CAPITULO 3

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No puedo dormir. Tengo calor, mi cama no está cómoda, me pican los pies. Me levanto, camino y me vuelvo a tumbar, con la esperanza de que en uno de esos patéticos intentos consiga el sueño que tanto quiero. Tal parece que haberme levantado muy temprano a la mañana para poder conseguir dormir algo ahora, no dio resultado.

En menos de 6 horas me iría de viaje a Bariloche con todo mi curso.

No sé cuánto tiempo estuve en un limbo entre el mundo de los sueños y la realidad, no sé siquiera si logré conciliar unos pocos minutos de descanso, pero mi alarma sonó y tuve que levantarme.

Tomé mi celular, y revisé las notificaciones. Mensajes de chicas diciéndome que me extrañarían y que pensara en ellas todo el viaje. Fui a la lista de difusión en donde las tenía a todas y envié un único mensaje redactado como si sólo le fuese a llegar a una. Ninguna de ellas se conocía entre sí, así que todas creerían que son la única chica de mi vida. Sonrío ante la imagen mental de todas ellas enterándose al mismo tiempo que están con el mismo chico.

Reviso por enésima vez mi valija para corroborar que no me estoy olvidando de nada, le envío un mensaje a Tommy diciéndole que estoy listo y me siento en la cama a esperar. Unos 20 malditos minutos después, llega.

-Se puede saber por dónde estabas metido? Llevo esperándote una eternidad!- le protesto.

-Cuando manejes sin chocar un poste de luz y te devuelvan tu licencia, podrás ir a donde quieras y tardar lo que tú quieras. Pero hasta entonces, yo pongo mis horarios de viaje.- Ouch. Odio cuando la gente tiene razón.

-Bueno bueno, tampoco es para tanto, vamos.- digo para quitarle importancia al tema mientras lanzo la valija a los asientos de atrás y me coloco en el del acompañante.- Pudiste dormir algo?

-No, ni un poco. Pero tampoco es que me pasase la noche en mi habitación intentándolo, si sabes a qué me refiero.- agrega guiñándome el ojo.

- Tú? Andando por la noche con una chica? Sí, claro, y Lauren es mi novia.

Pone cara de repugnancia ante el nombre mientras acelera rápidamente para no llegar tarde al lugar donde nos están esperando los micros. Va tan rápido que se pasa por alto varios semáforos en rojo, pero como son las 5:00 de la mañana no hay ningún coche para chocar. En 10 minutos ya estamos lo suficiente cerca para ver las luces de los micros en la oscuridad del momento previo al amanecer.

Bajamos el equipaje del coche de Tommy y nos ayudan a meterlo en la parte de atrás de los micros. Obviamente, todos ya llegaron, y están subidos al micro. Lo que significa que vamos a tener que sentarnos donde quede lugar.

Me obligan a ir arriba porque Tommy encuentra un lugar junto a Kate, y Sarah está sentada con uno de los acompañantes de nuestro viaje. No es feo, pero tampoco puede compararse conmigo.

Al ver el interior del piso de arriba me desespero. Solo queda un lugar libre. Oh no, con ella no... Me acerco lentamente a esa horrible melena castaña y rubia y me siento a su lado sin decir nada.

-Disculpa, Michael?-Odio que me digan así, y ella lo sabe.- Se puede saber qué demonios estás haciendo a mi lado?

-Créeme princesa, no es como si yo lo hubiese planeado. Pero viéndolo de esta forma, es bueno que esté aquí.

-Bueno? No lo entiendo, bueno en qué sentido?

-Porque de esta forma siempre estaré cerca tuyo para odiarte, Lauren.- finalizo con mi maravillosa sonrisa sarcástica.

Odio JuvenilDonde viven las historias. Descúbrelo ahora