Pacific Coast. | Sebastián Villalobos | •En edición.

Es mi chica.

Llegamos al salón y fuimos directamente donde Leo, le dije una y mil veces a Sebas que se calmará durante el camino, pero no me escuchó.

—Mira Leo te voy a aclarar algo. –Le dijo Sebas mirándolo directamente a los ojos–

— Wow, Espera... Baja tu furia y me vienes a reclamar cosas. -Le respondió Leo en una forma muy burlona-

—Yo te hablo cuando se me venga en gana. -Respondió Sebas-... Nicole, es mi chica y no te interpongas entre nosotros.

—Primero, ella no es un objeto.
Segundo, deja la desconfianza que así tú mismo harás que su relación vaya directo al fracaso.
Tercero, estas invadiendo mi espacio. —Lo apartó y salió del salón–

—Sebas... –le dije muy molesta– Deja el show para los videos, estamos muy grandes ya para como andar haciendo estás discusiones absurdas.

—¿Y lo defiendes? —Sebas respondió–

—Sólo te explico, y es cierto deja la desconfianza. Te amo a ti y nadie más que a ti.

—Disculpa pero hablamos más tarde, cuando se me pase esta ira. –Se marchó del salón dejándome sola–

Me ha dejado sola y pensé que nunca llegaría a estos extremos, lo desconozco, ya casi terminamos la universidad y ya no estoy tan segura de nuestro futuro. Me largo a caminar.

Y allí estaba yo, caminando durante todo el campus cuando de repente alguien se me acercó.

—¡Sopresa! –Me dijo mientras cubría mis ojos por detrás–

—¿¡Sebas!? -Dije sorprendida-

—Ah... A él esperas que venga tras tuyo. -Dijo Leo con una voz sarcástica.

—Disculpa, por alguna tonta razón lo creí así. –Dije mientras agachaba mi cabeza–

—Tranquila, todos esperamos cosas y no siempre son como quisiéramos.
Pero de eso eso se trata la vida, de esperanzas, de creer o luchar por algo.

—Vaya... Que profundo eres. No conocía esa parte de ti.

—No conoces mucho realmente, sólo conoces lo que yo quiero que conozcas.

—Sí, en parte tienes toda la razón.

—Pero vamos bonita, todo tiene una solución, piensa bien en lo que quieres para ti.

—Gracias Leo, pero sólo quiero dormir o desaparecer, lo que ocurra primero.

—Espera... *me abraza inesperadamente* .. Disculpa, pensé que necesitabas un abrazo y lo hice.

—Lo quedé viendo sorprendida—... Gracias, realmente se sintió bien. Nos vemos.

Mientras iba a mi dormitorio me encontré al maestro del proyecto para graduarnos y adivinen quien tenia que ingeniárselas para contarle lo del bebé, SI. ESTA BOBA CHICA.

—Maestro... Disculpe, ¿le puedo comentar algo?

— Dígame señorita.

—El bebé, el proyecto ocurrió un accidente y pues no sé que haremos con Leo. ¿Alguna idea?

—Su deber era cuidarlo y veo que no lo hicieron, es probable que los aplaze si no buscan solución, que pase un buen día. –me dijo de una manera muy molesta–

Y ahora que hago, me dije a mi misma. Si repruebo esa materia no me graduó, es decir graduamos...

Pasé enfrente de la habitación de los chicos y decidí ir a hablar con Sebas...