The perfect Lie (Parte II - The Perfect Girl)

Capitulo 12

- ¡NO PUEDES VENIR AQUÍ ASI, DESPUES DE QUE DESAPARECES UN MES ENTERO, NO LLAMAS, NO ESCRIBES, NO SE NADA DE TI, ERES UNA VERGÜENZA, YO NUNCA TE ENSEÑE A HACERTE AGUJEROS EN EL CUEPO NI A TEÑIRTE EL CABELLO COMO UNA CUALQUIERA, ESO ME RECUERDA...! ¡Te acostaste como una zorra con toda américa! ¡¿Qué hice para merecer a una hija así?! – Lloriquea mi madre comiéndose el pastel de chocolate que le traje - ¡no creas que con un pastel tan delicioso todo se va a solucionar! ¡Claro que no señorita! – me señala con el tenedor

- ¿y con dos? – sugiero levantando la ceja

- ¡DIANA! – me reprende

- no grites que estoy aquí – le hago señas para que baje la voz, yo les dije que iba a venir para navidad a casa y eso hago... pero ya me arrepiento para ser sincera, mama y su embarazo me van a romper los tímpanos - ¿quieres algo? – pregunto en un suspiro, hace una mueca y se echa a llorar... ¡no jodas! ¡¿Y ahora qué?!

- quiero que regreses a casa – solloza, la observo llorar durante un rato sin ninguna expresión en la cara - ¿no te convencí, verdad? – levanta la mirada de su falso llanto

- ¿tú qué crees? – levanto una ceja... ya lo había intentado antes y tampoco funciono

(...)

- vamos de compras. Dia, eso nos sentara bien – sugiere Kate, hago una mueca de disgusto

- no se... recién llegue y estoy cansada, mama se puso otra vez con el tema que regrese a casa – me boto en la cama de la suite, yo la compre, es mía y puedo venir cuando quiera

- Dia... tú y Ryan ¿no han intentado nada? ¿Verdad? – pregunta Trish con una mirada seria

- no, estoy saliendo con alguien, ustedes lo conocen – digo

-¿Quién es Ryan? ¿Es guapo? ¿Con quién sales? – pregunta Kate

- la niña azulada sale con Jace, pero me pregunto si es solo por interés o porque te gusta – dice Trish pensativa jugando con una pelota de goma

-un poco de ambas, pero a cambio consigo lo que no estaba en mis planes – sin evitarlo sonrío con picardía, Trish me lanza la pelota de goma en la frete... que puntería, ella está a unos 34 pies de distancia, pero su fuerza no se queda atrás, parece que lo hubiese lanzado a 6 pies de distancia de mí; siento mi frente palpitar... eso me dolió como el infierno - ¡¿De qué va eso?!

- hasta yo entendí, Dia, aprendí que tienes que ser sincera y que utilizar a las personas dueles más de lo que parece – Kate había cambiado mucho cuando desperté del hospital, ya no era una zorra poco aplicada que odiaba usar shorts, ella es diferente y no entiendo porque, lo único que si se es que sus comentarios me cabrear para ser sincera

- en primera; se lo que hago y si no van a ayudar mejor largo; en segundo; basta de golpearme, un día de estos te voy a devolver el golpe - le advierto a Trish, rueda los ojos, no estamos felices la una con la otra y se debe a Ryan... la conozco lo suficiente como para saberlo, no se fía de que no nos hemos acostado pero le entiendo un poco... digo, después de todo vivimos juntos

(...)

Lo que yo odio de la navidad tienen nombre y se celebra el 23 de diciembre en la casa de mis padres con más de 300 personas en el salón de eventos, o sea la sala, mueven las cosas, ponen mesas, una tarima para los músicos (incluyéndome) y la paso sola, la única persona que me acompañaba era Dylan, que ahora pasa a ser mi ex novio y mi padre está hecho funda gracias a el embarazo de mi madre ¡¿no es genial estar sola?! Pues yo si lo creo, es una manera de relajarme y olvidarme de todos... los todos: inconvenientes, problemas, males, celos, peleas, personas, etc. Hecho un poco de drogas en mí copa de vino sin que nadie se dé cuenta, es una adicción que no me afecta en lo más mínimo, solo relaja mis músculos

- Dia...

- Dylan – salto escondiendo la funda vacía

- te ves bien – señala mi vestido de noche sin tirantes, es morado oscuro con una tela transparente con mucho brillo... Kate lo eligió

- gracias, tú también – usa el típico traje negro, se ve igual que siempre, no entiendo por qué lo dije...

- ¿cómo estás? No he sabido de ti hace mucho – toma mi copa

- mmm... esa es mi copa – señalo antes de que le dé un sorbo ¡casi!

- lo lamento – murmura dejando la copa a mi lado

- estoy bien, ahora vivo en Londres con un amigo - asiente -¿y tú?

- oh. He estado saliendo con alguien – dice y ruedo internamente los ojos, no estoy celosa si eso es lo que quería - ¿me concedes esta pieza? – estira su mano

- si... solo déjame... - bebo el contenido de la copa, no la iba a dejar ahí, son mis drogas, yo las compre y no exactamente para que venga un idiota e inconscientemente se las toma... eso sobre mi cadáver. Tomo la mano de Dylan comenzando a caminar al centro de la pista, las baldosas suenan ante mis tacones a combinación de mi vestido, la canción que suena me da sueño, en otro tiempo pudo ser una de mis favoritas, pero ya no, el "ave María" yo no tiene significado para mí; nos movemos al compás de la música, de un lado al otro, veo a Ryan bailando con la madre de Trish mientras hablan de manera alegre

- ¿lo conoces...? no lo había visto antes – Dylan observa lo mismo que yo

- sí, es una gran persona – sonrío para Ryan quien me observa y se ríe de la situación en la que estoy... idiota, me las va a pagar, le saco la lengua en gesto inmaduro y el hace lo mismo, parece feliz...

- parece que son buenos amigos – interviene Dylan

- ¿qué puedo decir? Me ha hecho muchos favores a lo largo del año – asiente, por alguna razón las palabras de Trish en los primeros días de mi cambio resuenan en mi cabeza "dejaste de ser mi reflejo cuando te convertiste en... eso" dejo de moverme, miro por la ventana a la luna antes de empezar a correr sin mirar atrás. Subo las escaleras, me miro en el espejo de mi antigua habitación... es ahora cuando no me conozco, me pregunto ¿Qué sucedió con la chica bien? ¿La de los sentimientos puros? (desapareció junto a él) ¿Quién es él? ¿Por qué nadie me responde? (si tu no recuerdas el mes de agosto no tiene gracia decírtelo) las palabras de mi conciencia son ciertas, pero aunque lo intente no puedo ¡yo no puedo recordar! No sé cómo recordé a Derek, Roxana y su esposa. Abro la puerta del baño, lleno la bañera de agua helada preparándome para mis pensamientos; una vez llena, me meto en ella y me hundo en el agua tratando de acabar con todo...