Por la noche, en la casa, se oían ruidos muy extraños, pero como era la primera noche que pasábamos en la casa de nuestra tía, no le dí importancia.
Al día siguiente, la alarma sonó a las siete de la mañana, a si que a esa hora me desperté y fui a la cocina para desayunar. Cuando acabé, se despertó mi hermano, porque, como ya dije, siempre se acuesta mucho más tarde que yo, luégo, me fui al baño a darme una ducha y después, pasé por mi cuarto para vestirme y prepararme las cosas para mi primer día. Al cabo de un rato, se despertó mi tía para llevarnos al instituto.
Cuando llegamos, lo primero que hicimos fui ir a ver a la directora, para que nos diera nuestros horarios, ya que llegamos a mitad de curso.
En nuestra primera clase coincidimos mi hermano y yo, aunque, en las siguientes, cada uno tiene una diferente.
Cuando acabó el insti, Jorge me pidió si podíamos ir a ver un poco el pueblo, y yo acepté, porque tenía curiosidad por ver como era el pueblo en el que vivíamos. Había un gran bosque, muchas tiendas de ropa y de comida, dos colegios, y nuestro instituto, a parte de todas las casas.
Al acabar de ver el pueblo, decidimos volver a casa. Cuando llegamos no había nadie en casa, y esos ruidos extraños que se oían por la noche, se seguían escuchando ahora, por lo que decidimos ir a ver de que se trataba, nos recorrimos toda la casa, pero no encontramos nada ni a nadie, y enseguida nos dimos cuenta de que no habíamos mirado en la buhardilla.
Subimos a ver de que se trataba, pero no había ninguna escalera para acceder, por lo que supusimos, que allí, había alguien.
Al rato, se oyó el ruido de la puerta y bajamos a ver quién era, era nuestra tía, y volvía, según ella, de la tintorería, aunque cuando fuimos a ver el publo, no vimos ninguna.
Zoe, por las tardes, estaba muy ausente, volvía del trabajo, o de lo que hiciese por las mañanas, preparaba la cena, y no se la volvía a ver hasta el día siguiente. A veces, cuando se iba de la cocina y ya no se la volvía a ver, se empezaban a oir esos molestos ruidos. Para averiguar lo que era, Jorge, me pidió que ese día siguiéramos a la tía. Yo dije que sí, y a si hicimos, seguir a la tía. Ella, primero fue al garaje a por una escalera, que parecía ser la de la buhardilla, subió hasta allí, y de repente, desapareció. Al ver eso, dijé que yo no quería pasar a la buhardilla, por lo que me fui a mi habitación, y a mitad de camino, ví que Jorge me seguía, por lo que entramos a mi habitación y empezamos a hablar de lo que había ocurrido.
Hubo un momento que pensamos que la casa estaba encantada, y que por lo tanto, el pueblo también, pero no lo parecía, lo único que nos dió un poco de miedo fue el bosque por lo que al día siguiente quisimos entrar.
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El Parque De Los Muertos
HorrorUna historia de terror y de suspense, que estoy segura que os gustará