Por La Noche |Chat Noir x Reader - One-shot|

Capítulo Único.

La tenia donde la quería, en mis brazos y muy cerca de mi, podía escuchar su corazón latir rápidamente, su cuerpo temblar y su bello rostro con unos hermosos tonos color carmesí, era una escena que jamás quisiera olvidar.

No me importa como fue que terminamos así, ni tampoco el hecho de estar solos en su casa, solo me importa el 'nosotros' y la gran cercanía que nuestros cuerpo estaban teniendo.

Por impulso me acerqué a sus labios, sentía su respiración nerviosa e irregular acompañado de el calor que desprenden sus mejillas, bese la comisura de su pequeños labios.

Separé mis manos del muro en donde la acorrale y las coloque firmemente en su cadera y parte de su espalda pegándola por fin a mi cuerpo, me volvía loco su cercanía y su dulce aroma a canela, eran sumamente adictivos.

Baje mis manos traviesas hacia sus piernas levantándola del suelo y cargándola, ella por su parte se aferro a mis caderas. La lleve hasta su cama y la recosté allí quedando yo sobre ella para verla tan pequeña bajo mi cuerpo.

Mi mire a los ojos embobado y sumamente nervioso, esos ojos pardos me veían de una forma completamente suplicante como esperando que haga algo 'malo' con ella. La simple idea me nublaba el juicio.

Repartí besos por todo su rostro mientras que mi mano toqueteaba su muslo descaradamente, unimos nuestros labios ya deseoso el uno del otro, eran suaves y carnosos me tentaban a darles una suave mordida.

Seguí mi propio deseo y al finalizar aquel beso pasional, tome su labio inferior y lo mordí levemente.

-Umm~ Chat~...-

Aquel gemido bajito provocó que la poca cordura que me quedaba se esfumará rápidamente de mi cabeza. Me volvió loco.

Baje a su cuello estimulándolo con besos, lamidas y varios mordiscos mientras escuchaba sus débiles jadeos y gemidos.

La mano de ella se posicionó en mi nuca acariciando mi cabello mientras que su otra mano fue directo a mi espalda, con sus piernas apretó el agarre en mi cintura logrando que nuestras intimidades se rocen en innumerables veces.

Comencé a sentir como el traje me apretaba en cierta área y creo que no fui el único que lo sintió ya que a mi bella dama le aumento aquel precioso sonrojó y su vista bajo a aquello que comenzaba a marcarse entre mis piernas.

La tome del mentón obligandola a verme, le di un tosco beso en los labios y luego tome la mano que estaba en mi espalda y le indique que bajará el cierre que era oculto por mi cascabel.

Al hacerlo me ayudó a despojarme de la parte superior de mi traje, dejando a la vista mi pecho. Su sonrojó aumento aún más y por si sola tocó mi cuerpo con esas manos pequeñas y frías que tanto comenzaba a amar. Una idea sumamente obscena paso por mi cabeza de lo que podía hacer con esas manos.

Volví a besarla pero esta vez siento menos brusco mientras que mis manos tomaron la fina tela de su camiseta y la levantaba con la aprobación de mi dama para sacarla y tirarla en algún lugar de la habitación.

Me tome el momento de verla, no tenia un pecho pequeño pero tampoco era muy grande, ella se cubrió rápidamente al parecer recordar que no llevaba sostén, solté una risita y aparte sus brazos lentamente dándole seguridad de que nada malo iba a pasar sin su consentimiento antes.

La bese lentamente mientras que tocaba con suavidad sus pechos, varios suspiros quedaron atrapados en el besó hasta que nos separamos por un poco de aire. Mi dama proporciono besos húmedos en mi cuello llegando hasta mi clavícula donde mordió haciendo que soltará un ronroneo involuntario.

-Que lindo suenas~ - Dijo luego de separarse de mi piel.

Me sonroje a flor de pie, puse mis manos al lado de su cabeza apretando las sabanas dando a entender que estaba desesperado, agache la cabeza dirigiendo mi boca al comienzo de las dulces montañas de mi dama.

Estaba apunto de hacerlo cuando me percate de que ella estaba temblando un poco. Levante la mirada encontrándome con ojos algo preocupados y llorosos.

-¿Que ocurre?- Pregunto preocupado al ver esos ojos con miedo.

-¿Te quedaras?- Repregunto ella con miedo en su voz.

El principio no entendí el porque de esa pregunta hasta que la respuesta me vino a la cabeza como un golpe en el rostro.

-Siempre... toda mi vida.- Le sonríe sincero para besar su nariz.

Ella sonrió de manera dulce para luego besar mis labios tiernamente.

[...]

Admire el pequeño y desnudo cuerpo de mi compañera la cual se encuentra dormida sobre mí pecho, la escuchaba respirar tranquilamente mientras me abraza.

Llevo ya varios meses viéndola de lejos, tanto en la escuela como siendo héroe, no podía dejar de verla y seguirla. Tenia algo que me volvía y vuelve loco, tal vez sea su amabilidad o su inteligencia, su inocencia o su seducción no intencional, no se que puede ser con claridad lo que me vuelve loco y hace que la necesite conmigo pero se que ella es una de las razones para levantarme todos los días de la cama para poder verla.

Pero aun así,  no podía acercarme a su vida como si nada por lo que verla de lejos era lo mejor, hasta que ella me descubrió, una noche me vio en la terraza de su vecino del frente y allí nació nuestro amor, nuestros encuentros nocturnos que solo eran hablar y besarnos, pero luego de un par de meses los besos fuero más... apasionados y apenas sólo está noche fue como dejamos que nuestros deseos del el uno por el otro se funda en nuestros cuerpo, sellando nuestro romance.

Los primeros rayos del sol se colaban por la ventada y algunos pájaros cantaban. La gente de París comenzó a despertar, mientras que nosotros recién nos comenzamos a dormir.

Hace unos minutos había terminado mi transformación lo cual cuando mi bella dama se despierte verá quien soy realmente pero no me importa, la amo demasiado y no temo que ella sepa mi verdadera identidad. 

-Te amo mi dama... mi (T/N)-

Bese su frente y abrace su cuerpo para quedar dormido por su delicioso aroma.