Mi Chica Suicida (Tonalidades I)

× Capítulo 23 ×

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Al escuchar esas palabras el tiempo se detuvo y mi corazón comenzó a latir rápidamente, mi respiración comenzó a ser entrecortada, no por las lágrimas que aún salían sin parar, sino, por aquel horrible sentimiento que él causaba en mi.

Jos:— ¿Qué es lo que haces? —preguntó firme pero preocupado. Me arrebató la pequeña navaja de mis manos.

____:— No es de tu incumbencia —respondí cabizbaja.

Me tomó del mentón mirándome a los ojos y me entregó el pequeño cúter.

Me extendió su brazo.

Jos:— Mirame a los ojos y corta cuantas veces quieras.

Lo miré.

____:— No te lastimaría de esa manera.

Sus manos rodearon mis mejillas, sonrió y limpio mis lágrimas para después besar mi frente.

Las lágrimas pararon, mis manos temblaban, tal vez era por el frío o tal vez era por todos los sentimientos que tenía en mi pecho, nerviosa acaricie su mejilla, por inercia él sonrió y cerro los ojos disfrutando el roce de mi piel con la suya.

El silencio invadió la habitación, nuestras respiraciones eran tranquilas, mi cabeza recargada sobre su hombro, mientras que mi cara enterrada en su cuello aspirando su colonia y él besando mi coronilla cada vez que le complacía.

Jos:— ¿Por qué lo haces? —me miró esperando una respuesta. Suspire.

____:— La soledad duele, el rechazo duele, perder a alguien duele, el odio duele, ¿y el amor? —reí— el amor es la peor escoria que puede existir.

Jos:— Te equivocas —sonrió— el amor es lo mejor que puede existir en este mundo, una medicina que puede curar todo el dolor u odio que una persona puede contener. No entiendo como las personas pueden decir que “el amor duele y destruye”, cuando el amor es lo único que te sostiene para vivir.

Sus palabras eran correctas, eran exactas. Le dedique una sonrisa y me dedique a admirar cada detalle de su rostro esperando encontrar alguna imperfección, ¿la hubo?, por supuesto que no. Lo acerqué a mis labios y besé éstos lentamente esperando a que encajaran perfectamente con los mios.

Jos:— Me gustas, ____ —acarició mis labios con los suyos.

____:— Me gustas, Jos.

(***)

El liquido frío caía sobre mi delgada sudadera, cerré mis ojos mientras apretaba mis manos en forma de puño y la risa de los presentes no se hizo esperar.

____:— No sé que ganas con hacer esto —dije tratando de calmar mi irá. La teñida me miro con desagrado.

Xxxx:— Disfrutar el placer que provocas en mi cada vez que te humillo —sonrió triunfante.

El pelinegro apareció a mi lado, miro con desaprobación a la teñida y la sonrisa de ésta se amplio.

Xxxx:— Hola, mi amor —besó la mejilla del ojimiel, él la tomo por los hombros y la hizo a un lado.

Jos:— Marlene —respiro pesadamente—. ¿Podrías dejar a mi novia en paz? —pidió remarcando la antepenúltima palabra.

«¿Novia? ¿qué? ¿cuándo? ¿cómo? ¿dónde?»

Ella lo miro ingenua y yo sorprendida esperando una respuesta. El ambiente se volvió aún más tenso. Solo sentí sus labios haciendo presión con los mios, permitiéndome saborear el dulce sabor a caramelo de éstos.