Capítulo 14

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*Narración normal*

- ¡Chicos! - llamo el entrenador - ¡Reuníos aquí!

- Alex, sera mejor que vayamos - dijo el pequeño rubio intentando hacer reaccionar a su amiga.

- ¿E-eh? - preguntó la joven mientras regresaba a la realidad - S-si claro.

- Alex...luego hablaremos de esto - dijo el rubio mientras cogía la mano de su pelirroja amiga mientras la arrastraba con su equipo.

- A partir de ahora no quiero que os separéis, en cuanto salgamos del aeropuerto nos dirigiremos a nuestra zona y nada más llegar empezareis a entrenar ¿Entendido? - dijo el entrenador con seriedad mientras metía las manos en los bolsillos de su pantalón.

- ¡Si! - contestamos todos al unísono.

- Nuestra zona no está muy lejos así que iremos caminando - dijo mientras comenzaba a caminar.

Todos los jóvenes comenzaron a caminar detrás de su entrenador, al salir del aeropuerto todos los jugadores quedaron sorprendidos.

- Wow - dijeron casi todos.

- Hay fútbol por todos lados - dijo Alexandra mirando hacia todos lados.

- Mirad, allí esta nuestra bandera - dijo Paolo mientras señalaba una de las banderas que se encontraba colgadas en una farola.

- No os quedéis en los laureles, vamos - dijo el hombre rubio mientras comenzaba a caminar a paso un poco rápido.

- Este tío está amargado - le susurró Angelo a su amiga.

- Lo sé - le contestó ella mientras caminaba junto al rubio.

- Vosotros, no os quedéis atrás - dijo el hombre rubio.

- Lo sentimos - dijeron Alex y Angelo un poco sobresaltado al oír la voz del mayor.

(...)

Los dos jóvenes caminaban mientras hablaban de trivialidades, iban un poco apartados de los demás para hablar con más calma.

- ¿Qué te paso en el aeropuerto con aquel chico? - pregunto el rubio.

- P-pues...- dijo la joven un poco sonrojada - E-es que...no estoy muy segura de lo que paso...

- Yo si que se lo que vi, te pusiste como un pomodoro (Tomate) cuando viste que el chico - dijo el rubio cruzándose de brazos.

- ¡Claro que no! - grito Alexandra sonrojada como un tomate.

Alexandra, un poco enojada, miro al frente y a lo lejos vio como una caravana pasaba por allí, está tenia pintada la bandera que representaba a EEUU.

- Vaya, parece que los Estados Unidos se han equivocado - dijo el pequeño rubio.

- Eso pare...- antes de tener la frase la joven de la trenza se quedo muda, seguidamente un sonrojo invadió las mejillas de la joven.

- ¿Alex? - pregunto su amigo de altura baja mientras miraba hacia el punto donde ella se encontraba mirando - Es...ese chico...- dijo al ver que la caravana se había parado en un semáforo y se podían ver los integrantes que habían entrado del automóvil.

- Chicos, vamos - dijo Paolo.

En ese momento Alexandara comenzó a caminar en dirección a aquella caravana, su amigo que cabello rubio intento detenerla pero ella comenzó a correr, dejando confundido a más de una.

- ¡Alex! - grito Paolo dispuesto a ir tras su "compañero" pero fue detenido por el entrenador de su equipo.

- No vaya - dijo Mr.D.

- P-pero...- dijo el capitán del equipo.

- Él sea hará responsable de sus propios actos, ya le pondré un castigo cundo regrese - dijo el hombre mientras seguía caminando.

Todos los miembros del Orfeo siguieron caminando, dos de los integrantes se encontraban muy preocupados por la integrante que se había marchado a toda prisa.

*Mientras tanto con Alexandra*

La joven se encontraba corriendo con desesperación, hacia algún rato que había perdido de vista a la caravana que seguía.

- ¿Donde estarán? - susurró ella mientras dejaba de correr y comenzaba a caminar - Sería mejor que regresara...ya me he alejado demasiado.

Tras decir aquellas palabras comenzó a caminar en dirección contraria a la que anteriormente iba, rezado interiormente para que sus compañeros no se hubieran ido muy lejos, ya que no sabía muy bien donde se encontraba el área italiano.

*Narra Alexandra*

Comencé a caminar, no estaba muy segura de donde tenía que ir pero ya me las arreglaría, seguramente el entrenador y el equipo se abran enfadado conmigo...espero que el castigo que me ponga no sea muy grande.

- Creo que era...por aquí - susurré mientras caminaba sin rumbo fijo.

Cuando me quise dar cuenta me encontraba cerca del lugar del cual había salido corriendo, mire hacia todos lados y pude ver como a lo lejos un chándal azul desaparecía en un callejón.

Allí están - pensé dispuesta a ponerme a correr pero entonces un fuerte dolor recorrió todo mi cuerpo - Mierda - pensé.

Toque mi mejilla y no que la tirita que me había puesto unos días atrás ya no se encontraba, note como la herida se había abierto y como la sangre comenzaba a caer por mi mejilla hasta impactar contra el suelo.

Comencé a caminar con dificultad en linea recta, tenia que llegar hasta mis compañeros, no quería admitirlo pero...necesitaba ayuda.

*Narración normal*

Alexandra caminaba entre tambaleos en linea recta, pequeñas cotas de sangre bajaban por su mejilla y sus brazos, el dolor que sentía era intenso pero intento no pensar en eso.

Ya se encontraba a pocos pasos de el campo de fútbol donde sus compañeros se encontraban entrenando, siguió caminando, atravesando la carretera sin mirar y entonces un frenazo se pudo escuchar por toda la zona.

- ¿¡Te encuentras bien!? - grito el conductor saliendo del automóvil, seguido del equipo japones.

- S-si - dijo la chica sin dejar de caminar.

- ¡¡Alex!! - grito Paolo llegando al lugar seguido del equipo italiano.

- ¿Es compañero vuestro? - preguntó el que parecía ser el entrenador del equipo japones - ¿Donde esta vuestro entrenador?
- Estoy bien - intento decir Alex pero al instante cayó, siendo cogida por un jugador del equipo japones.

- Dios mio, sangre - dijo una joven de cabello lila señalando las manos de Alex, las cuales estaban cubiertas de la sangre de sus brazos.

- Que alguien llame a una ambulancia - dijo el entrenador del equipo japones.

- No es necesario - dijo una voz masculina, todos se giraron y vieron como un hombre de elegante traje blanco, cabello rubio y unas gafas de sol negras se acercaba con las manos en los bolsillos - De esto me encargo yo - tras decir aquello el hombre cogió a Alex como una princesa y comenzó a caminar.

- Pero allenatore...(Entrenador) - dijo Paolo.

Estaré a tu altura Paolo Bianchi [Finalizada] ♠Primera Temporada♠Where stories live. Discover now