Ella quería proteger y ser protegida. Pero, ¿cómo podía protegerse de la hostilidad de los seres que conforman este mundo? Este lugar nunca perteneció a nadie. Ninguna cifra podía comprar el suelo que ella pisaba, por mucho que otros insistieran en ponerle un precio. Aquellos que no comprendían que valor y dinero no van de la mano, no podían entender. Aquellos que se empeñaban en comprar hasta la más mínima mota de polvo no podían entender.
Se preguntaba cómo era posible que aquellos seres y ella fueran miembros de la misma especie. Una bocanada de aire fresco podía hacerle sentir que estaba viva y que todo aquello que la hacía sentir así merecía la pena. Pero no podía concebir los horrores que también la rodeaban. Veía cuerpos inertes con la mirada fija en ninguna parte. Veía medallas en los pechos de quienes habían arrebatado esas vidas y billetes en los bolsillos de la gente que había enviado a las fronteras de la muerte a aquellos soldados. Veía la felicidad en los ojos de quienes regresaban a casa, pero también contemplaba en sus ojos el horror y el vacío. Sin embargo, no podía ver el auténtico desastre; no se lo mostraban. Sabía que todo eso estaba mal. También otros a su alrededor así lo pensaban, pero el espanto duraba apenas unos segundos en sus rostros. Seguían mirando hacia delante, con sus hombros bien rígidos y unas sonrisas forjadas en la comodidad del conformismo.
Ella lloraba. Lloraba de impotencia. Nada iba como debería. Todo seguía su rumbo y ella estaba paralizada por el miedo, acurrucada y abrazando sus rodillas. Su cabeza daba vueltas una y otra vez, pues ella nunca pudo mirar al frente, sólo podía mirar a su alrededor y ser espectadora de una barbarie que protagonizaba el ser humano. Sólo pequeñas cosas como el cosquilleo de la hierba en sus pies la mantenían despierta y consciente, consciente de que eso no era un mal sueño. Eso era su hogar; un hogar en ruinas y cuya única salida era una puerta que significaba la rendición. Pero ella quería ser también testigo de lo bello, no quería ser otro cadáver que se ahogara en su desesperación. Quería poder darle otra oportunidad al mundo que otros hicieron hostil.
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Ella
RandomDiferentes reflexiones que yacen en una chica que puede ver más allá de todo lo visible pero que es incapaz de sentirse de la misma forma que el resto del mundo ante cosas de lo más comunes y propias del ser humano. La protagonista de estas introver...