IV. Como ver el cielo

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Narrado por Paulina

Al finalizar la película, yo no tenía ni idea de lo que había tratado, pero eso si, me sabía cada movimiento de ese tal Pattinson.

Lilia amablemente nos explico que teníamos que salir ya del cine y tomaríamos la penúltima camioneta del contingente que trasladaba al elenco y su equipo al hotel donde concederían una entrevista cada uno de los actores y posteriormente descansarían.

En la camioneta las chicas eran un verdadero escándalo, no paraban de repetir cada cosa que habíamos vivido y peleaban por decidir quien era más guapo, si Edward o Jacob, sin saber muy bien que mi boca era la que lo decía, afirme que Robert era el más guapo y por mucho; todas se quedaron viéndome por la sinceridad y admiración con la que lo había dicho.

Trate de disimular mi repentino interés por el y afortunadamente Lilia interrumpió el momento incómodo dando las instrucciones para la llegada al hotel. Nos dijo que no podríamos acercarnos a menos que nos lo indicarán más tarde, pero que lo más seguro es que no podríamos saludarlos debido a que ya estaban cansados, esto causo cierto desanimo pero lo importante era verlos.

Llegamos al hotel, un complejo de los más caros de México, hermoso y muy lujoso; nos permitieron entrar a un gran salón donde estaban dispuestas ya tres cabinas ambientadas con los pósters de la película, donde seguramente serían las entrevistas. Nos sentaron justo frente a ellas pero a varios metros de distancia.

Al momento llego Carlos, el papá de Amairani, y nos indico que debíamos ser muy discretas porque la gente de la producción ya había notado mucho nuestra presencia y no les había gustado tener a las fans tan cerca, apesar de que entre ellas estuviera su hija.

Segundos después llegaron los actores y ahí estaba el, Robert Pattinson, tan guapo como hace algunas horas. Iniciaron las entrevistas y en menos de 15 minutos los medios que las realizaron estaban fuera del salón.

Suponíamos que en ese momento se acabaría el sueño, iríamos a nuestra habitación y final del cuento; pero de pronto el mismo director Bill Condon, se acercó al padre de Amairani y a su equipo dando instrucciones para que nos acercáramos a tomarnos una foto con el grupo de actores.

Mi hermana y sus amigas dieron un salto y se acercaron saludando a todos, yo no me moví, no sabía que hacer; entre abrazos y besos el grupo se acomodó y una vocecita dijo por ahí, falta una! No se quien lo dijo, pero eso me hizo reaccionar y acercarme al grupo, inmediatamente Nikki Reed estiro un brazo y me rodeo con el, al momento del otro lado estaba Kellan Lutz, ambos fueron tan amables y cercanos que no podía creerlo. No se sí fue mi sorpresa o mi falta de conocimiento sobre ellos que actúe como sí no me causara mayor emoción verlos.

Terminaron las fotos y Nikki se volvió hacia mi.

Nikki: que padre que pudieron estar todo el tiempo con nosotros, al principio teníamos miedo de tener fans locas junto a nosotros pero Ustedes resultaron ser las fans más respetuosas. Gracias por ello.

Paulina: en realidad las fans son mi hermana y sus amigas, yo solo vengo a acompañarlas

Nikki: oh, lo siento, es extraño que alguien me diga eso, pero de todos modos gracias

Algo me hizo reaccionar y entender que mi contestación no fue lo más amable.

Paulina: disculpa, no quise decir que no haya visto las películas o no los admire, pero estoy por finalizar mi carrera y no tengo mucho tiempo... Pero déjame decirte que eres hermosisima y lo haces maravilloso

Nikki: gracias, de verdad que es difícil encontrar a alguien que actúe tan serena como tu, me devolviste un poco de mi vida en el anonimato

En ese momento llamaron a Nikki y a los demás actores y tuvo que despedirse de mi pero al dar la vuelta me tope de frente con un ángel, de forma literal.

Mi mirada se perdió en unos ojos verdes tan hermosos que podría haber durado horas así pero el sonido de su voz me hizo volver a la realidad.

Rob: hola, gracias por venir, tu país es hermoso igual que tu

Paulina: gracias

No sabía que decirle, lo único que salió de mi boca fue esa palabra. Me observo de una forma extraña, me sonrió y camino hacia la puerta.

Nos llevaron a la habitación y no sabía bien porque pero no podía dejar de pensar en el.

Amairani propuso que fuéramos a la alberca un rato antes de dormir, a lo que todas las chicas aceptaron. Después de hablar mil horas de lo vivido, querían seguir haciéndolo.

Supuse que me caería bien nadar un momento para poder despejar mi mente y dormir tranquila.

Nade un poco y decidí salir de la alberca, sentí que alguien me miraba pero al voltear no vi a nadie, me recosté en un cómodo camastro y estuve ahí prácticamente perdida en mis pensamientos hasta que las chicas decidieron ir a dormir.

Yo, por supuesto que no pude pegar el ojo en toda la noche, me pase las horas pensando en esos ojos que eran tan lejanos a mi.

Sueños: crepusculo con una fan (Robert Pattinson y tu) TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora