Adelanto/1

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  • Dedicado a Ti, esperando que un dia llegue a tus manos
                                    

Y ahí está ella, otra vez. Hacía tiempo desde la última ocasiòn, era de esperarse... al fin y al cabo era momento de acostumbrarme a que ser feliz no era un privilegio para todos. Estaba especialmente borroso este dia.., aun así podía escucharla reir. Mi corazón temblaba, era claro que deseaba ser libre de la prisión de mi pecho y correr a sus brazos.

¿Quien era él? ¿Por qué toma su mano?

Y la sonrisa se desvaneció de su rostro, y la heladez recorrió su estómago.

Y por un momento pensó en huir, no había más que hacer, era claro que ella... una chica como ella... tendría a alguien que la amara, pero jamás pasó por su mente que alguien merecería ser observado con amor por ese par de brillantes pupilas.

Tenía que acercarse a ver que clase de hombre era. La forma en la que tomaba su mano lo dejó perplejo... era justo cómo lo haría.. apenas rozando sobre su palma y abrazaría con suavidad su dedo índice .. 

Él estaba listo para ello desde la primera noche. Quizás no unas noches después donde un pecho tibio ensordeció a su pesimismo, y quiso jugar a creer que de alguna manera él podría ser quién...

Pero había algo más... una incomodidad antinatural se formaba como un nudo en la garganta, su nuca se entumecía y su quijada estaba rigida.

Un crujido sonó dentro de su cabeza mientras la mirada de aquel hombre se clavaba en la suya.

Una mano rodeó la mejilla de aquel, y por primera vez pudo escuchar cómo suena el amor.

- Todo está bien.. todo está bien.

Y dibujó un pequeño circulo en su mejilla, seguido de un juguetón apretón.

Un nuevo crujido, mientras algo se razgaba por dentro su cabeza pesaba más y más, la vista se nublaba y el aire que llenaba sus pulmones parecía lleno de ceniza, denso, muy denso.

El azotar de una puerta fue  el liberador estímulo de esta vez., ieL no soñaba a menudo, en realidad apenas podía dormir, pero cuando sucedía se sentía tan real como la ducha helada de la mañana.

Y la voz enardecida de un hombre fue el segundo acto de la opera de sus "buenos dias".

- ¿Qué es ésto? Yo no críe a perdedores. ¡¡No ser el primero es lo mismo que no ser nadie!! - azotó un par de documentos sobre la mesa de la esquina. - Estoy harto, avergon... -

Y de nuevo "los puntos en el techo". Bajó por las escaleras hacía la canasta de frutas sobre la mesa, tomó una manzana mientras pensaba como algo tan feo como una manzana podía saber tan bien. Caminó de un lado a otro mientras miraba por la ventana.

- ¿¡Haz escuchado lo que he dicho!?

Y el chico se limitó a asentir con la cabeza. Las manzanas siempre eran la solución a ese problema, era lo que solía pensar.

Dio un paso fuera de la cama y se dirigio al documento, "Mención honori..", sin darle más tiempo a las líneas, lo ha hecho añicos y lo ha dejado ahí, lo limpiaría más tarde, quizás a la mañana siguiente... o bueno, algún día lo haría, eso es un hecho.

El desayuno estaba listo y había una calidez en el ambiente que se cortó con su prescencia.

- Tú de nuevo... - dijo la mujer que hasta hace un momento se divertía entre sartenes y chismorreo de cocina.

El hombre con la taza de cafe ni siquiera se molestó en mirarlo, y los menores que ahí estaban, sólo guardaban silencio. Tomó un poco de agua del refrigerador y se marchó hacía la rutina.

A veces pensaba que era su culpa. Desde aquella mañana donde "se ha roto", las sonrisas no fueron más para él, y no sólo fue su familia la que notó, todos lo notaban; algunos confundidos, otros desagradados, mas o menos hipócritas pero algo estaba mal con él y la gente podía sentirlo... aunque pensándolo bien, decir "todos" ha sido una mentira... "Casi", para su escaza fortuna, es una palabra más acertada.

Un día más, un día menos, un recuerdo en blanco que se perderá entre ideas mucho más interesantes.

Finalmente llegó a casa donde la farola de la puerta lo esperaba,igual que cada noche.Luz intermitente, era muy vieja, siempre hablaban de cambiarla y él siempre esperaba que no lo hicieran. Era una de sus cosas favoritas.

- Tan vieja, óxidada y descoloreada de ruidoso sonido magnético....

La puerta chilló al abrir, había olvidado levantarla adecuadamente. No era especialmente antigua, pero esa manía de su padre de tratar de reparar todo por su cuenta... simplemente no era la mejor idea en todas las ocasiones.

Y esa noche, era la noche. Tomaría un tiempo a solas; él, su música y más de un par de cigarrillos de la "happy box", y después.. después el reconfortante alivio de la despreocupación.

Edicion ortografica por Karla Weasley.

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⏰ Última actualización: Feb 21, 2014 ⏰

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