.
Este corazón tan tuyo que no te olvida, que quiere salir de mi pecho para abrazarte tan fuerte que no puedas irte, que se acelera y hace fiesta cada que puede verte. Este corazón que no logra asimilar que nunca fuiste de el.
Hoy te vi, me viste, nos vimos y supe muy en el fondo que para ti no soy nada ya.
Hoy te vi y hubiese querido no hacerlo, porque, cuando el corazón recuerda, una lágrima rueda.
