Mi infancia como ya dije fue un poco difícil pero buena, nuca tuve problemas con los profesores del orfanato y menos con La Señora Len, ella y yo fuimos muy cercanos durante mi infancia, ella para mi lo fue todo durante muchos años, Mi Madre, Maestra, Defensora y fue más mi madre que la que me pario.
Ella se encargo de mi educación y mis lecciones fuera de clases, por ella aprendí a tocar el piano y el violín, que por desgracia perdí la practica pero aun puedo tocar con cierta elegancia el piano aunque debo admitir esas lecciones nunca me gustaron, incluso llegue a medio odiarlas, pero todo el esfuerzo siempre valía la pena con tal de ver a mi Madre Len feliz y orgullosa de su pequeño Mark.
La Señora Len siempre savia que decirme cuando necesitaba un consejo, fue la mujer a la que le agradezco todo lo que soy ahora, mi Madre del corazón y desde que se fue me he sentido solo porque ella siempre estuvo ay para mí, yo sabía cosas de ella que nadie más sabia, incluso estuvo dispuesta a darme sus pocos ahorros para que me pudiera casar, pero por desgracia esos planes nunca se consolidaron.
Ella falleció a la edad de 86 años falleció de un problema respiratorio y en gran parte por su edad, en su lecho de muerte ella me entrego aquella carta que hizo de su partida un tanto mas dolorosa y aquel bello anillo que siempre tenía con ella y en ese momento, con mi cara bañada en lagrimas me hizo jurarle que al igual que ella, nunca me quitaría aquel anillo de plata y me enorgullece decir que no lo hice y el día en que esté a punto de morir al igual que ella le daré este anillo a la persona que mas aprecie y quiera.
Len, haya donde estés quiero que sepas que siempre te estaré agradecido, tú fuiste mi madre y mi compañera te extraño pero sé que haya donde estas cuidas de mi tu hijo Mark.
Te quiere: Mark Loen
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El Niño De La Guerra
Historical FictionLa historia de un pequeño niño que fue abandonado por su madre en plena Guerra Mundial
