soy un a simple y seca almendra

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Corrí rápidamente por el pasillo, baje las escaleras torpemente con los libros apuntó de caer de mi agarre.

-¡mamá! ¡Vuelvo como a las 7!-grité cuando estaba a solo unos pocos centímetros del picaporte de la puerta, cuando sentí que tiraron fuertemente de mi cola de caballo, y me desplomé en el piso.

-¿Pero qué te pasa?-dije enfadada.

Enseguida una mano firme golpeo levemente mis labios.

-¿a quién le hablas así?- reclamo mi madre.

-lo siento-me disculpé mientras me levantaba del piso.-crei que fue Dylan-.

-a ver, habla.-exigió mi madre.

-saldré con Penny, tenemos que estudiar una cosas para la exposición de historia, nos reuniremos en un cafetería que acaba de abrir, creo que se llama "the Break" o algo así no lo sé, solo sé que Penny me escribió de urgencia porque la exposición se pasó para mañana.- explique tratando de apresurar todo el interrogatorio que me esperaba.

Mi madre me miro como si me faltara mencionar algo, luego asintió levemente y salí corriendo de casa, no sin antes escuchar su típico "contesta el teléfono cuando te llame".

Por fin llegue a la bendita cafetería, no fue sencillo encontrarla. Estaba situada en el subsuelo de un edificio color celeste, y tenía un gran letrero iluminado con el nombre de la cafetería con una flecha señalando unas escaleras hacia abajo, bastante retro.

Llegue a una mesa en una esquina y deje caer los libros sobre esta, di un gran suspiro y tome mi teléfono para llamar a Penny unas cuantas veces pero no contestó.

Me levante y me acerqué a la barra.

-¿tendrá tal vez de venta cigarrillos?-pregunté a la chica que estaba en la caja, la cual, me miró curiosa y luego me pasó uno.

-gracias, ¿puedo pagárselo al final con la cuenta de de esa mesa?- apunte hacia donde deje los libros.

- oh no, aquí no vendemos cigarrillos, te estoy regalando uno.- dijo la chica amablemente, y me guiño el ojo. – solo asegúrate de mantenerte bajo el ventilador.

Tome el cigarrillo entre mis dedos y se lo agradecí con la cabeza.

Regresé a la mesa y encendí el cigarrillo, comencé a fumarlo mientras esperaba a que Penny llegara, era bastante usual que llegue tarde.

Estaba casi a mitad del cigarrillo cuando sentí una mirada clavada en mi cuello, voltee hacia distintos lados hasta encontrarme con unos ojos marrón dominantes, una chica de cabello rubio me miraba fijamente haciendo un gesto de repulsión al verme dar una calada al cigarrillo, y para cuando se dio cuenta de que la encontré infraganti, yo eleve mis hombros provocantes.

No saben cómo odio eso, un día una chica me dijo "que se ve horrible que una mujer fume" pero nadie dice nada cuando una chico fuma, sinceramente eso ya me tenía sin cuidado.

Ya estaba terminando el cigarrillo y Penny apareció en frente tomándolo de mi mano y botándolo al suelo para después pisarlo.

-¡oye! ¿Qué haces?-.

- nada, esperándote para empezar a estudiar- dije a la chica parada en frente de mí.

-Brooke, ¿no leíste mi mensaje?- preguntó Penny.

La mire confundía y saque mi celular, ahí justo en mensajes apareció una bolita roja señalando una notificación.

Maldita sea, Ese mensaje indicaba que todo era una farsa para que mi madre me deje salir de la casa, llevaba libros a una cafetería como una idiota cuando ni siquiera los abriríamos.

Rodé los ojos mientras tome mi bolso del colegio y guarde esos libros.

-pudiste decirme eso por el primer mensaje antes de hacerme traer estas cosas-dije molesta.

-no me arriesgaría que tú madre tome tu teléfono y lea el mensaje como la última vez- explicó Penny - y de todas formas, el que hayas traído esos libros hace más creíble la historia.

-bien ahora que me has hecho venir hasta acá, ¿qué ocurre?-

Penny puso su mano en el pecho e hizo un gesto —eso me dolió ¿no puedo sacar a mi mejor amiga de su casa para pasar el rato?—

Reí sarcásticamente —no cuando apenas el sábado me hiciste salir por la ventana para según tu "recogerte de una fiesta"— realice las comillas con mis dedos —y luego terminaste embriagándome para quedarme–

–vamos, era temprano, apenas eran las 11 cuando llegaste, para cuando 4 ya estabas bien y pudiste volver a tu casa sin que te descubran–se justificó Penny.

– ¡A duras penas logre entrar a mi habitación sin despertar al vecino!–reclamé –después mi madre subió hasta mi cuarto y me pregunté qué hacía levantada–

– ¿en serio?–. Dijo se sorprendió –¿y que le dijiste?

Agache mi mirada –que me estaba preparando para ir a correr–

Penny se echó a reír – ¿a correr? No se te ocurrió nada mejor ¿qué hiciste después?–

–pues a mí madre le encantó la idea y poco después ella y yo estábamos corriendo a las 5 de la madrugada de un domingo– dije con la voz irritable – ¿sabes lo que es ir a correr en la madrugada con resaca? Además de que un perro nos ladraba cada vez que pasábamos cerca de su casa y el tremendo frío que hacía, mi cabeza estaba por explotar, sumado a la idea de que no dormí en toda la noche–.

–Pobre chiquita mía– Penny fingió una voz de bebe he hizo un puchero –ya ya, todo está bien esta vez no es por nada de ese estilo–.

–Gracias a Dios- ansíe– ¿quieres pedir algo? Muero de sed–.

–si ya que estamos aquí– Penny elevó su brazo llamando la atención de un muchacho que servía bebidas a una mesa cercana.

–Bienvenidas a "The Break" ¿les sirvo algo?– preguntó el chicho mus amablemente.

–yo quiero una café expreso– dijo Penny.

– mm ¿Tienen capuchinos almendrados?– pregunte esperanzada en que la respuesta sea un si.

– sí, almendrados y canelados–respondió.

–excelente, deme uno- respondí contenta.

El muchacho se fue y Penny me miró fijamente, luego hizo un gesto raro con las manos –capuchino almendrado– dijo con una voz muy parodiada como de una reina egocéntrica –¿algo más su majestad?–

– Calla babosa, sabes que amo las almendras– dije en voz alta a Penny.

–lo anotare en la lista de cosas que se necesitas para conquistare– la mire extraña –por cierto ese chico con quien bailaste el sábado sigue preguntando por ti– ahora todo empezaba a tomar sentido para mí –él es muy guapo ¿no lo crees? – .

–basta Penny– dije sería.

–yo solo digo que podrías pasar un buen rato con el– Penny estaba a punto de continuar pero la detuve.

–Suficiente, sé que me quieres mucho pero no necesito que seas mi cupido– insinúe.

–Brooke, llevas soltera 3 años, ha habido muchos chicos atractivos tras de ti y no los aceptas ¿por qué no le das una oportunidad a alguien? Por ejemplo ese chico de ahí– Penny señaló a un tipo que estaba sentado en la barra, él miraba fijamente a nuestra mesa –te está mirando–.

– ¿cómo lo sabes? Ta ves te mira a ti– propuse.

– Aunque es alargador, Se nota que te observa a ti, vamos pero te mira como si fueras caramelo– empezó a reír.

-lastima, no soy un caramelo, soy un a simple y seca almendra-.

-pero una muy bonita- bromeó.

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⏰ Última actualización: Nov 18, 2018 ⏰

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