Taylor and Malia

Semidioses

POV TAYLOR

Grite al ver como una de las empusai tiraba a Malia fuertemente al suelo y la pegaba una patada en la cabeza dejándola inconsciente. Presione el botón de mi anillo y este se transformó en una espada reluciente, con el mango de un color vino tinto fuerte y el símbolo tallado en el centro de este.

Grover peleaba a unos metros de mí con las dos empusai, dándoles patadas y esquivando sus ataques. Apreté duro el mazo de la espada y corrí a atacar a la empusai. Levante la espada y luego le mande un tajo hacia la derecha de su brazo. Ella lo esquivo. Di una vuelta rápida y le hice un corte en la pierna izquierda, la cual comenzó a echar humo por el pelo de la pata de burro. Me mando un puño a la cara pero yo lo esquive, abriendo hacia el lado derecho. Ataque hacia su estómago, pero cogió la espada provocando-le que sangrara. Me pateo con la pierna de bronce. Caí adolorida al suelo y empece a toser.

Se extendía un dolor por todo mi estómago y pulmones, haciendo que se me saliera el aire y empezara a toser como loca. Me costaba respirar y sentía un dolor intenso en las costillas que impedía que me levantara.

La empusai me agarro de los pies y me arrastro por la tierra. Las pequeñas piedras que se encontraban en el camino me rayaban la piel y se me clavaban en la piel como agujas. La espada seguía a un en mis manos, ya que la apretaba por el fuerte dolor que sentía. Levante mi cabeza hacia el cielo y luego mire a mí alrededor. Ya me encontraba lejos del campamento y estaba bajando la colina arrastrada por la empusai. Grover se encontraba más lejos de la entrada al campamento y luchaba con una sola empusai, ya que la otra había desaparecido.

Me estaba alejando. No podía dejar a Malia, DIOS!

Vamos levántate, haz un esfuerzo.

Falle.

Okay, intenta clavarle la espada por la espalda. VAMOS!

Coloque el mango de la espada encima de mi pecho y respire hondo. Con toda la energía que me quedaba, me empuje hacia arriba y con fuerza le clave la espada por la espalda. La empusai grito de dolor y cayó al suelo esfumándose. Caí otra vez al suelo, pero del costado derecho ya que el otro me dolía. Empecé a respirar rápidamente y transforme la espada de nuevo al anillo. Lo mire por un momento; quería quitármelo.

Había matado a alguien... Bueno, algo...No sé.

¡MATE A ALGUIEN!

Se sintió bien, no tan mal. Aun así estaba en shock.

— ¡Taylor! —grito Grover a lo lejos.

— ¡Aquí! —dije mientras intentaba pararme.

Grover llego al lado mío corriendo y me ayudo a terminar de pararme.

—No luces bien- dijo preocupado. —vamos!

Empecé a caminar/cojear por el dolor de mi costilla. Mi estado lo decía todo. Me encontraba rasguñada de pies cabeza, sin dejar de lado la herida profunda por el vidrio; que se había agrandado más y empezaba a salir más sangre y tierra. Mi pantalón estaba rasgado y sucio, mi camisa también y al levantar la blusa, había un morado en la costilla por la patada de la empusai.

Estaba de maravilla. Nótese el sarcasmo.

Llagamos al lado del cuerpo inconsciente de Malia, la cual fue alzada por Grover. Ella se veía mucho mejor que yo; su ropa estaba sucia pero no tan rasgada, tenía una mancha de sangre de muslo, rasguños en los brazos y un chichón en la cabeza por la hermosa patada de la empusai.

Mis ojos empezaron a cerrarse, pero yo me rehusaba a dejarme llevar por el cansancio. Pasamos por un pino grande y frondoso que tenía una cosa blanca que relucía y estaba custodiado por un... Dragon!... Okay, este día no puede ser más raro.