¿Ahora Soy Tomoyo?

Capítulo 1: Sencillamente No Lo entiendo.

Recién Comenzaba el día y ya suspiraba de cansancio, la noche anterior me quedé dibujando hasta muy temprano en la madrugada, pero no me importaba si era en pos de mejorar la calidad de mi arte; me levanté de la cama y abrí las cortinas mirando el despejado cielo azul, me giré a ver el calendario de la pared, y estaba marcado "inicio de clases".

–Comienzan los días basuras. - dije en voz alta de manera frenética, aunque un poco decepcionado, por mi actitud. Me bañe y vestí rápidamente y baje al salón, mi hermana estaba organizando unos papeles.

–Hola, Ka-nee- le dije a mi hermana Kaede.

–Despertaste muy temprano – respondió sorprendida mirando el reloj de la pared.

–Sí, necesito tiempo para dibujar antes de clases, ya que no podré hacerlo todo el día por el termino de las vacaciones...

–¿Prefieres salir antes?, lo entiendo perfectamente... pero ¿Por qué mejor no desayunas algo?

–No tengo ganas- respondí poniéndome los zapatos –¿Este año te toca ser profesora de cabecera? -

–Si, Me toca la clase 3 - B... casualmente, tú clase- contestó mi hermana con una mirada picara y de satisfacción.

Esta es Mi hermana "Hideki Kaede" y a pesar de sus 24 años y su trabajo como profesora, conmigo y en casa, es bastante infantil. Pero no por su personalidad, sino porque cada vez que encuentra algo para molestarme, ya sea con bromas o situaciones como esta.

–Solo no te pases con las bromas en las clases y estaré bien, tengo suficiente aguantando a los idiotas de la clase. - le dije con una mirada de indiferencia, haciendo que su cara se pusiera un poco triste y seria.

–prometo que las bromas son un placer privado que solo podrás disfrutar en casa, no te molestare en clases, solo seré tu profesora, y no deberías tratar a tus compañeros así...-me dijo haciendo pucheros infantiles, algo muy extraño e infantil viniendo de UNA MAESTRA DE CABEZERA.

–Como digas...me voy- salí por la puerta cuando escuché un "Que te vaya bien dulzura".

Cuando comienzo a caminar a algún lugar siempre me pongo pensativo, y en este caso, me quedó en cabeza la contestación de mi hermana ¿Qué no debería tratar así a mis compañeros? Entonces... ¿ellos si pueden tratarme como se les plazca?, aunque bueno...ella no sabe ni la mitad de las cosas, así que supongo que no es su culpa, pero nunca podre tratarlos con más respeto que eso, en especial a Tanaka.

-cómo sea- suspiré

Me senté bajo mi árbol preferido mientras dibujaba en un parque que me gusta cerca de mi casa. Vivo en Yokohama, y es bastante agradable estar por aquí, ya que casi nadie viene, pero un sonido proveniente de mi bolsillo interrumpe la paz, suena mi celular; específicamente la alarma, hora de irse.

Comienzo a caminar a la tienda, para comprarme algo para desayunar, al final siempre termino escogiendo la opción menos saludable; considerando que no tome desayuno, es mi mejor opción. Cojo una bolsa de galletas y me dirijo a la caja para pagarlos.

– Son 1000 yenes.

–¿Eh? - para mi sorpresa Me faltaba una moneda de cien yenes.

–Disculpe, me faltan 100 yenes, ¿se los podría pagar luego?

–Por supuesto que no chico.

–¿Por qué?

–Esta tienda no tiene permitido hacer eso...-me decía el vendedor cruzándose de brazos –¡SIGUIENTEEE! - resignado y algo molesto me hice a un lado.

–Llevo esto...- expresó la chica dejando un pan embazado.

–Okey, son 900 yenes.

–Eh....me faltan 100 yenes- dijo rápidamente tras contar las monedas en su mano – creo que no podré llevarlo- gesticulo de tal manera, que parecía un gatito triste y tierno, pero no de manera consiente conociéndola bien. El vendedor, que asumo que se le fue la sangre abajo, rápidamente cambio su semblante severo por la de alguien con un serio problema: