La fiesta

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Ya que hoy era el día de la fiesta, Fawcett y yo vinimos enseguida a mi casa saliendo de la escuela.
Al momento de ponerme el vestido, tuve un recuerdo del día anterior...

              Flashback
Estaba en la habitación, con Jordan, puede que sea un gran idiota, pero es guapo; con 1.84 de altura, cabello chino castaño, piel de un tono blanco pero un poco amarilla, brazos algo fornidos, ojos color café, unos labios carnosos, una voz demasiado sexy, unas manos grandes, al igual que sus glúteos y eso que trae entre las piernas, todo eso son algunas de las razones que me hacen seguir con el, además del dinero, claro está.

J: ¿Ahora cuánto dinero vas a necesitar?
K: ¿A caso importa? Solo dame el dinero...
J: Te recuerdo que todo ese dinero viene de lo que yo trabajo, así que estoy en condiciones de saber en que lo gastas.
K: Odio cuánto te pones así, mejor ya vete de aquí.
J: No vine para irme con las manos vacías, sabes cuánto te amo y por eso te compro todo lo que quieres, solo que... A veces sospecho que solo me utilizas.

Vaya que este tipo es idiota...

K: Si solo te estuviera utilizando, ten por seguro que podría robarte la tarjeta de crédito y comprarme cualquier cosa que se me antoje.
J: ¿Y qué no haces eso?
K: Me ofende que tengas esa errónea idea sobre mi...-digo y le doy la espalda, simulando sentirme ofendida-.
J: Eres la única persona que amo en este mundo, y no me pesa darte todo lo que te mereces, es solo que...
K: Vamos, no te pongas así.
J: Creo que ya es hora de que me vaya.

Después de decir eso, lo agarro del brazo y lo volteó para agarrarlo del cuello y darle un beso apasionado, el responde a esto agarrándome por la cintura.
Después de estar un tiempo en esa pose, decido bajar mi mano a donde está su pene y lo empiezo a sobar lentamente.
Ya que va creciendo su bulto, decido dejar de besarlo y bajar para ir abriendo su pantalón, se lo bajo un poco con todo y bóxer, entonces veo que se asoma su gran pene.
Empiezo a masturbarlo un poco, después de unos segundos decido metérmelo a la boca, lo introduzco y lo saco de forma un poco lenta, lo que más adoro del sexo oral es que haces disfrutar a la otra persona, sobre todo lo que más me prende es ver los gestos que hacen al momento de mamárselas.
Otros 30 segundos después, decido sacarlo de mi boca para poder pararme y desabrocharme el pantalón, lo hago de una forma lenta y sin perder contacto visual con Jordan, después de bajar mi pantalón decido acercarme a él y besarlo de nuevo, pero ahora con mis manos agarró su cabello chino que tanto me fascina.
Sin dejar de besarnos, decido aférrame a él con las piernas, en ese momento es cuando el introduce su pene y nos vamos a la cama. Una vez en la cama, él me tumba debajo de él y empieza a dar estocadas lentas, que después iban a ir aumentando la velocidad y con ello el placer, yo lo que hacía era besar su cuello y clavar y rasguñar su espalda, eso lo prendía demasiado, lo sabía por los gemidos que soltaba de vez en cuando.
El movía sus caderas de adelante hacia atrás, de una forma mágica, de todos los hombres con los que me he acostado, Jordan es el único que sabe bien cómo hay que hacerlo.
Cuando él se corrió, pude sentir el líquido caliente dentro de mi, no me preocupo porque sé que él no tiene ninguna infección y además yo soy estéril.
Después él se tumbó al lado mío, quedándose dormido a los 2 minutos, yo no entiendo porque la mayoría de hombres después de tener sexo se duermen al instante ¿a caso es mucho para ellos?
Como sea, decidí pararme y meterme a bañar como siempre hago después de tener sexo, o casi siempre.
Adoraba sentir el agua caliente en mi piel, por ello cuando Jordan me compró el departamento también buscó que tuviera una tina.
Cuando me baño, es un momento especial, un momento en el que puedo sentirme bien y reflexionar sobre todo.
Al salir de la tina, agarré la toalla que tenía al lado y me sequé, después agarre una bata y me la puse. Fui a mi cuarto y agarre ropa nueva, tenía que ir con Fawcett a probarme vestidos para la fiesta de mañana.
En eso Jordan se despierta y dice:

La Perra PsicópataDonde viven las historias. Descúbrelo ahora