Invierno en Gravity Falls

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Era invierno en el pueblo de Gravity Falls, y los gemelos Pines pasarían sus vacaciones en dicho pueblo.

Una vez ahí, lograron ver la nieve que cubría todo, el bosque, los techos de las casas, sería una navidad blanca. Pero no sabían lo que les esperaba.

Él tío Stan y él tío Ford regresaron de sus aventuras a la cabaña. Él tío ford, creo otro diario. El diario 4, en el puso todo lo que vieron en sus aventuras. Lo creó con su hermano.

Dipper estaba muy entusiasmado por lo del nuevo diario, pero por alguna razón no se lo permitieron ver. Él se cuestionaba el por qué. La razón era que ahí, ocultaban grandes secretos. Como él regreso de Bill...

Pero bueno, cuando los gemelos tocaron a la puerta de la cabaña, se encontraron con Soos y Melody.
Si, ambos estaban también en la cabaña. Querían recibir a los gemelos.

—¡Chicos!— gritó Soos al verlos para luego darles un fuerte abrazo.

—¡Soos, melody!— respondió Dipper correspondiendo el abrazo.

—¡Mel, Soos! Mi pareja de humanos favorita!— Dijo mabel

—¿Cómo han estado? Los extrañamos mucho— Dijo Soos separándose de el abrazo.

—California es igual que siempre— Dijo Dipper acomodándose el suéter. Hacia mucho frío.

Soos al darse cuenta de la acción de Dipper les dijo:
—Pasen, pasen, hay chocolate caliente— al decir esto Mabel corrió a adentro.

—¡Chocolate!— a lo que hizo que todos rieran.

—Sigue siendo la misma— dijeron al unísono.

Luego Soos se volteo a verlo.

—Como te decía... Hay unos invitados temporales adentro.

—Bueno, vamos amigo— y entraron.

Dipper admiro un poco asombrado el interior de la cabaña. Seguía siendo la misma. Vaya que había extrañado ese lugar.

Se dirigió a la cocina con Mabel, pero cual fue su sorpresa... Se encontró a Stan y Fort en la cocina. Cocinaban panqueques, los favoritos de Mabel.

—¡Tíos!— gritó súper feliz. Los dos voltearon y se encuentraron con una Mabel dándoles un abrazo.

Ambos traían unos suéteres que Mabel les regalaba. La misma reacción fue la de Dipper, este corrió y los abrazo.

Pero la sorpresa de sus tíos fue que Dipper y mabel ya tenían 14 años, aunque no eran los mismos niños, seguían siendo los mismos ¿O tal vez no?

Eran más altos, más Dipper. Mabel usaba pantalón aunque seguramente era por el frío. Dipper parecía atacado por la pubertad, pero de una buena manera, pues él era mas guapo, y se veía no tan serio como hace dos años.

Mabel era una chica guapa, igual que antes, con los frenillos, y un arete de pluma en su oreja izquierda.

Eran un par de pubertos, adolescentes, y aún así eran los mismos de cierta forma. Algo cambiados, si. Seria difícil para los pobres Stan y Ford acostumbrarse pero lo harían, después de todo, eran sus sobrinos.

—Wow— dijo Wendy entrando —¿Quién metió a estos adolescentes a la cabaña?

—¡Wendy!— gritaron los gemelos al ver entrar a la pelirroja.

Wendy, era la misma. Pero ya de 17 años, era –tristemente– de su misma altura.

Cuando los vio, Dipper se sonrojo y mabel la abrazo. Wendy le correspondió, y al terminar él abrazo le estiro él puño a Dipper y él correspondió.

—¿Qué hay chicos? Cuanto tiempo— dijo un tanto melancólica —Es bueno verlos de nuevo— sonrió.

—¡Wendy! ¡Como te extrañe!— gritó Mabel.

—Oh, ¿Qué onda Wendy?— Dijo Dipper muy despreocupado.

—Cuanta frialdad...— dijo Wendy, lo que le saco una sonrisa a Dipper.

—Este tonto cambio con su sentido del humor— agregó Mabel señalando a su hermano.

—Ahora lo sé...— dijo Wendy indiferente, a lo que Dipper respondió poniéndose rojo, para luego que todos rieran.

Wendy, la chica de quien se enamoro durante todo el verano... Tal vez aun sienta algo por ella.

Eran tantas cosas revueltas en su cabeza que si no hacia algo terminaría metiendo la pata.

Los MisteriomelosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora