Los Misteriomelos

Habitaciones separadas

Dipper desvío la mirada, tomo sus cosas y se dirigió a su antigua a habitación. Pero antes de que siquiera pudiese poner su pie en el primer escalón Stan lo detuvo.

-Hey!-Dijo llamando la atención del castaño haciéndolo voltear hacia su dirección -No... Ahora tu duermes ahí- dijo señalando un cuarto en el piso de abajo.

Dipper se limitó a bufar y dirigirse al lugar señalado por su tío abuelo Stan.

Abrió la puerta de la habitación y entró. Cuando la vio, literalmente la amo.

Había una cama matrimonial, una ventana, un librero lleno de libros [obvio] y una alfombra café. Todo hacia juego con todo. Era simplemente perfecto, según Dipper.

-¡Ah!- gritó Dipper emocionado Y corriendo hacia la cama dejando a un lado sus cosas

-Esto es realmente perfecto para mí

Después de que dejara sus cosas, Dipper se acostó en la cama dando un brinco hacia ella y luego se quedó dormido cobijado por el frío.

~Con Mabel, Stan y Fort ~

-¿Y para mi que hay?- Dijo mabel de una forma pícara

-Pues para ti niña, sube las escaleras-dijo Stan en un tono despreocupado, para luego levantar una taza y darle un sorbo

-¡Yay! Espera... ¿Qué?- Dijo mabel un poco desilusionada por eso.

-Lo que oíste niña- Dijo stan.

Mabel subió las escaleras esperando encontrarse con él mismo desván de cuando eran niños.

-Bueno- suspiró - Algo es algo

Empujo la puerta con algo de tristeza y decepción, pero cuando entró se vio en un lugar totalmente diferente.
Parecía que estaba remodelado, justo para una sola persona.

Mabel la vio, era perfecta para sus necesidades, como pillamadas con sus amigas. Lo pensó un momento. Así no serían interrumpidas sus amigas y ella, al igual que Dipper no tendría que dormir afuera.

Tiro sus cosas a un lado y se recostó en la cama. Algo que le pareció gracioso fue que todas sus manchas de moo estaban ahí.

Sonrió, cerró los ojos y quedo dormida. Pero había algo, algo con lo que Dipper ni Mabel estaban cómodos.

Al caer la noche, y después de cenar, Mabel y Dipper se dirigieron hacia sus respectivos cuartos.

Mabel se acostó viendo hacia la derecha y Dipper hacia la izquierda, ambos con los ojos cerrados.

-Buenas noches, Mabs- Dijo Dipper dibujando una pequeña sonrisa en su rostro, pero en cuando abrió los ojos, nadie estaba ahí.

-Oh... Cierto- Dijo, y luego se acostó boca arriba .

-Descansa Dip- Dijo mabel, y fue exactamente lo mismo.

Pero ella solo se limito a suspirar, para luego voltearse. Dipper ni Mabel habían estado separados desde la vez en que Dipper se gano la habitación oculta.

Dipper por un minúsculo momento pensó en ir a la habitación de su hermana para hacer una pillamada o algo, como la vez anterior. Pero luego pensó, -Mabel no ha descansando muy bien desde el día anterior, venir a Gravity Falls es cansado. Además tenemos que acostumbrarnos a estar separados. Algún día tendrá que pasar...-

Para Mabel era distinto. Esa noche no pudo dormir, pensaba en si siempre se sentiría así por el hecho de estar solos.

Durante la primera semana fue hací de duro para ella, pero fue ese lunes, el lunes de la segunda semana. Espero cuando ya era de noche bajo. Dipper estaba despierto acostado boca arriba cuando mabel entro.

-¿Eh? ¿Que pasa Mabs?- Pregunto el castaño sentándose en la cama.

-Tenia una pesadilla- Mintió ella mirando al piso.

-No pude dormir ¿Me puedo quedar aquí?

Dipper solo levanto la sabana y dejo que se acostara. Una vez hay, él la abrazo.

-Descansa Dip- acto seguido pudo dormir. Dipper la abrazo mas fuerte.

-Descansa Mabel

Ambos durmieron bien ese día [o noche], sobre todo Mabel. La verdad es que Dipper tampoco podía dormir las noches anteriores, por más que tratará de convencerse de que no se necesitaban no podía hacerlo.

~A la mañana siguiente~

Mabel despertó, pero estaba sola. Dipper ya se había levantado, Mabel se dirigió a la cocina y se encontró a Dipper haciendo unos fideos.

-Oh, hola Mabel... ¿Dormiste bien?- preguntó regalándole una pequeña sonrisa

-¿Eh?... Así claro, y tu bro-bro?- se acercó a su hermano oliendo la comida.

-Mmmm... Huele delicioso, no sabia que sabias cocinar Dipper- Dijo mabel poniendo un brazo al rededor del cuello de Dipper.

-Yo tampoco Mabel- Dijo Dipper, a lo que ambos rieron.

Mabel le dio un beso en la mejilla a Dipper, y él se puso rojo. Mabel iba a verle el rostro, Dipper se puso nervioso ¿qué pensaría su hermana de verlo así? Pero para su buena suerte...

-¡Buenos días niños!- Dijo el tío Stan entrando al lugar.