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Despierto y en mis oídos solo escucho un silencio aterrador, ni una respiración. Solo escucho el leve sonido de las hojas de otoño caer al suelo desde sus ramas... Estoy sola.

Me intento levantar y de inmediato siento un dolor desgarrador en mi pierna. Grito inevitablemente y con voz ronca, pero me tapo la boca de inmediato al recordar porque estoy en las condiciones en las que estoy.

Me vuelvo a mi pierna y veo como esta se encuentra atascada entre dos rocas gigantes (escombros más bien). Me obligo a zafarme y ahogo un grito que me mata por dentro. De inmediato la pierna me empieza a sangrar, me desgarro el dobladillo de la blusa del uniforme y me hago un torniquete con una rama, que suerte tengo de que mis padres sean médicos... ¡Mis padres!

Me muevo con dificultad por el suelo hasta lograr ponerme de pie. Camino hacia la bodega de deportes y me dejo caer sobre una red de voley. Saco mi celular, este está lleno de advertencias.

"Peligro, el está rastreando a la sangre Omega, refugiense o los matara de inmediato"

Nuestra sociedad se divide en dos: Alfa y Omega.

Son tipos de sangre con diferentes tradiciones, que mala suerte... Yo soy Omega.

Survivors #PT2016Donde viven las historias. Descúbrelo ahora